Contraplano. Un cura frente a una locura mayor

Por Orlando Cadavid Correa

Consejos del sacerdote Jaime Humberto Henao Franco, de la parroquia La Inmaculada, un bello símbolo espiritual ubicado en el centro del barrio La Floresta de la ciudad de Medellín, durante una celebración matrimonial. 

El clérigo dijo en la apertura de su homilía: “La convivencia en el hogar es precisamente la unión de los valores que usted tiene, con los valores de los demás; y a esa unión de valores se le llama el arte de compartir, comprender y respetar”. A renglón seguido enumeró estos puntos:  

1. Nunca dejar que los suegros o familia interfieran en su relación. 2. Como pareja, comunicarse para resolver las situaciones difíciles. 3. En estos casos, no buscar refugio en el alcohol ni en las drogas, porque no se debe llegar al lecho matrimonial en este estado, pues este lugar es comparado con el altar donde delante de Dios se comprometieron. 4. Cuando se presente una discusión, váyase para un lugar tranquilo lejos de la cocina, porque se puede presentar una tragedia, por  ejemplo, puede estar cerca un aceite caliente, una olla con agua hirviendo, o un arma corto-punzante, y, en medio de una rabia, se pierden la fe, la motivación y, sobre todo, la autoestima. La prudencia y la comprensión frente a sus errores son la mejor prueba del respeto que se profesan. 5. Nunca se quede con un “te amo” guardado. 6. Todos los días dé gracias a Dios por haber encontrado a su pareja en el camino. 7. No permita que se muera el amor, ése que los unió en un matrimonio cuando eran novios. Un hogar se basa en amor: los problemas se enfrentan con actitud positiva y siempre se encuentra la solución. 8. Hagan una oración diaria como tributo a ese amor: usted no se alcanza a imaginar cómo con ese ejercicio espiritual se van recargando de energía usted y los suyos. Y cuando una familia tiene energía, el amor se fortalece cada vez más y permanece vivo, no importan los obstáculos que se presenten, si los superan unidos en paz y armonía.

A manera de colofón, el padre Henao expresó: “El matrimonio es un proyecto de vida y el que lo elabora bien abre las puertas camino al cielo”.

La apostilla: Para rematar el sermón matrimonial, el curita paisa dice: “La linterna del hogar no alumbra más que aquel que la lleva y, como decía el novelista ruso y profundo pensador social y moral Liev Nikoláievich Tolstói, más conocido como León Tolstoi: «El matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hunde»”.

 

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