Por Jairo Cala Otero
1.- «Vendemos cortinas ya confeccionadas»: Con este anuncio, un almacén de Bucaramanga promociona el producto en cita, utilizado en las ventanas de las casas. Es obvio que, cuando de comprar cortinas se trata, ellas tienen que estar confeccionadas, de lo contrario, ni son cortinas ni ninguna otra cosa; simplemente, serán telas. El caso sería diferente, si el aviso hablara de «telas para cortinas». Pero si quien compra no tiene que confeccionarlas, sencillamente se llaman cortinas. Entonces: «Vendemos cortinas»; «Vendemos telas para cortinas».
2. «Uso de casco obligatorio»: A la entrada de un edificio en construcción, leí un letrero que decía: «Uso de casco obligatorio». Si alguien se diera a la tarea de preguntar, en distintas partes, por los «cascos obligatorios», ¡no los encontraría jamás! Lo que ocurre es que aquel letrero fue escrito sin sintaxis, esto es, sin coordinación de las palabras. Debieron escribir: «Uso obligatorio de casco». En materia gramatical, también estamos «obligados» a ubicar bien las palabras.
3. «Emprenderemos una campaña agresiva contra…»: En un país envuelto por el turbión de la violencia, se volvió «estilo oral» el utilizar expresiones que denotan agresividad. Lástima grande que así sea. En la expresión aludida no existe imprecisión idiomática alguna. Sencillamente, la cito para llamar la atención sobre cómo el lenguaje también influye negativamente en la conciencia colectiva; de allí se derivan conductas indeseables, que afectan a todos por igual. Sería más conveniente decir: «Emprenderemos una campaña enérgica, vigorosa, entusiasta, etcétera». Bueno sería que publicistas, periodistas y locutores emprendieran una campaña vigorosa para «bajarle el volumen» a tanta agresividad verbal.
4. «Perenceja es una tontarrona»: Locución que se escucha con frecuencia entre quienes quieren calificar de tonta a una mujer. Pero lo dicen mal. El término correcto es tontorrona, con la vocal o en la segunda sílaba, en vez de la vocal a. Funciona como adjetivo y también como sustantivo. Y si la referencia es para un hombre tonto, entonces la palabra tontorrón le caerá bien.
5. «Está justicia si da pero lastima». El ciudadano Edinson Santos, lector del diario Vanguardia (Bucaramanga), se refería en un comentario a los tumbos que da el sistema judicial colombiano. Tiene toda la razón, mas no tino para escribir; porque en su expresión le puso tilde al adjetivo demostrativo esta, que no la necesita; en cambio, faltó la tilde en la palabra lástima. El sustantivo Justicia debe estar en mayúscula inicial cuando, como en este caso, se refiere al poder judicial. Y sobra la conjunción pero. ¡Es una lástima que no se sepa de ortografía ni de gramática para escribir correctamente! Corrección: «Esta Justicia da lástima!».
6. «… murió a las 5:30 de la mañana (…) en el Instituto Nacional de Cancerología de Bogotá de cáncer de esófago, lugar donde se encontraba hospitalizado desde hace varias semanas». Redacción farragosa en el periódico El Tiempo, en una noticia sobre la muerte de un reconocido sicario antioqueño. Técnicamente, se denomina galimatías una expresión confusa. El esófago no era el «lugar» donde estaba internado el matón, que es lo que indica esta mala oración gramatical. Tampoco estaba hospitalizado «hace varias semanas», sino hacía varias semanas, puesto que el paciente había expirado ya en el momento en que el redactor le dio trato de dos pesos a su idioma. Reparemos: «…murió a las 5:30 de la mañana (…), en el Instituto Nacional de Cancerología, donde estaba hospitalizado desde hacía varias semanas; falleció por cáncer de esófago».
7. «El caso se presentó en el barrio Palmira de Barrancabermeja…». Noticia divulgada en el diario Vanguardia, de Bucaramanga. Dos errores hay en tan corta oración gramatical: 1. El caso no se presentó, sino que ocurrió, se registró, sucedió… Solamente se presentan los fenómenos naturales (lluvias, granizadas, terremotos, huracanes, tormentas…); también se presentan las personas que no son conocidas aún por otras. Todo lo demás sucede. 2. El barrio se llama simplemente Palmira, no Palmira de Barrancabermeja. La coma es esencial para separar el nombre del barrio del nombre de la ciudad. Corrección: «El caso sucedió en el barrio Palmira, de Barrancabermeja…».
8. «Motociclista perdió la vida chocar con un tractocamión en vías de Santander». Otro error del diario Vanguardia. Raro este caso: un accidente que, según lo que decía el título noticioso, sucedió en más de una carretera al mismo tiempo. No se sabe si hubo bilocación (que existe), pero lo extraño es que ocurriera también con los vehículos involucrados; en los objetos no es posible la bilocación (estar en dos lugares al mismo tiempo). Lo real fue que el redactor usó plural para la palabra vía, pues el percance ocurrió en la carretera a Carare, en jurisdicción de Puerto Araújo, Cimitarra (Santander). Faltó, además, la contracción al. Corrección: «Motociclista perdió la vida al chocar con un tractocamión en vía de Puerto Araújo».
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