
Por Senén González Vélez
Toronto, Canadá
Todo este miedo obsesivo del presidente, Gustavo Petro, para decir que lo quieren asesinar, además de ser una psicosis traumática del pasado, hoy comenzaron a pasarle factura a través de su propia conciencia que lo acusa permanentemente por sus vicios delirantes, que también lo hacen presagiar visiones ocultistas, que no son propiamente sobrenaturales, pero si psicodélicas, para pronosticar atentados que impulsan a los sicarios a proceder.
Petro debe renunciar porque sus atribulaciones no lo dejan obrar bien.
Leí en INFOBAE, que un testigo del miserable y cobarde hecho para asesinar a Miguel Uribe Turbay, escuchó que alguien grito: ¡PETRO PRESIDENTE!. De ser cierto este grito, se está muy cerca de una voz pasional de fanatismo, tan peligroso, que pudiera obedecer a un estilo *importado o aprendido, que vincularía al Presidente por los discursos agresivos, llenos de odios, que incitan a la violencia y dejan en libertad a los criminales para actuar con holgura, porque no hay autoridad, ni castigo, porque el mismo Presidente le prohíbe actuar a la policía.
Recuerden aquella arenga que pronuncio en la ciudad de Barranquilla que dijo: ‘’Como Jefe supremo de las Fuerzas Armadas, les prohíbo utilizar las armas contra el pueblo’’. Con esa actitud irresponsable, por acción y no por omisión, les abrió las puertas a los vándalos para que actuaran en las protestas.
Esto que le ocurrió a Miguel, es una consecuencia de esas posiciones populistas e irresponsables que dejan los discursos del Presidente, y les abren las puertas a los criminales para que actúen con tranquilidad.
Ahora nombra a un ministro de Justicia, hombre que esta poseído de una índole tenebrosa, amargada, que lleva a cuestas sendas cargas de resentimientos, que serán el combustible para activar y buscar la legalización de los estallidos sociales.
Lo ocurrido al aspirante a la presidencia, el doctor Uribe Turbay, obliga a una exhaustiva investigación, que debe tener otros soportes que la acompañen, con la presencia de expertos en estos temas de los Estados Unidos. Esto no puede quedar impune, como está el caso del coronel Oscar Dávila, que le acuñaron un suicidio, cuando la gente asegura que fue un asesinato. También se debe investigar a fondo.
Es conveniente para el país, que el mismo Presidente abandere la iniciativa, porque presumimos su inocencia, por ello debe ofrecer todos los medios para que ayude a esclarecer y descubrir quienes tienen la mano metida en este vil atentado, como también en el caso del coronel, que se debe revivir.
De otra parte, existe el antecedente muy reiterativo que al presidente Petro lo persiguen los delirios, y, uno de ellos, es su obsesión que lo quieren asesinar, cosa que suena más a una manera para justificar atentados subliminalmente anunciados que contra el recaen, pero que se hacen efectivos en otros personajes del país.
Gracias a Dios no lo han hecho, porque queremos a Petro vivo y no muerto. Nadie es dueño de la vida ajena, solo Dios.
Todo este embrollo de peligrosas cosas crea la curiosa paradoja, por el atentado contra Miguel Uribe Turbay, que, para colmo de males, tiene el apellido Uribe, que es para Petro, sinónimo de espanto y de odio visceral, y para los sicarios, un apellido estigmatizado por Petro, para que un ignorante sicario proceda asesinar.
De otra parte, la frase: ‘’la consulta va porque va’’, entra en la ruleta de inquietudes para investigar, porque es un opio que el Presidente les ha echado al pueblo para ilusionarlo y para desafiar al Congreso de la República, a jueces y magistrados, convirtiendo la tentación delincuencial, en un alimento para activar el deseo del sicario, que mata por dinero y placer.
Así que este campanazo se los doy como alerta al presidente del Congreso, Efraín Cepeda Sarabia, a los magistrados de las altas cortes, y a los jueces, quienes deben tener una máxima protección.
Hoy la crisis aumentó la temperatura más allá de lo esperado, lo que nos obliga a unirnos, sí o sí. No hay de otra.
No se puede negar la incitación de los discursos de Petro, agrios, volcánicos, que botan lava de resentimientos espantosos, que no será menor la del nuevo ministro de Justicia, por su forma solapada para actuar.
Lo ocurrido al candidato Miguel Uribe Turbay, es insólito. Es regresar a los tiempos de la mafia entre carteles y contra quienes son partidarios de la extradición. Hoy se mezcló la política con el narcotráfico, cosa que jamás debió ocurrir para no equiparar el ejercicio de esta, que debe estar inspirada en el servicio a la comunidad, y no el de contaminar la mente de la juventud a través de los estupefacientes.
Lo ocurrido el pasado sábado, es gravísimo, y obliga a que el país reaccione unido y con contundencia. Ya no hay otro momento ni debe haber marcha atrás.
Vale aclarar, que no habría razón alguna para sospechar del presidente Petro, pero desafortunadamente existe el antecedente del plan pistola, que obliga a los investigadores a recurrir a todos los medios para saber quien estuvo y está detrás de estos atentados, que de seguro, será una serie escalonada para generar miedo en la oposición.
El plan pistola cobro vidas, y poca fue la reacción del Presidente, que en cambio sí era manifiesta para cuidar o proteger a terroristas, amparados con el escudo de la Paz Total, que ha sido además de fracaso, patente de corso para la agresión total.
Hay dudas, y no hay claridad, en el caso de vil atentado de Miguel Uribe Turbay. ¿Entonces, por qué no sospechar en la posibilidad de generar el caos, a espaldas del Presidente, para impulsar, esas sí, las pretensiones Presidenciales, como, por ejemplo, poner al país en Estados de Conmoción Interior para perpetuarlo en el poder?
Esta situación nos obliga a unirnos con urgencia. No nos quepa la menor duda que al Gobierno no le será fácil entregar una declaración convincente sobre el atentado al senador, Miguel Uribe Turbay, después de tantos errores, señalamientos, insultos y amenazas verbales en discursos, que son una manera de incitar a la agresión y de animar, sin quererlo, el espíritu criminal de los psicópatas.
Valga la oportunidad para invitar a las Fuerzas Armadas y Policiales a la reflexión, para que cumplan con el deber Constitucional de defender a los buenos y someter a los malos. Y…si les toca hacerle ver al Presidente sus errores y abusos, que tengan el valor para hacerlo en bien de la patria, de sus propios hijos y de sus familiares.
Dios meta la mano, para que Miguel salga adelante en este momento tan difícil en que está en peligro su vida.
OJO. La frase de Petro que a mi me deja un sabor desconcertante porque pareciera trasladar el atentado al Medio Oriente, fue cuando dijo: ‘’Quieren matar a un hijo de un árabe’’, frase que se aparta del dolor, para despertar suspicacias, trasladando el atentado a esas lejanas tierras de donde provienen los ancestros de Uribe Turbay. Los judíos no son árabes, aun compartiendo raíces semitas, con historia en común, pero con religiones distintas. Recuerden que Petro populísticamente, rompió relaciones con Israel.
No sea tan sutil Presidente, que el pueblo no es bruto, es suspicaz y con alto poder de malicia indígena de la pura, no de la bastarda esa que usted invita a los paros.
¡Renuncie Presidente!
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