La inseguridad y la creciente pobreza de Cartagena contrasta con los abusos de comerciantes y restauranteros con los precios de los productos y servicios que se ofrecen a los turistas.
A corto plazo «La Heroica» comienza a espantar a los visitantes nacionales y extranjeros en una ciudad en la que la mitad de la población se acerca a la pobreza extrema al tiempo que florecen los expendios clandestinos de drogas y sexo.
La «bonanza» económica de este tipo de empresarios y sus temporales clientes han dado lugar también a los excesos de restauranteros y negocios menores que ven en las llamadas «temporadas altas» la oportunidad de sacar el mayor provecho a costa de un futuro incierto.
Las buenas intenciones del nuevo alcalde, Dumek Turbay, deberán extenderse al control de establecimientos como el que se registra en esta carta de precios:
Y también los ya denunciados internacionalmente y que quedaron registrados en los medios de comunicación y redes sociales: