Por Edgar Hozzman
Uno de los grandes de la segunda generación del rock nacional, Lisandro Zapata, incansable músico quien está en fusión de su vocación, creatividad e inspiración.
El adolescente, que reforzó su proyección musical teniendo como modelo a uno de los iconos del Rock colombiano, Yamel Uribe, guitarrista, bajista y voz , quien fue fundamental en el génesis del rock colombiano y español.
Hoy, después de medio siglo de haber comenzado a pulsar la guitarra sonando con los grandes escenarios, los que conquistó a este lado del Atlántico , Europa , Asia , África y Australia.
Lisandro y César Almonacid, virtuoso saxofonista, fueron conscientes de la necesidad de estructurarse musicalmente, por lo que estudiaron música en La Universidad Nacional.
Lisandro , fue la voz que mayor número de comerciales grabó en los años setenta y parte de los ochenta en Colombia, además fue músico de estudio. Su agenda de compromisos le facturaba más de lo presupuestado.
Cuando creyó que su ciclo estaba cerrado en Colombia, buscó otros horizontes viajó a Inglaterra por sugerencia de Chucho Merchán .
Allí comenzó a trabajar con los grandes, “ The Foundations “, Louisse Goffin , (hija de Carol King y Jerry Goffin ) Phil Manzanera, Roger Doltrey “The Who”. Dave Gillmore , “Pink Floyd”, entre otras estrellas del Rock y Pop británico.
Actuó para reyes y príncipes, recorrió el mundo, presentándose en los escenarios más importante y exóticos.
Hoy, en el paréntesis obligado a que nos ha sometido la pandemia, Lisandro continúa haciendo y experimentado con los diferentes géneros antillanos, los que fusiona con , rock y filosofando en sus cotidianos paseos por la bella y enigmática Londres .
EL APLAUSO UN MONSTRUO DE MIL CABEZAS
Desde que descubrí y llegué al universo de la música, fui consciente de la importancia del aplauso.
Entonces amé y agradecí mis primeros aplausos, los de mi primer público: mi familia y amistades, luego disfruté los de mis maestros, los de mis colegas y el respetable, el gran público.
Cuando fui consciente que esa búsqueda del aplauso estaba afectando mi creatividad, integridad musical y personalidad, hice un alto en mi camino para meditar, para darle más carácter y energía a mi voluntad.
Hoy tengo claro que la labor del músico, del compositor,es contribuir con el crecimiento intelectual y espiritual del ser humano , sin esperar aplausos.
Actualmente estoy promoviendo y dando a conocer 11 canciones, temas que comencé a escribir en Octubre del 2019.
Con la colaboración de los mejores músicos colombianos, las produje y grabé trabajando durante nueve meses. La mezcla de este material me tomó un mes, fue un trabajo concienzudo.
Sin afán estoy editando y realizando videos para cada tema y subirlos a las diferentes plataformas.
¿Se preguntarán para que escribo y produzco música si ya no persigo aplausos o la aceptación general? Todos los artistas tenemos un toque de locura y vanidad, queremos participar nuestras creaciones para concientizar con nuestro mensaje y notas musicales, a quienes buscan otra alternativa cultural, para dejar huella en nuestro paso por esta dimensión, para contar nuestras experiencias, ilusiones y angustias.
Hoy para mí el mejor aplauso, es la aceptación de mi obra, aplauso silencioso que satisface la devoción por mi vocación.
Lisandro Zapata , Londres 8-24-2020