Al menos 13 personas han muerto en el incendio declarado la madrugada de este domingo en dos conocidas discotecas de Murcia, aunque no se descarta que haya más fallecidos.
Los servicios de emergencia continúan con las labores de búsqueda de otras tres posibles víctimas del siniestro, tal como ha señalado el alcalde de la localidad, José Ballesta. Solo tres de los cadáveres han sido, de momento, identificados. El fuego se declaró poco antes de las seis de la mañana en uno de los locales, para luego extenderse al establecimiento de baile contiguo de la zona comercial y de ocio conocida como Las Atalayas, a las afueras de la ciudad, que se encontraba atestada de clientes. Los hospitales murcianos atendieron además a una veintena de heridos leves y todos ellos recibieron el alta horas después del siniestro. La policía ha informado de que todas las víctimas mortales se encontraban en el local de ocio conocido como la Fonda, donde colapsó la primera planta y se desplomó aunque, tal como advierten, no se puede todavía afirmar si el fuego se originó en esta sala. Fuentes de la investigación han indicado que 11 de los 13 cuerpos se encontraron en la primera planta del establecimiento, mientras que los otros dos se localizaron entre los escombros de la planta baja. También han subrayado que la cifra podría elevarse en las próximas horas, puesto que hay un total de 16 personas, de distintas nacionalidades (española, ecuatoriana y nicaragüense, al menos) que han denunciado la desaparición de familiares o conocidos que se hallaban en la discoteca y que no han sido localizados.
Más de 12 horas después del incendio, el alcalde ha asegurado que aún están analizando los expedientes de los locales, por lo que no ha informado de si estos cumplían las medidas de seguridad y tenían las licencias en orden. El presidente autonómico, Fernando López Miras, han decretado tres días de luto oficial tras el suceso.
El 112 recibió el primer aviso a las seis en punto de la mañana. Este procedía de la discoteca Teatre, que también se ha visto afectada por el fuego, aunque todo indica que evacuó entera. Otra llamada, minutos después, de ese mismo local, alertó de que se estaba quemando el techo que se encontraba sobre la cabina del dj. A las 6.05 el teléfono de emergencias recibió la primera llamada de la Fonda alertando también de las llamas. A las 6.06 una mujer, sollozando, mandó un audio de voz a su madre desde ese mismo establecimiento: “Mami la amo, nos vamos a morir. Mami, la amo”. Sus padres no han sabido más de ella.
El cabo del cuerpo de bomberos Pascual Rabadán calcula que la temperatura que se pudo alcanzar en el interior de las discotecas rondó entre los 500 y los 600 grados, dado el estado en el que se encuentra la estructura: “Todo carbonizado”. Este ha destacado además la “carga de fuego” y la cantidad de combustible, en referencia los materiales de construcción y de decoración que había en las discotecas y que hizo que el fuego se propagara a toda velocidad. La voracidad de las llamas también provocó que los dos inmuebles colapsaran, con lo que el techo de ambas ha caído sobre la parte central de las salas, donde se acumula más de un metro de escombro.
Debido al estado en el que se encuentran los cuerpos, (tres de ellos han sido identificados por las huellas dactilares), las familias de diez de los fallecidos tendrán que esperar al cotejo de muestras biológicas con ADN, para las que ya han pedido cepillos y enseres que puedan tener carga genética.
Los bomberos han conseguido apagar el incendio sobre las ocho de la mañana, aunque las últimas brasas aún humeaban a las seis de la tarde. La labor de localización y extracción de los cuerpos se ha prolongado hasta primera hora de la tarde, dado el peligro y el riesgo que presentaba la estructura de los locales, totalmente afectada por las llamas. El interior del establecimiento más afectado ha tenido que ser apuntalado. Aun así está previsto que los bomberos mantengan la búsqueda “hasta que todos los desaparecidos estén localizados”.