Cartas al pasado: Nunca es tarde para hacer esa lista de sueños

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Por Diego García MD. 

CEO epystemy.

“The bucket list” es una expresión del idioma inglés utilizada en Estados Unidos, originada de la frase “To kick the bucket” traducida como “patear el bote”, haciendo referencia al hecho de morir. Este término fue utilizado y popularizado por la película del mismo nombre, estrenada en el año 2007 y protagonizada por los actores Morgan Freeman y Jack Nicholson. The bucket list, puede entenderse como la lista de deseos o logros, que queremos realizar antes de morir. 

Cuando estaba próximo a terminar el bachillerato; mis familiares, profesores y amigos, me preguntaban: ¿Qué quieres hacer al terminar el colegio? A esa edad, aproximadamente 16 o 17 años, no tenía ni idea, solo sentía mucha presión. No comprendía realmente la pregunta, y yo solo pensaba: “hacer que con respecto a que”. Evidentemente en nuestra cultura, cuando hacen esas preguntas, quieren saber que voy a ser profesionalmente, es decir, si voy a ser: médico, ingeniero, abogado, etc. No me di cuenta, pero esa decisión que en ese momento era muy importante en vida, estaba siendo influenciada por la presión de otros. 

No me imagino si en esa época les hubiera dicho a mis papas: “no quiero estudiar, solo quería viajar o dedicarme a reflexionar”, probablemente me hubieran dicho: “que estaba loco, cómo iba a vivir o que van a decir mis familiares o los demás” algo por el estilo, creo yo. Estaba tomando la decisión más importante de mi vida en ese momento, y no quiero restar importancia al hecho de estudiar, agradezco profundamente el esfuerzo de mis padres por mi educación académica. 

Pero, tiempo después de terminar la universidad, de especializarme y seguir trabajando, me di cuenta que la vida es algo más que solo estudiar o laborar, y que esos dos aspectos hacen parte de la gran variedad de componentes que tiene la vida. Apenas me quedaba un espacio para vivir. Durante esa época, fueron varios los días que no me sentía motivado, estaba sin ganas, vivía en automático, hacia las cosas de forma mecánica, todo era una obligación. 

Un día, en una actividad que realizaron en la empresa para la cual trabajamos, nos dejaron como tarea escribir cuál o cuáles eran nuestros sueños en la vida. Confieso que fue una sorpresa para mí, todos los sueños de mi lista se relacionaban con el ámbito laboral o profesional, sentí un sabor un poco amargo, faltaba algo. Por otra parte, pensé que me había olvidado de mis sueños y me volví ciego, solo estaba concentrado en estudiar y trabajar, me imaginé como el estudiante que no estudia todo el año y quiere pasar los exámenes finales estudiando todo en una sola semana, si le va bien considera que es buena suerte y si le va mal, por el contrario que es mala suerte. 

No es mala ni buena suerte, simplemente es el resultado de lo que hacemos, así de sencillo, solo lo complicamos cuando tratamos de justificar todo lo que nos pasa, queriendo culpar a otros, incluso la suerte. Todo lo anterior por no tomar una actitud responsable, ser responsables es tener la habilidad de responder ante las situaciones o sucesos que ocurren en nuestras vidas. Como venía comentando con el ejemplo del estudiante, eso nos puede pasar en nuestra vida, vamos aplazando todo, y solo cuando sentimos la muerte cerca, por que nos dicen que tenemos cáncer o una enfermedad terminal, nos acordamos de vivir, de disfrutar todo lo que tenemos justo ahora.

Recuerda que el mejor momento, el momento perfecto es ahora. 

Nunca es tarde para hacer esa lista de sueños, es una lista es dinámica, puede y va a cambiar con los años, y si cumplimos con un sueño de la lista, podemos adicionar un sueño más, debemos evitar convertirlo en una lista de cosas que no hacemos y por ende nos sentimos frustrados o por el contrario una competencia por querer hacer todo rápido y ya. La vida no se puede resumir en: nacer, estudiar, trabajar, casarse, tener casa, finca, hijos y perro o gato. El sabor de la vida está en disfrutar la familia donde nací, gozar con los amigos del colegio y la universidad, aprender y esforzarse con los compañeros del trabajo, la dicha de llegar a la casa en arriendo o propia, de pasar tiempo de calidad con los hijos. La vida es mucho más que los títulos profesionales o cosas materiales.  

Evitemos coleccionar objetos, y dediquémonos a coleccionar recuerdos, que nos saquen una sonrisa en nuestros momentos más difíciles, que nos motivan a seguir adelante, que nos hagan querer vivir al máximo, no a medias.   

Nunca será tarde para hacer la lista de sueños; simples o elaborados, muchos o pocos. ¿Qué es una vida sin sueños? Es el momento de disminuir un poco la velocidad que llevamos por la autopista de la vida, de ver que es lo que realmente nos importa y trabajar en busca de ello.  

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