Otraparte. Judas, tuitero

Judas de Leonardo Da Vinci

Por Óscar Domínguez G.

El Tiempo

Aprovechando la Semana Santa que ya pasó  decidí crear mi propio departamento de inteligencia artificial. La primera tarea que le encomendé fue revelar los trinos que habría escrito Judas de haber tenido Twitter. Estas son sus respuestas:

Si yo no hubiera existido se habría ido de bruces todo el Nuevo Testamento. De algo servimos los traidores.

Técnicamente no fui un traidor. Hice un mandado. No tenía otra opción. Profecía mata libre albedrío o libre desarrollo de la personalidad, como dicen los tinterillos.

A veces pienso que yo no nací: a mi me fundaron. Otras veces pienso que nací el día que Dios tomó compensatorio. No la pasé nada bien. Padecí bullying ventiado desde niño. Cuando me veían las chicas seguían de largo con una sonrisita que me sacaba de la túnica.

Mi peor momento fue cuando Jesús me preguntó: “¿Amigo, con un beso entregas al hijo del hombre?”. Me dejó pagando escondederos a pesos. Casi les devuelvo las 30 monedas a los sumos sacerdotes. Hasta falsas serían.

Se me devolvió hasta el primer tetero cuando supe por el diplomático Cristóbal Giraldi lo que decía Leonardo da Vinci cuando estaba pintando La Última Cena: “Me queda aún por hacer la cara de Judas, que como es bien sabido fue el más grande de los traidores y, por lo tanto,  ha de ser pintado con un rostro que exprese toda su maldad…”. 

Me quedo con las palabas que Khalil Gibran, el poeta del Líbano, pone en labios de Ciborea, mi  madre: “… mi hijo no traicionó a nadie, porque amaba a los hombres de su raza y odiaba a los romanos”. “Era mi hijo, mi único hijo. Bebió la vida en este seno ya seco”. Tal cual, como dice el muñeco que inventó el Chato Latorre.

Tengo la cara que muchos desearían para su mejor enemigo o su peor amigo. 

No me sigan acosando para que suelte la lengua sobre los posibles coqueteos de Jesús con María Magdalena. Lo que pasó en Galilea se queda en Galilea. Sólo puedo decir es que María de Magdala, era todas las mujeres. Quitaba el sueño y el insomnio al mismo tiempo.

Lamento haberme perdido el sancocho que hicieron con el gallo de la pasión, el que cantó tres veces antes de que Pedro negara al Maestro. Así y todo, el comelón del Pedro encabezaba la primera línea de Jesús. Dicho está: Dios no es imparcial.

Sé qué escribió Jesús en el suelo en el episodio de la mujer adúltera que le presentó la oposición de la época para que le cascara. Jesús escribió: Ni loco que estuviera para  castigar a este churro cuando estos tipos hacen lo mismo multiplicado por diez.

Sé que al final Dios me perdonó. Es su oficio, dijo un filósofo alemán. Ahí les dejo el cuero.

DIBUJO DE JUDAS
Leonardo escribió lo siguiente cuando se documentaba para pintar su Judas en La Última Cena: “Así que desde hace un año, tal vez más, todos los días, por la mañana y por la tarde, acudo al Borghetto, donde hay la más baja e innoble ralea, gentes muchas de ellas depravadas y perversas, con la esperanza de encontrar un rostro de tan maligno personaje”. (El pensamiento del artista sobre su personaje está incluido en un documentado y bello libro, “Leonardo, el vuelo de la mente” del inglés Charles Nicholl. No se lo pierdan).
 

Gracias, Judas Iscariote 

 Por Pompilio Iriarte

Gracias, Judas Iscariote, 

gracias sean dadas a ti. 

Por tu traición al Rabí, 

Caifás, Sumo sacerdote, 

organizó el despelote 

que el evangelio nos canta: 

esa cruz que se levanta 

entre dos rudos ladrones. 

Gracias a ti hay vacaciones 

de pascua y semana santa.  

Pompilio Iriarte 

9/04/2023 

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