Martes de la luenga lengua: Lóbrego-a, tema, pisca-pizca, haber

QUISQUILLAS DE ALGUNA IMPORTANCIA  

por  Efraim Osorio López.

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En resumen, los dos adjetivos toman cada uno significados diferentes del adjetivo latino del que proceden. 

Para Cicerón, ‘lubrica via’ era un ‘camino resbaladizo’. En latín, el adjetivo ‘lubricus-a-um’, del que procede el nuestro ‘lóbrego-a’, significa ‘resbaladizo, desgastado, liso; peligroso, arriesgado; dudoso, falaz”. En castellano, ‘lóbrego-a’ quiere decir únicamente ‘oscuro, tenebroso; triste, melancólico’.  Podemos, entonces, calificar de ‘lóbregas’ las noches oscuras y las cuevas profundas, y de ‘lóbregos’, los estados de ánimo desesperados. Pero no, las manos de los seres humanos, como lo hizo el muy buen columnista Juan Álvaro Montoya en la siguiente declaración: “…la candidez y suavidad con la cual se dirige el alto comisionado Danilo Rueda hacia Iván Mordisco, recuerdan un tímido reclamo de un niño que, aterido, se acerca hacia su atacante para buscar la mano lóbrega de quien le causa dolor” (LA PATRIA, 25/5/2023). “…la mano traicionera”, quizás. Nota: aunque los adjetivos ‘lóbrego’ y ‘lúbrico’ proceden ambos del latino ‘lubricus’, como se dijo, no son en realidad sinónimos. En efecto, ‘lúbrico’ tiene tres acepciones: además de ‘resbaladizo’, ‘propenso a la lujuria’ y ‘libidinoso’. Para entender mejor esto, transcribo lo que de ‘lóbrego’ dice Corominas: “’Muy oscuro’, h. 1250. Adjetivo común al castellano y portugués, de origen incierto, probablemente del latín LUBRICUS, ‘resbaloso’, que ya en la Antigüedad significaba también ‘engañoso’, ‘peligroso’ y ‘pecaminoso’, y de ahí parece haber pasado a ‘tenebroso’ y ‘triste’. En resumen, los dos adjetivos toman cada uno significados diferentes del adjetivo latino del que proceden. ***

Por estos pueblos de Dios se le dice ‘la tapa del congolo’*, o simplemente ‘la tapa’, a lo peor de algo, a lo máximo a que puede llegar una mala acción, o cosa parecida. O a un error. Así se le puede decir  a la pregunta del ‘Sondeo’ de LA PATRIA del 28 de mayo de 2023 en la que emplea la manoseada y abusada palabra ‘tema’ de la manera más equivocada posible: ¿Cuánto invirtió en temas para afrontar la falta de gas? “Me pregunto, -comenta el corresponsal Razuvi- ¿cómo hace uno para invertir en temas? ¿En cuáles temas?”. A no ser que una hornilla eléctrica o la leña sean ‘temas’, añado. Y hay otros usos inútiles de la palabreja esta, por ejemplo, ‘hoy hablaremos del tema del calentamiento global’, en lugar de ‘hoy hablaremos del calentamiento global’.  *Siempre pronunciamos ‘congolo’, palabra grave, pero castizamente es esdrújula, ‘cóngolo’, colombianismo, planta trepadora de la familia de las leguminosas. ***

Antes de la creación de Eva, y aprovechando que el Señor había bajado “a darle vuelta a la finca”, lo que hacía cada ocho días, Adán se le acercó y le dijo: “Pues era que yo le iba a decir que… que me diera a mí también una compañerita. Ya ve que el tigre tiene su tigra, el hipopótamo su hipopótama (…) y hasta el pisco tiene su ‘pisca’. El único que está aquí varado soy yo” (Rafael Arango Villegas, “Cómo narraba la Historia Sagrada el maestro Feliciano Ríos”). ‘Pisco’ es un colombianismo por ‘pavo’, cuya hembra es la ‘pisca’, que no debe confundirse con pizca’ (“porción mínima o muy pequeña de algo”), como lo hizo el columnista Camilo Vallejo Giraldo en esta oración: “Haría diferencia el candidato que encuentre cómo hacer que una pisca de innovación pase del emprendimiento a las instituciones” (LA PATRIA,  29/5/2023). “…una pizca de innovación…”, así. Entre otros, sinónimos de ‘pizca’ son ‘brizna, chispa, insignificancia, meja, miaja’, etc. Significa también ‘pellizco’, y su verbo es ‘pizcar’ (“tomar una mínima porción de algo” y “pellizcar en la piel”). ***

Es posible que haya sido apenas un ‘gazapo’, es decir, un descuido, un error involuntario, pero así quedó impreso y ya no hay manera de enmendarlo: “Han habido buenas, regulares, malas y pésimas EPS e IPS…”  (LA PATRIA, editorial, 29/5/2023). Aludo al plural del verbo ‘haber’ en esa afirmación. La norma, suficientemente conocida, es que, cuando ese verbo significa ‘existencia’, se conjuga siempre en singular, sin excepciones: “Ha habido buenas…”; ‘habrá inundaciones’, ‘hubo incendios forestales’, ‘hay muchos accidentes de motociclistas’.

El lenguaje en el tiempo

Por Fernando Ávila/ El Tiempo

Cita: “Lo que encontraron fue un ‘oso’”, dice el personaje en la caricatura de Guerreros, referido a la búsqueda de los niños de la avioneta accidentada en el Guaviare.

Comentario: Me recuerda gratamente que en la primera edición de mi libro Español correcto para dummies, 1997, cuando creé el ícono “No haga el oso” para identificar errores con los que el lector podía quedar en ridículo, tuve que explicar a mis lectores de otros países qué significaba en Colombia “hacer el oso” (‘hacer el ridículo’).

También usé ese mismo título para una sección de Blu Radio dedicada a identificar metidas de pata de políticos, columnistas y periodistas, a fin de solazarnos un rato en esas agradables mañanas radiales, comentando entre risas y aplausos los lapsus más destacados de la semana. La expresión “hacer el oso” se fue popularizando de tal manera que ahora la incluye el Diccionario de la lengua española, DLE, 2014, como locución coloquial con que se indica que alguien ‘se expone a la burla o lástima de la gente, haciendo y diciendo tonterías’. Ya, el Diccionario de americanismos, 2010, de la Asociación de Academias de la Lengua Española, había registrado la palabra “oso”, como sustantivo usado en Colombia para referirse a la ‘vergüenza o timidez que siente alguien al hacer o decir algo’, y en México, para referirse al ‘ridículo, propio o ajeno’.

(Puede leer: Ortografía/ ¿Y como para qué habría que cambiarle el nombre al español?).

Gazapera

Cita: “representaciones diplomáticas que aún no tienen embajador posesionado, como por ejemplo Francia, Suecia, Perú, Japón y Dinamarca”. Mejor: “… embajador posesionado, como Francia…”, pues “como” y “por ejemplo” son sinónimos en casos como este. Sobra “como” o sobra “por ejemplo”.

Cita: “Se puede citar el caso de Camilo Romero, ex precandidato presidencial del Pacto Histórico”. Mejor. “… exprecandidato presidencial…”, pues los prefijos van unidos al sustantivo al que se anteponen, así sean dos, “ex” (‘que dejó de ser’) y “pre” (‘antes de’).

Cita: “Su fortuna se estima en unas 19.000 millones de libras esterlinas” (As). Mejor: “… unos 19.000 millones de libras esterlinas”, debido a que el artículo debe hacer concordancia con “millones” (masculino) y no con “libras esterlinas” (femenino).

Cita: “Recordé la primera vez que la había conocido” (Lady Masacre). Mejor: “recordé la primera vez que vi”, para evitar la redundancia, pues la primera vez que la ve es cuando la conoce.

(Además: Ortografía/ En lugar de ‘posteó’ escriba ‘publicó’, ‘subió’ o ‘colgó’).

Cita: “para evitar que los estudiantes adultos mayores no se lesionaran” (Noticias Caracol). Mejor: “para evitar que se lesionaran los estudiantes adultos mayores”, y no “para evitar que no se lesionaran”, pues esta última forma equivale a “conseguir que se lesionaran”.

Cita: “A mí también me gustan mucho los hijos de Uribe, Jerónimo y Tomás, me parecen muy sexys” (Soho). Mejor: “… me parecen muy sexis”, ya que las formas inglesas sexy y sexys tienen como versiones españolas “sexi” y “sexis”, debido a que en nuestro idioma solo terminan en i griega (y) las palabras que finalizan en los diptongos -ay, -ey, -oy, -uy, como Uruguay, carey, estoy, Cocuy.

Cita: “jeans” (comercial de 3D). Mejor: “yines”, plural de “yin” (Diccionario de americanismos, 2010), formas españolas del inglés jean y jeans. También existe en español la forma “bluyín”, cuyo plural es “bluyines” (Diccionario de la lengua española, DLE, 2014).

 

Preguntas: [email protected]

DESCACHADAS IDIOMÁTICAS

Por Jairo Cala Otero

1.- «En un principio los médicos señalaron que serían necesario al menos otras seis semanas de gestación…». El diario Vanguardia informaba que una madre falleció luego de permanecer conectada durante varias semanas a un respirador artificial, en una clínica de Bucaramanga. El desconocimiento del idioma español entre los nuevos periodistas «formados» en universidades es fatal. Para escribir noticias (y otros textos) lo básico es saber gramática, pero ellos sólo se sienten orgullosos del cartón que colgaron de una puntilla en una pared; la gramática no les interesa, por lo que se deduce de las repetitivas metidas de pata en la redacción de las informaciones. En esta cita se mezcló un verbo en plural (serían) con un adjetivo en singular (necesario) frente al sustantivo semanas (plural). ¡Horrorosa y agramatical mezcla! Corrección: «En un principio los médicos señalaron que serían necesarias, al menos, otras seis semanas de gestación…». 

2.- «A seis años de la muerte de joven universitario el expediente sigue –a paso de tortuga– su trámite». Cuando la aprestigiada revista Semana publicó esta frase, a un estudiante universitario (muerto en extrañas circunstancias) todavía no lo habían matado, según dice esta errónea redacción. Sin embargo, la cruda realidad era que el homicidio había ocurrido hacía seis años. Lo que dice la locución «a seis años de la muerte» es que faltaban seis años para que lo mataran. ¡Periodistas profetas! Además, el inciso («a paso de tortuga») no era indispensable. Corrección: «Seis años después de la muerte de joven universitario, el expediente sigue su trámite a paso de tortuga»; o también: «Tras seis años de la muerte de joven universitario, el expediente sigue su trámite a paso de tortuga». 

3.- «Regresaron a su hogar indígenas Yukpa que se habían asentado de Bucaramanga». Título en publicación del diario Vanguardia. Veamos: 1.- Los indígenas no retornaron a su hogar, sino a su lugar de origen. Eran 37 personas, no formaban un único núcleo familiar; luego pertenecen a varios hogares. 2.- Los nombres de las etnias indígenas no llevan mayúscula inicial, como lo escribieron para yukpa. 3. Por el uso de la preposición ‘de’ entre el participio asentado (del verbo asentar) y el sustantivo propio Bucaramanga, se colige que el redactor confunde el verbo apoderar con el verbo asentar. La preposición ‘en’ era la indicada. Los indígenas no se habían apoderado de Bucaramanga, se habían asentado en un pequeño territorio de ella. De asentar dice el diccionario: «Establecerse en un pueblo o lugar». Recomposición del título: «Regresaron a su tierra indígenas yukpa que se habían asentado en Bucaramanga». 

4.- «Hasta el momento era un vespertino que aparecía en las tardes…». Descubrimiento que hizo el diario El Tiempo en referencia a su colega El Espectador, cuando este volvió a ser matutino tras una época en que fue vespertino. Quienes culpan enteramente a la tecnología de los desastres en la escritura y la ortografía no están «tibios» siquiera. Ese es un mal de todos los tiempos, no de ahora. Hasta la Biblia aparece con muchos desaciertos en esos aspectos, seguramente por malas traducciones. Esta cita es de una redundancia mayúscula, puesto que, si El Espectador era un vespertino, ¡por Dios bendito!, tenía que circular por las tardes; eso es obvio. Es tanto como «aclarar» que los periódicos matinales circulan por las mañanas. En el otrora periódico de las familias Santos Calderón y Santos Castillo debieron escribir: «Hasta el momento era un vespertino…»; o también: «Hasta el momento era un periódico que circulaba por las tardes…».

5.- «No había palabras para describir el dolor que se sentía ayer en la tarde en el aeropuerto Palonegro en Lebrija tras el arribo del féretro del cuerpo sin vida del subintendente de la Policía Nacional Ángelo Raúl Martínez Arévalo, asesinado en el atentado terrorista del Eln en Tibú, Norte de Santander». La muletilla «no había palabras para describir…» y su similar «no tengo palabras para expresar…» son una confesión de que la persona no tiene suficiente vocabulario, o que no consulta un diccionario a la hora de escribir. ¡Palabras sí hay! En español podemos encontrar más de cien mil vocablos para comunicarnos bien. Expresiones como la usada por un periodista del diario Vanguardia (Bucaramanga), les restan fuerza a las oraciones gramaticales y le aportan pobreza a la presentación de las noticias. Segundo error: las siglas se escriben en mayúsculas, si no sobrepasan cuatro letras, como ELN. La terquedad de algunos no los deja aprender. Error tres: si trasladaban un féretro, obviamente contenía un muerto («cuerpo sin vida» es expresión maquillada, o eufemismo). Pudieron haber escrito: «Intenso dolor se sintió ayer en la tarde en el aeropuerto Palonegro, en Lebrija, al llegar el féretro del subintendente de la Policía Nacional Ángelo Raúl Martínez Arévalo, asesinado en el atentado terrorista del ELN en Tibú, Norte de Santander». 

6.- «Consenso entre Biden y republicanos por la deuda, Estados Unidos evita el default». Los anglicismos (vocablos del inglés) son tan inútiles como las tetillas en los hombres. Cuando esas palabras se usan mezcladas con frases en español, como lo hicieron en esta oración gramatical en el periódico El Espectador, se afea la expresión y se deja en nebulosas a quienes no saben nada del inglés. Mientras tengan traducción al español, tales vocablos deben ser castellanizados, como lo recomiendan las autoridades idiomáticas. Un default es un impago, o un incumplimiento de las obligaciones económicas legales o condiciones de un préstamo. Luego en el diario bogotano debieron escribir en español completo: «Consenso entre Biden y republicanos por la deuda, Estados Unidos evita el impago». (O evita atrasarse en los pagos; o evita incumplir los pagos).

7.- «Descarado cuenta que se cola en Transmilenio así tenga dinero». En una noticia firmada por Camilo Andrés Jaimes Osorio en la página de Internet de RCN Radio, se le coló mal el verbo irregular colar. No se dice ni se escribe «se cola», sino se cuela. Es la tercera persona del modo indicativo en tiempo presente del verbo colar. El colado también anda perdido, pues, según decía la noticia, declaró: «Aquí se les cola hasta un elefante». Corrección para el redactor y para el colado al sistema de Transmilenio: «Descarado cuenta que se cuela en Transmilenio, aunque tenga dinero».

8.- «Lina Tejeiro confesó el motivo de su separación con Juan Duque». Título en la página de Internet de Los 40. Nadie se separa con alguien, lo que sí hace es que se casa o se vincula con alguien. Una persona que ya no desea vivir más con otra lo que hace es separarse de ella. En este caso, como en tantos otros que suceden a diario en los medios periodísticos, la preposición está mal empleada; no era con sino de. Así: «Lina Tejeiro confesó el motivo de su separación de Juan Duque».

9.- «Vivo súper agradecida con Dios. Yo doy gracias por todo, todo el día». Afirmación de Diva Jessurum, presentadora colombiana de televisión, a raíz de un cáncer de seno, que ya superó. El vocablo súper (con tilde) tiene dos significados: 1. «Dicho de la gasolina: de octanaje superior al considerado normal». 2. Es acortamiento del sustantivo supermercado. La gratitud ni es gasolina, ni es supermercado, como lo insinúa Diva. Por tales razones lo aconsejable es escribir tal palabra como elemento compositivo de otra, es decir, unida: superagradecida (sin tile).

10.- «La querían robar, pero era experta en artes marciales y le dio una paliza al ladrón». Título noticioso en la página de Internet de Blu Radio. El primer verbo (querían) está en plural, mientras que el sustantivo ladrón está en singular. ¿Cuántos ladrones querían robar a la experta en karate? Si era más de uno, cabe el plural del verbo; si apenas era uno, cabe el singular. Ese solecismo se llama discordancia de número gramatical. Entonces: «La quería robar, pero era experta en artes marciales y le dio una paliza al ladrón». Más corto: «Ladrón falló y recibió golpiza de una karateca».

11.- «La periodista señaló que Jordi Martin, paparazi que viene haciendo la vida de Shakira hace 12 años, fue quien dio a conocer lo que haría la cantante barranquillera». Cita de la página en Internet de Noticias Caracol Televisión. Según se lee, la vida de Shakira no ha sido terminada todavía, está incompleta; pero un periodista «superpoderoso» remplazó a Dios para terminarla. Hace 12 años que ese paparazzi (así se escribe), intenta ejecutar lo que al Todopoderoso le faltó en la cantante colombiana. Corrección: «La periodista señaló que Jordi Martin, paparazzi que sigue a Shakira hace 12 años, fue quien reveló lo que haría la cantante barranquillera».

12.- «Nicolás Alcocer Petro, hijo del presidente Gustavo Petro y de la primera dama Verónica Alcocer…». ¿En qué andaría pensando el redactor de esta frase en una nota de la revista Semana? El mundo le funciona al revés, por lo que refleja su desacertada combinación de los apellidos del diputado Nicolás. Si Gustavo Petro y Verónica Alcocer son los padres de Nicolás, es obvio que el «juicioso muchacho» se llama Nicolás Petro Alcocer. Aunque no lo haya criado el excombatiente del M-19, como aclaró él mismo; lo que importa es que sí aportó sus espermatozoides para que Nicolás hoy exista. Dos: el título que la prensa le regaló (hace varios lustros) a quien es esposa del presidente de turno en Colombia, es una expresión adulona o servil; además, ese cargo no existe en el organigrama gubernamental. Entonces, Semana debió publicar: «Nicolás Petro Alcocer, hijo del presidente Gustavo Petro y de Verónica Alcocer…».

LA MORTAJA DE JORGE VILLAMIL

Y como hoy el compositor huilense Jorge Villamil estaría cumpliendo hoy  94 años propongo escuchar una de sus composiciones en la voz de Helenita Vargas: www.youtube.com/watch?v=9gX1F

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