Por Juan Carlos Rincón, Londres (www.blog.rinconde cata.com)
Mientras los ciclistas que disputan la Vuelta a España 2020 “descansaban” rodando suave en las carreteras alrededor de Vitoria-Gasteiz, la sede del gobierno autónomo del País Vasco y del Lehendakari (el primer ministro), en Londres @Rincondecata dormía profundamente después de una semana de locura vinícola-ciclista con el desarrollo simultáneo del Giro d’Italia y la Vuelta.
La histórica ciudad vasca es capital de la provincia de Alava y sus calles principales están bautizadas con los oficios de los gremios, herrería, tintorería, cuchillería y otros más; probablemente habrá una llamada bicicletería! Su nombre compuesto es un compromiso político, Vitoria en español y Gasteiz es el nombre vasco.
Tal vez algunos de los ciclistas se dieron una vuelta por las famosas bodegas vinícolas de la región de Rioja Alavesa y su arquitectura moderna y exótica de los genios polémicos, como la mundialmente conocida Márques de Riscal diseñada por el estadounidense Frank Gehry o Ysios, de la mano del español Santiago Calatrava.
Al reanudarse este martes, la Vuelta ingresa en una de las principales y más famosas regiones del vino, que le ha dado a España renombre mundial y un espacio en las mesas de los restaurantes más famosos e importantes del planeta: La Rioja. Específicamente en la zona norte de la Denominación de Origen Calificada, y la más pequeña; Rioja Alavesa.
Rioja es la D.O líder de España y significa vinos presentes en más de 120 países del mundo, 14.800 viticultores, y 350 millones de botellas producidas por 567 bodegas ubicadas en 144 municipios de tres zonas definidas. De Rioja y sus vinos hablaremos esta semana.
El lunes de descanso, la Vuelta 2020 con Vinos de España, siguió trabajando pero con menos estrés y más dulzura, tomando un vino especial y merecido después del doble e intenso trabajo periodístico de la semana, que culminó el domingo con la victoria del inglés Tao Geoghegan Hart en el Giro de Italia y el liderato del ecuatoriano Richard Carapaz en la Vuelta a España: un Pedro Ximénez, un vino de uvas pasas elaborado con el método Solera por la Bodega Robles, que es considerado entre los 50 mejores vinos del mundo y en 2016 fue seleccionado como el mejor vino dulce de España.
La uva Pedro Ximénez, también conocida como PX, es una variedad blanca española que se cultiva mayoritariamente en la región de Montilla-Moriles en Córdoba (6.160 hectáreas), donde se utiliza para elaborar un vino de postre intensamente dulce y oscuro, secando las uvas al sol y concentrando su dulzor -como los vinos de paja, Paille-, un vino espeso con fuerte sabor a pasas y melazas que se fortifica y envejece en solera. La uva también se cultiva en Andalucía, Castilla La Mancha, Extremadura, Valencia, Catalunya y en Australia, pero principalmente para mezclar con otras variedades.
Los ampelógrafos pensaban que la Pedro Ximénez se originó en algún lugar de Andalucía, donde se cultiva desde el siglo 17. Hay textos de 1618 que hablan del vino de “Pedro Ximénez de Málaga”. En 2007, el análisis de ADN demostró que Pedro Ximénez desciende de la uva árabe de mesa Gibi, que se cultivó en la península ibérica y el sur de Francia y posiblemente llegó durante el período Al-Andalus de dominio árabe. El mismo estudio encontró que Gibi es pariente de la variedad Alarije, empleada en los vinos de Extremadura. Lo que no es claro es el origen del nombre, aunque en 1905 el ampelógrafo francés Joseph Roy-Chevrier afirmó que fue llamada así por el pueblo de Jiménez, en Sanlúcar de Barrameda.
Bodegas Robles fue fundada en 1927, en la sierra de Montilla por Antonio José Robles y su esposa Pilar, que adquirieron los viñedos de la Toledana, el Canillo, Cabriñana y Cañada del Navarro. Su hijo Francisco construyó en 1975 la bodega actual en las afueras de Montilla. Hoy está al frente la tercera generación de la familia, los hermanos Pilar y Francisco Robles que practican la agricultura ecológica.
Es una bodega absolutamente familiar. Pilar la dirige, Francisco -tiene formación de enólogo- es el gerente y embajador, el jefe de bodega es Vicente Martínez Robles y la producción de la gama de vinos que va desde blancos y tintos tranquilos, hasta espumantes, dulces y Vermouth (vermut), está a cargo de la enóloga Rocío Márquez. El vino ícono es el Pedro Ximénez Selección de Robles 1927 (Oro).
Elixir de uva en una botella.
Es un vino sublime. La uvas pasificadas provienen de una solera original de 1927 (año de fundación) que se refresca ligeramente cada año con vinos más jóvenes; en esencia tiene de base un vino con más de 90 años!
Un vino de Montilla-Moriles de este tipo es un elixir de dulce y frescura increíble y una experiencia única. Lo había catado hace varios años junto con los Master of Wine Pedro Ballesteros y Sarah Jane Evans durante mi participación como jurado en el panel de vinos de España en los premios Decanter y le otorgamos la nota más alta en ese momento: 98 puntos.
La botella que hoy presento tiene diez años más y la he ido consumiendo con mucha lentitud en las navidades. Un vino dulce de esta dimensión, solo, sin acompañamiento, es el postre perfecto, con una persistencia en boca de varios minutos, un deleite de sabores de fruta pasa, jalea de membrillo, toffee, caramelo, melazas, cacao dulce, miel manuka, naranjas y unas notas minerales muy leves.
Otra forma de apreciarlo es con quesos cremosos de fermentación tipo azul, el gorgonzola italiano o el Stilton inglés, que fue el compañero perfecto de esta tarde en dos variedades; el tradicional y otro con arándanos. Espectacular y relajante conexión para combatir el frío suave del otoño londinense en mi terraza.
El vino es tan equilibrado y redondo en boca, que su intenso dulzor no es para nada empalagoso y su acidez natural en el retrogusto alarga el placer y el deleite. Tiene 15%Vol de graduación alcohólica que no se perciben por el sabor dulce y las notas finales ligeramente mentoladas. Con el Stilton tradicional más salino, armonizó mejor, pero con el de arándanos me evocaron un plato de cuajada de queso con melado de caña pero se siente mas elegante y fresco. Y de su color y densidad basta simplemente apreciar la fotografía y como ha impregnado la elegante botella.
Creo que el remanente llegará hasta la Navidad 2020, para celebrar y valorar la vida en un año tan atípico, difícil y doloroso por los efectos de la pandemia del Covid-19 en la humanidad. La próxima ocasión lo beberé con una copa de helado, que debe ser otra armonía muy interesante; tal vez de mango para potenciar el dulce, o de limón para contrastar su acidez y encontrar otro equilibrio.
Mientras llega esa ocasión les invito a continuar desde este martes con las uvas y los vinos de Rioja. Salud.
* Sitio web de la Bodega Robles. www.bodegasrobles.es