Columnas

Era un conversador de profesión, de los que sabía escuchar, y hablar cuando le tocaba.

La consigna de los negociantes maiceros es: diviértase mientras lo dejamos sin un peso

Cofrade literario y cómplice de la poesía, la tertulia y la bohemia.

Cualquiera piensa, el voto no es secreto.

Jamás fui invitado a ninguna de sus casas…

Se conformó, con su presencia, uno de los grupos más interesantes del periodismo radial en Colombia

Nadie sabe de qué es capaz hasta que lo sorprende la inevitable desdicha

Aceptan el mar porque les sirve de jacuzzi para bañar su fiereza.

Ha sido una de las plumas prodigiosas del periodismo paisa.