Por Octavio Quintero
La idea original de Thomas Piketty sobre un pago único de cierta suma incondicional a los jóvenes al llegar a la adultez para combatir la desigualdad, es la base de la tesis que ponen ahora en discusión académica los investigadores sociales Guillem Vidal-Lorda, Andreas Thiemann, Leire Salazar y José A. Noguera, con base a las condiciones socioeconómicas de los jóvenes de Alemania, Italia, Irlanda y Finlandia.
“Encontramos –dicen—que, bajo algunos parámetros, una UI reduciría significativamente la desigualdad y podría financiarse con mayores impuestos a la riqueza, el patrimonio y las herencias, en síntesis, gravando al 1 % más rico.
La idea de una herencia universal, muy controvertida al principio, ha ido ganando peso recientemente entre los académicos preocupados por la creciente desigualdad global. Davos, donde se encuentran reunidos hoy los más ricos del mundo, es, paradójicamente plataforma del último informe de OXFOM sobre desigualdad global/2023:
Una enorme concentración de poder empresarial y monopolístico está exacerbando la desigualdad en la economía mundial. Los cinco hombres más ricos del mundo han duplicado sus patrimonios en tres años a base de exprimir a sus trabajadores/as, evadir y eludir impuestos, privatizar los servicios públicos y alimentar el colapso climático… Al mismo tiempo, el patrimonio de 5.000 millones de personas se ha reducido. Las penurias y el hambre son una realidad cotidiana para muchas personas alrededor del mundo.
Para poner fin a la desigualdad extrema, los gobiernos deben regular de manera drástica el poder económico de los multimillonarios y sus grandes empresas. “Podremos lograr un mundo más igualitario siempre y cuando los gobiernos reinventen eficazmente el sector privado”, se lee en el informe de OXFAM.
