Los cuidados que debe tener al ir al baño. No es tan sencillo

Ilustración hoy.com

Por Fabio González MD.

El ir al baño es una de las cosas que a pocos les gusta hablar. Para muchas personas en vez de ser un sitio de leer el periódico o entablar una conversación telefónica puede ser el momento que le arruine el día.  

Cuando hablamos de estreñimiento tenemos que hablar de regularidad. Todas las personas tienen su propio ritmo. Los hábitos normales de evacuación intestinal pueden variar desde tres veces al día hasta tres veces por semana. Si uno les preguntara a 4 personas cuál es su hábito intestinal la respuesta será diferente.

Entonces llamamos estreñimiento si usted tiene menos de tres deposiciones a la semana o si experimenta un cambio marcado en sus hábitos de posición normal. 

Los consejos médicos en casa para el estreñimiento son:

Manténgase en movimiento. El ejercicio promueve no solo el estado físico sino también la regularidad. Por eso las personas maduras y sedentarias tienen la probabilidad de volverse estreñidas. 

Beba bastante líquido. Si usted se deshidrata o bebe muy pocos líquidos, eso hace secar sus deyecciones y hacerlas difíciles de pasar. Una buena regla es beber unas 8 tazas al día más o menos de dos litros de agua. Ingiera aún más cuando esté haciendo calor o esté sudando. 

No resista las ganas. Ya sea porque esté ocupado o por que le de miedo entrar a baños públicos. 

Conozca sus medicamentos. Algunos medicamentos bloqueadores de calcio para bajar la tensión pueden producir estreñimiento como lo son algunos analgésicos, antidepresivos, antihistamínicos.

Los antiácidos que contienen calcio o aluminio son endurecedores y pueden causar estreñimiento. 

Añádeles fibra a las comidas. La fibra se encuentra en frutas, verduras, granos y frijoles. Las carnes, el pollo y el pescado no tienen fibra. Lo indicado es ingerir hasta 30 gramos de fibra. 

Los laxantes parecen una solución fácil para el estreñimiento, pero pueden causar muchos más problemas que los que solucionan. Creando hábitos secundarios no deseables. Los laxantes trabajan de manera diferente. Algunos lubrican, otros suavizan las deyecciones, algunos traen agua a los intestinos y otros dan volumen. Un problema real es que la gente se vuelve dependiente de los laxantes y cada vez tiene que consumirlos mucho más. Otro tipo de laxantes pueden dañar las células nerviosas del colon hasta que las personas no pueden evacuar más. Unos pueden dañar el revestimiento interno del intestino. Los laxantes deben manejarse con prescripciones médicas. 

Coma por lo menos cinco porciones de fruta y verdura al día tenemos papas, batatas, manzanas, albaricoques, duraznos, peras, naranjas, maíz, zanahoria, tomates, brócoli y coliflor son buenos para combatir este mal. 

Comience el día con un cereal alto en fibra, lea las etiquetas de las cajas y cualquiera que tenga 5 o 6 gramos de porción es calificado como porción alta de contenido de fibra. 

Los fríjoles secos y las leguminosas son una fuente excelente de fibra. A muchas personas no les gusta, por los gases que producen. 

Reduzca los alimentos refinados. Cambien de un cereal altamente procesado a uno de grano integral, de verduras muy cocidas a verduras menos cocinadas y escoja productos de grano integral en vez de productos de harina blanca. Por ejemplo, un vaso de juego de naranja tiene 0.1 gramo de fibra, pero comer una naranja le proporciona 2,9 gramos. Cuando licue las frutas no le saque la pulpa porque ahí es donde está la fibra.    

Y cuando vaya al baño relájese y ayude.

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