Carta abierta: ¡Un S.O.S. por Colombia!

Bandera de Colombia Imagen pixabay.com

Por Senén González Vélez

A los congresistas de todos los partidos políticos, a las organizaciones gremiales y civiles, a los gobiernos regionales, y a los medios de comunicación de Colombia y el mundo. Apreciados varones y damas de la patria y del Caribe Colombiano. Medios de Comunicación Nacionales e Internacionales, Organizaciones Gremiales y Civiles, y a los países amigos. Muy distinguidos compatriotas y amigos de la libertad, de la democracia y respetuosos de las constituciones o de la Carta Magna.

Hoy, a través de esta publicación en modo «agonía», para no decir de súplica, quiero expresarles mis sentimientos e impresiones con el mayor respeto, pero con firmeza y amor patrio, aunque me cueste una infortunada antipatía que podría originar el que se me catalogue como un arrogante ciudadano de presumidas pretensiones. Siendo un desconocido para muchos, he tenido la osadía de asumir una vocería independiente y voluntaria, apolítica por mi propia decisión, para pedirles con urgencia a ustedes, Honorables Congresistas, más acción y resultados, con un puntual esmero de responsabilidad, carácter, independencia y dolor de Patria ante la encrucijada en la que estamos en Colombia, en la que se pone en juego la democracia a cambio de una dictadura de pseudo-izquierdas progresista, con rasgos muy marcados de tiranía.

Colombia está en peligro, honorables miembros de nuestras Cortes, Congresistas, Oficiales reservistas y activos en disposición de salvar la Patria. A ustedes notables medios de comunicación independientes. Al Sistema empresarial y bancario. A las organizaciones sindicales y estudiantiles, que aman y defienden las libertades.

Estamos a punto de perder la democracia, y de pisotear el Estado de Derecho. Por ello, interpretando el sentimiento colectivo, que está muy prevenido, preocupado, molesto, y a la vez decepcionado, quiero elevar mi voz de alarma para que llegue al corazón de los latinoamericanos demócratas, a las comisiones imparciales de los Derechos Humanos, al gobierno de los Estados Unidos en manos del presidente Joe Biden y su Congreso; al señor Presidente Javier Miley de Argentina; al señor Presidente Nayib Bukele de El Salvador; en general a todos los demócratas opuestos al pseudo-progresismo, para que nos ayuden y nos brinden, desde otros escenarios, el apoyo moral para enfrentar la situación que vive el país. Si no se frena a tiempo, nos podría llevar a las guerrillas, al horror o al mismísimo terrorismo, y/o a una viva y fiel copia de otros como Venezuela o Cuba, y por qué no, de Nicaragua, rodeada de corrupción, destrucción de la democracia, y de las creencias en un ser superior, ya sea Dios para mí, o el universo y la energía para otros.

Es muy lamentable ver las «holguras» de los que manejan los hilos de los gobiernos, y más triste aún la ruina económica, social, de convivencia y pobreza absoluta, que alteran los sentimientos ciudadanos, y que nos conducen al desastre al aplicar estos ensayos que, pese a haber fracasado, se insiste en seguir. Solo hay una razón: «Concentrar el poder económico en una ideología egocentrista y dictatorial. Es allí cuando surge la miseria y se concentra la riqueza en el poder». Valdría la pena saber, ¿cuántos del progresismo han salido pobres durante sus mandatos? –Investiguen.

Asumamos una posición firme recurriendo a la potestad del Congreso de la República para seguirle un juicio político al presidente Petro, como ocurrió con el corrupto presidente Pedro Castillo, del Perú, cuando saltan claramente a la vista todas las pruebas de que su elección a la primera magistratura del Estado está viciada de nulidad, al haber violado flagrantemente los topes económicos de la campaña que desarrolló, además de los compromisos evidentes que hizo, como el de la Cárcel La Picota, para conseguir votos.

Asimismo, adjunto la columna de opinión del dirigente empresarial Bruce Mac Master a continuación…

Invito a todos los empresarios, dirigentes cívicos y gremiales, a todas las fuerzas vivas de la ciudadanía, para que dejen la apatía que hoy tienen, pensando que en Colombia no va a ser igual que Venezuela, Cuba o Nicaragua. Invito de manera formal a todos los miembros de nuestras Fuerzas Armadas y policiales de Colombia, a reflexionar en favor de la Patria y del cumplimiento de la Constitución y de la Ley, porque ustedes están investidos para defendernos, y no para recibir órdenes del tirano que esté de turno, y que las armas siempre deben ser garantes de nuestra libertad y de nuestra democracia y jamás al servicio de los tiranos.

Saquemos lo mejor de nuestra tradición histórica de valientes hombres, que antaño lucharon por nuestra independencia, con el coraje suficiente para enfrentar a invasores y piratas, a que los imitemos en estos momentos tan difíciles que le vienen a la Nación, reaccionando contra este gobierno pseudo-izquierdista comunista del presidente Petro, que va camino a la dictadura total, y cuyas actuaciones dentro de su administración son cada día más caóticas, desacertadas e ineptas, en detrimento total del país, que se está sumiendo lentamente pero a pasos agigantados hacia la debacle total, sin rumbo pero con la meta de convertirla en una nación socialista, que no es otra cosa que el comunismo puro y duro, como Cuba, como Venezuela o como Nicaragua.

Asumamos una oposición defensiva, pacífica, recurriendo a la vía de la institucionalidad, de la ley. Repito, de forma pacífica. Nuevamente lo reitero. Pero dejando eso sí a un lado la indiferencia, la apatía que nos igualen al de una patria boba a punto de fallecer que se arrodilla en lugar de estar en pie, y jamás hacerle la venia al tirano, para hacer el papel del sublime vasallo, como ha ocurrido con quienes vendieron su dignidad “por unos dólares más”.

«Soy un humilde y simple colombiano, cristiano de FE, y amante de la justicia social, pero sobre todo de la equidad, porque me incomoda el atropello y más quienes violan las leyes. Por esa razón, me aterra la forma parsimoniosa en que se está llevando a cabo la investigación en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, cuando varios de sus miembros son abiertamente genuflexos y verdaderos e inocultables seguidores del gobierno de turno, que sin pudor alguno, pareciera que sí pero no, tienen en sus manos la decisión del juicio político que lo llevaría a la salida inobjetable del poder que adquirió, por violar la Constitución y la ley».

La característica que distingue a un ser justo, es no tener en cuenta la ideología, para que prime la buena razón en la aplicación de la justicia. La justicia debe ser ciega, de ojos vendados, pero no con un sutil y disimulado orificio para poder claudicar. ¡Colombia merece una justicia que no titubee ante el poder y que garantice la equidad para todos, sin excepción!

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