Martes de la luenga lengua: Emprendedurismo, a, semestre, vocativo, peor

QUISQUILLAS DE ALGUNA IMPORTANCIA  

por  Efraim Osorio López

[email protected]

Esto podría ser en un año de 18 o 24 meses, o en un calendario de meses de quince días, o, de pronto, en otro sistema solar.

Las palabras derivadas de los verbos se forman añadiéndoles a su raíz los sufijos que las determinan, por ejemplo, de ‘deslucir’, ‘deslucimiento’. La raíz se obtiene quitándole al verbo la respectiva terminación (‘-ar’, ‘-er’ o ‘-ir’, según la conjugación), verbigracia, la raíz de ‘asesinar’ es ‘asesin-’, con la que se forman vocablos como el sustantivo ‘asesinato’. En su artículo sobre el ‘Área metropolitana’, el gobernador de Caldas, Luis Carlos Velásquez Cardona, inventó el sustantivo ‘emprendedurismo’. Así escribió: “…busca consolidar la vecindad heredada del proceso de la colonización antioqueña, cuyos referentes de unión, empuje y emprendedurismo aún persisten” (LA PATRIA, 15/11/2023). Mal construido, por descontado, el terminacho, de acuerdo con lo antes expuesto. Como la raíz de ‘emprender’ es ‘emprend-’, y el sufijo consagrado es ‘-ismo’, la palabra correcta sería ‘emprendismo’. Pero el sufijo ‘-ismo’ no indica ‘acción y efecto’, lo que sí hace el sufijo ‘-miento’ (‘-amiento’ e ‘-imiento’) con los verbos a los que se les pospone, como ‘hermanamiento’, ‘aturdimiento’ y, ¡cómo no!, ‘emprendimiento’ (‘acción y efecto de emprender’), el sustantivo que sí expresa castizamente la idea del gobernador. A propósito de este sustantivo, y no obstante su uso, fue asentado por primera vez apenas en la vigésima tercera edición de El Diccionario (2014), a pesar de tener en él desde hace mucho tiempo el verbo ‘emprender’ y el adjetivo ‘emprendedor’. *** 

De los muchos oficios que tiene la preposición ‘a’ en la oración gramatical, uno de ellos es introducir complementos que indican el lugar hacia el cual se dirige alguno, por ejemplo, ‘iremos a La Merced la semana entrante’. Elemental. Y la preposición ‘en’, además de otros oficios, introduce complementos que expresan el lugar en que se realiza la acción del verbo correspondiente, verbigracia, ‘estudio en Medellín’. También elemental. Esta norma se aplica a la expresión ‘hacerse presente en…’, olvidada, sin embargo, por el columnista de El Tiempo Jotamario Arbeláez en esta información: “La Feria Internacional del Libro de Venezuela se está celebrando con Colombia como invitada de honor (…). A ella me hice presente” (Destacado, 15/11/2023). “En ella me hice presente”, o “a ella fui”, correctamente. ¿Tiene lógica la gramática? La tiene, la tiene. ***

El año consta o de seis ‘bimestres’ (períodos de dos meses), o de cuatro ‘trimestres’ (períodos de tres meses), o de dos ‘semestres’ (períodos de seis meses). No así para el editorialista de El Tiempo, que esto garrapateó: “…y de los datos más recientes sobre el producto interno bruto (PIB) del tercer semestre del año” (17/11/2023). Esto podría ser en un año de 18 o 24 meses, o en un calendario de meses de 15 días, o, de pronto, en otro sistema solar. No sé. De lo que sí estoy seguro es de que esta ‘descachada’ del editorialista se debió, no a ignorancia (¿o sí?), sino a un descuido (gazapo) monumental. ***

Titular de un editorial de LA PATRIA: “Alcalde Marín, no más por favor” (19/11/2023). Escrito así, sin la segunda coma del vocativo, quiere decir que el redactor le pide al alcalde que no diga más ‘por favor’, como decirle: “Alcalde Marín, no más autobombo”. En cambio, con las dos comas, sí expresa lo que le exige: “Alcalde Marín, no más, ¡por favor!”. Diferente, ¿no? Las comas del vocativo no son opcionales, y los signos ortográficos le dan ‘vida’ a la redacción. ***

Ni ‘más mejor’ ni ‘menos peor’. Al menos, en el lenguaje culto, como debe ser el del periodismo. Titular de una crónica de Geovanny Martínez: “Argentina escoge al menos peor” (LA PATRIA, 19/11/2023). Y el texto comienza así: “Votar por el menos peor…”. Los adjetivos comparativos ‘mejor’ (de ‘bueno’ -‘más bueno que’) y ‘peor’ (de ‘malo’ -‘más malo que’) no admiten esos adverbios, pues, por su naturaleza, los excluyen. La forma castiza de expresar la idea del periodista es ésta: “Argentina escoge al menos malo”, que equivale, ¡cómo le parece!, a ‘el mejor de los dos’.  

DESCACHADAS IDIOMÁTICAS

Por Jairo Cala Otero

1.- «No hay q seder ni un paso atras a esos criminales del medio ambiente eso queremos es agua no oro».  El ciudadano Carlos Villarreal, lector del periódico Vanguardia (Bucaramanga), opinaba así sobre la explotación del Páramo de Santurbán (Santander) para extraer oro, pero dejó ver su pobre ortografía y redacción. Veamos: 1. La letra cu (q) no tiene función lingüística sin las vocales u y e; ese es un hábito colectivo entre los usuarios de Internet, pero no significa que sea correcto. 2. El verbo ceder no se escribe con la letra ese (s), sino con la letra ce -c-. 3. La palabra atrás es aguda, por lo tanto, requiere de tilde. 4. La palabra medioambiente es compuesta, se escribe íntegra, no en dos palabras. 5. El demostrativo eso no cabe en esa oración, no cumple ningún papel. 6. El verbo es, en el último segmento de la opinión, tampoco cabe; sobra. 7. Faltaron las comas detrás de las palabras medioambiente y agua. Corrección: «No hay que cederni un paso atrás a esos criminales del medioambiente, queremos agua, no oro».

2.- «Senador Ashton pagó 1.200 millones a Bustos y Ricaurte: Fiscalía». Así decía un titular noticioso del diario El Tiempo. Contenía dos errores: 1. La cifra está mal escrita, pues los puntos desaparecieron de los números desde hace más de diez años; en el diario de Luis Carlos Sarmiento Angulo todavía no se enteran del cambio, por lo que se nota. 2. No se sabe si esa cifra representa botones, peras, manzanas, euros, dólares o pesos. Para saberlo es preciso poner el signo pesos ($) antes de la cifra, o la palabra pesos; o cualquiera otra marca que identifique la moneda extranjera, si no son pesos. Tan sencillo: «Senador Ashton pagó $1200 millones a Bustos y Ricaurte: Fiscalía».

3.- «Decenas de personas imitan estar muertos sobre las calles de San Luis en Estados Unidos, en protesta contra el indulto al exoficial de policía que asesinó a un traficante de droga negro en 2011». Así se leía el pie de foto de la agencia Reuters en el diario El Tiempo sobre la singular protesta de la que se hablaba. Dos errores se colaron en esa descripción, y nadie en el diario capitalino los detectó: 1. Una discordancia de género gramatical, pues personas es sustantivo de género femenino, pero no concuerda con el sustantivo muertos, que es de género masculino. 2. Un error de sintaxis: «…un traficante de droga negro», oración en la que el adjetivo quedó al final, sin fuerza. Corrección: «Decenas de personas imitan estar muertas sobre las calles de San Luis en Estados Unidos, en protesta contra el indulto al exoficial de policía que asesinó a un traficante negro de droga, en 2011».

4.- «…miembros de la Policía discuten sobre la captura de la líder Arisolina Quintero». De un pie de foto (leyenda) en el diario Vanguardia. Tanta alharaca que hacen quienes dicen que el idioma español discrimina a las mujeres, pero a la hora de escribir omiten los vocablos femeninos que existen para referirse a ellas. En esta leyenda de una fotografía en la que aparecían líderes (hombres y mujeres) discutiendo con agentes policiales que iban a capturar a una mujer, en lugar de escribir lideresa, que es el vocablo correcto y preciso, prefirieron referirse a la mujer como si fuese un hombre: líder. Y al anteponer el artículo determinante femenino (la), incurrieron también en un error llamado discordancia de género. Entonces: «… miembros de la Policía discuten sobre la captura de la lideresa Arisolina Quintero».

5.- «Es una práctica que es clandestina…». En el periódico El Tiempo se adjudicó esta afirmación al sacerdote Elkin Acevedo, párroco del barrio San Francisco, en Cartagena. Él se refería a la prostitución infantil que, según dijo, promueven algunos operarios del turismo. Además de la grave denuncia, es errónea la utilización del ‘que’ galicado (de la lengua francesa): «Es una práctica que es…». Aunque el personaje que causa la noticia lo diga mal, el redactor está en la obligación de corregir su expresión; por lo tanto, debió publicarse: «Es una práctica clandestina…», sin necesidad de repetir el verbo antecedido del pronombre ‘que’.

6.- «Dice la DIAN y la Policía que…». El reportero César Chaparro Pinzón, de Noticias Caracol Televisión, no tuvo en cuenta que en matemáticas uno más uno es igual a dos, y que en gramática a partir de dos hay plural; por esa razón, el verbo decir debe estar en plural también. Aún más preciso resultará que adjudique a personas lo dicho, dado que las instituciones por sí mismas no se expresan. Entonces: «Dicen en la DIAN y en la Policía que…». O: «Voceros de la DIAN y de la Policía informaron que…».

7.- «Las autoridades buscan videos y elementos que los conlleven a identificar al taxista que estaría tras la agresión denunciada por la venezolana». Sobre un caso de violación sexual, mediante intimidación con un cuchillo, en el periódico El Universal (Cartagena) se incurrió en tres errores en esta oración gramatical: 1. Autoridades es palabra de género femenino, que no concuerda aquí con el artículo determinante ‘los’, que es de género masculino. 2. Conllevar significa que algo tiene una implicación, que lleva por sí misma; no es sinónimo de consecuencia, como muchos creen. 3.- La preposición ‘tras’ no es aplicable en esa frase, pues ella significa que se pretende algo, un objetivo; eso no era lo que el caso implicaba. Corrección: «Las autoridades buscan videos y elementos que conduzcan a identificar al taxista que sería el autor de la agresión denunciada por la venezolana».

8.- «Si esas personas que creen que una diatriba es una pelea o algo similar, sería interesante y provechoso que revisaran un buen diccionario…». Sí, sería bueno que muchas personas no solamente revisaran el diccionario, sino que lo consultaran, lo leyeran. También vale leer la gramática del idioma y aprender a escribir bien. El consejo le cabe a David Figueroa Díaz, que «orientaba», en un artículo en el portal de Internet ‘Periodistas en español’, sobre el significado del vocablo diatriba. Su oración se volvió agramatical por haber escrito el pronombre relativo ‘que’ entre el sustantivo personas y el verbo creen. Corrección: «Si esas personas creen que una diatriba es una pelea o algo similar, sería interesante y provechoso que consultaran un buen diccionario…».

9.- «Estafados y engañados, así aseguran sentirse varias personas y familias que compraron paquetes turísticos conuna agencia de viajes, la cual, aseguran, los dejó con las maletas listas». Increíble, pero sucede a diario: muchos redactores de noticias no identifican todavía las concordancias de número y de género gramatical en las oraciones; es decir, no les cuadran los femeninos con femeninos, los masculinos con masculinos; ni los singulares con singulares y plurales con plurales. Eso no será posible mientras se nieguen a estudiar gramática elemental, materia básica para redactar bien. Aquí se escribió estafados y engañados (masculinos), que no cuadran con personas (femenino). Dos:  La preposición ‘con’ está mal aplicada; la indicada era ‘en’. Tres: El artículo determinante no era ‘los’ sino ‘las’, para que concuerde con personas. Estos errores, tomados de la página de Telemedellín, se hubiesen evitado si hubieran escrito: «Estafadas y engañadas se sienten varias personas que compraron paquetes turísticos en una agencia de viajes, la cual, aseguran, las dejó con las maletas listas».

10.- «Porque le iba a terminar: mujer atacó con aceite hirviendo a su novio en Apartadó, Antioquia». Los descuidos de redactores, a veces, producen afirmaciones insólitas como esta de la página de Internet de Blu Radio. El dativo del pronombre ‘le’ está desubicado, y el verbo terminar es inapropiado. Faltó coma detrás del sustantivo novio. Para completar la metedura de pata, en el texto de la noticia publicada se leía otro exabrupto lingüístico: «José Rivas, de 25 años y de nacionalidad venezolana, quería poner fin a su pareja Érica Valencia…». Falso, él no quería poner fin a Érica, sino a la relación amorosa que sostenía con ella. Corrección 1: «Por anunciarle fin de la relación, mujer atacó con aceite hirviendo a su novio, en Apartadó, Antioquia». Corrección 2: «José Rivas, de 25 años, de nacionalidad venezolana, quería romper su amorío con Érica Valencia…».

11.- «Afortunadamente los daños fueron materiales». Para Angie Liseth Celis Acuña, periodista de Vanguardia (Bucaramanga) fue una fortuna que hubiera daños materiales en un incendio. ¡Qué buena suerte! En la misma información escribió: «Caminaban entre los callejones que dividen a las casas quemadas -la número 13, 14, 28, 29, 30, 31, 32 y la 36-, para orientar a los funcionarios de la Alcaldía de Bucaramanga que llegaron entregar las ayudas y realizar un listado de las víctimas». ¿Los callejones pasaban por la mitad de las casas? ¡Qué incómodo debe de ser vivir así! Le faltó la preposición ‘a’ entre los verbos llegaron y entregar. Reparación de los dos exabruptos idiomáticos: 1.- «Sólo hubo daños materiales, no víctimas». 2.- «Caminaban por los callejones que separan las casas quemadas -de números 13, 14, 28, 29, 30, 31, 32 y la 36-, para orientar a los funcionarios de la Alcaldía de Bucaramanga que llegaron a entregar las ayudas y realizar un listado de las víctimas».

12.- «¿Cuánta ganan mensualmente los alcaldes en Colombia?». La «dificultad en el aprendizaje de la lectura o la escritura, frecuentemente asociada con trastornos de la coordinación motora» toma el nombre de dislexia. De ese trastorno parece que sufren muchos periodistas en Colombia: escriben mal, o no identifican sus fallas antes de publicarlas. Ese mal sería el culpable de que en la página de RCN Radio en Internet se hubiera publicado el título noticioso de esta cita. Cuando detecté el error, llevaba tres días de haber sido publicado. Nadie, hasta entones, se había dado cuenta de que el adjetivo interrogativo requerido era en masculino, no en femenino (cuánto, no cuánta). Corrección: «¿Cuánto ganan mensualmente los alcaldes en Colombia?».

13.- «Colombia sacudida por temblor de magnitud 4.7: ¿Cómo prepararse?». El temblor ya había ocurrido cuando este título apareció publicado en el periódico virtual El Centavo. ¡Nadie puede prepararse ante un hecho natural ya sucedido! Si lo que se pretendía era enseñar cómo proceder frente a otros temblores futuros: 1. Los fenómenos naturales son impredecibles, luego nadie sabe cuándo sucederán. 2. Lo que pudieron indicar fue qué hacer durante un temblor; eso sí es viable. La nota, además, contenía una contradicción, puesto que el cuarto párrafo decía: «Es importante destacar que los sismos son fenómenos naturales impredecibles…». Entonces, no sirve de nada prepararse para afrontar un sismo. Corrección: «Colombia fue sacudida por temblor de magnitud 4.7».

14.- «Al capturado se le halló un arma de fuego tipo revólver, documentos y objetos de valor de la víctima, que momentos antes hurto a una víctima». Redacción notoriamente descuidada en esta noticia del diario Vanguardia (Bucaramanga). Lejos de los diccionarios y de la gramática del idioma es imposible producir un texto limpio y correcto. En este caso, el periodista sigue la forma redundante como la Policía se refiere a las armas en sus comunicados («arma de fuego tipo revólver»). Se menciona dos veces a una víctima y se omite la tilde en el pasado del verbo hurtar (hurtó). Corrección: «Al capturado se le hallaron un revólver, documentos y objetos de valor que momentos antes había hurtado a una víctima».

15.- «Lo que propone el proyecto es que los partidos políticos estén obligados a presentar listas cerradas en las elecciones de corporaciones como el Congreso, las asambleas y concejos». Una elemental norma ortográfica, la que indica que los sustantivos propios se escriben con inicial mayúscula, todavía no es asimilada por algunos periodistas; como en este caso de la revista Cambio, en el que Asambleas y Concejos se escribieron, respectivamente, con iniciales minúsculas. Además, a Asambleas le antepusieron artículo determinante (las), pero a Concejos se lo negaron. Lo indicado es: «Lo que propone el proyecto es que los partidos políticos estén obligados a presentar listas cerradas en las elecciones de corporaciones como el Congresolas Asambleas y los Concejos».

Sobre Revista Corrientes 3348 artículos
Directores Orlando Cadavid Correa (Q.E.P.D.) y William Giraldo Ceballos. Exprese sus opiniones o comentarios a través del correo: [email protected]