Eligio Palacio Roldán
Para llegar al cielo, quizás, sería mejor mirar desde abajo, con humildad, caridad humana, solidaridad y no por encima del hombro. En últimas lo único cierto es que al morir quedamos bajo tierra, el cielo sigue siendo una utopía.
“«Mirar por encima del hombro» tiene el significado de sentirse superior a alguien. Cuando se dice que miramos por encima del hombro a alguien alude a«mirar con aires de superioridad»; es como indicar de alguna forma que aquella persona es inferior a ti.” (
“Ícaro comenzó a mover las alas con sus brazos, como hacía su padre, pero pronto se separó de él… Cuanto más subía, más contento estaba. Hasta que se olvidó que iba a su patria y del consejo de su padre. ¡Era tan hermoso el Sol! Podría subir mucho más y verlo de cerca… Volando junto al mar, Dédalo miraba al cielo. Ya no veía a su hijo. Un rato después vio a lo lejos, sobre el agua, las alas de cera y plumas.”
En casi todas las ciudades del mundo hay una torre, un cerro, un campanario, en fin, una parte más alta, generalmente explotada comercialmente, de donde se pueden ver edificaciones, vehículos, gentes, geografía, la vida, “por encima del hombro”. Ese deseo, o esa necesidad, ha sido interpretada por el mercadeo y de ahí el auge de miradores y terrazas en diferentes ciudades de Colombia y el mundo, los llamados rooftop. En Medellín, el precursor fue sin duda 360º-Azotea en Manrique, ahora se multiplican en cada rincón de la ciudad, los miradores y azoteas de La Comuna 13 son furor para propios y extranjeros.
Mirar por encima del hombro pretende, también, controlar la vida de los demás, de ahí el origen de la Fortalezas que protegían las ciudades y en la era moderna los satélites artificiales que nos vigilan cada instante.
La obsesión por estar más arriba, sobre los demás y mirar por encima del hombro se refleja en el éxito de los sistemas sociales, económicos, religiosos o políticos y se traduce en el tamaño de las edificaciones que los alberga; ahora, por ejemplo, los templos religiosos no tienen, en relación con el entorno, la magnitud de otros días, es evidente su pérdida de poder en la estructura social actual.
Pero, ¿por qué mirar desde arriba y no desde abajo? Sin duda esto tiene mucho que ver con el imaginario y los simbólico de la humanidad, la idea de inmortalidad: “Dios está arriba, en el cielo” y a su lado, la felicidad eterna.
Para llegar al cielo, quizás, sería mejor mirar desde abajo, con humildad, caridad humana, solidaridad y no por encima del hombro. En últimas lo único cierto es que al morir quedamos bajo tierra, el cielo sigue siendo una utopía.
ANTES DEL FIN
Corrupción, politiquería, escándalos, mafia, inseguridad y pobreza, Colombia avanza hacia el no futuro y nadie hace nada por frenar la catástrofe. Nuestra clase dirigente parece no importarle el futuro de país.
Muy bueno el programa de Caracol Televisión “La Voz Kids” y más sin Laura Acuña, talento infantil y jurados con química. Buena producción, pero absolutamente repetida en su argumento la serie sobre Arelys Henao, fatal el cambio de actores, perdió la magia de la primera temporada.
Vuela el tiempo, vuela la vida, llega la «PUVE», y… también se va.
