Tour 2020 con Vinos de Francia; Etapa 11: Meursault 1er Cru, Domaine Pierre André, Les Charmes, 2009

Los vinos de Borgoña Foto GetWay Travel

Por Juan Carlos Rincón, Londres (www.blog.rincondecata.com)

La undécima etapa del Tour fue relajada y realmente de transición. En la histórica Poitiers -llamada la ciudad de las cien campanas y las cien iglesias- ganó el sprinter australiano Caleb Ewan del equipo belga Lotto Soudal, en el embalaje más cerrado hasta hoy en la carrera. Es la segunda victoria en el Tour 2020 del ex-compañero de Esteban Chaves en el antiguo equipo Orica-Green Edge.

La clasificación general no sufrió cambios entre los favoritos y los principales ciclistas colombianos llegaron adelante y sin contratiempos. Desde mañana, la montaña será el juez del Tour con 19 premios en los próximos cuatro días. Las etapas de viernes y domingo son dos finales en alto y tienen cinco cimas de excepcional dificultad; 51 kms de ascenso con pendientes de hasta el 22% , que deberían establecer diferencias serias antes de los Alpes la próxima semana.

Se disputará la etapa más larga del Tour (218 kms) con cuatro premios de montaña media a partir de la mitad de la jornada y con bonificación en tiempo en el último a 903 metros de altura (Suc au May); una cima de segunda categoría a 20 kilómetros de la meta y uno de los cuatro pasos montañosos bonificados que quedan en la carrera (otorgan 8″ al primero, 5″ al segundo y 2″ al tercero). La “guerra de las bonificaciones”, incluyendo las que se ganan en la meta (10″ al vencedor, 6″ al segundo y 4″ al tercero), es uno de los condimentos del Tour.

Son fundamentales en una clasificación general tan cerrada y con diferencias mínimas entre los favoritos. La ventaja de 21″ del líder Primoz Roglic sobre el Campeón Egan Bernal, es producto de bonificaciones.

Un gran Meursault, Les Charmes (los encantos) a la entrada del Parque Wellington.

En una jornada tan aburrida y sin mayores emociones, en la que el pelotón del Tour se dedicó a rodar y reservar fuerzas, descorché para el primer vino blanco de Borgoña de la semana: un Meursault 1er Cru, un vino reconocidos por su excelente equilibrio y frescura. Los Meursault son considerados entre los mejores Premier Cru de la zona de Côte de Beaune donde se elaboran vinos blancos y también tintos como el Pommard 1er Cru de la etapa de ayer. Su vecino del norte cercano a Dijon, la Côte de Nuits, es famoso por sus excelsos tintos Grand Cru.

Ambas zonas conforman la Cotê d’Or (Costa dorada), a lo largo de un corredor de 40 kilómetros en las áreas bajas a la derecha del río Saône que cruza la región de Borgoña y es el núcleo de los mejores vinos. Los grandes Pinot Noir se producen en las localidades de Gevrey-Chambertin, Vougeot, Vosne-Romanée y Nuits-Saint Georges, mientras que los mejores blancos son los de Meursault, Pugliny-Montrachet, Chassagne-Montrachet y los Grand Cru blancos. Para presupuestos más económicos, los vinos  de Haut Cotê de Beaune y Haut Cotê des Nuits, producidos a partir de viñas cultivadas en ladera, a una altitud de 400 mts y con mayor exposición al sol, son vinos vibrantes, más accesibles en precio y probablemente la mejor opción para una introducción en la calidad de los vinos de Borgoña.

La distribución es análoga a la de los viñedos de Burdeos; los vinos de la ribera derecha del río Garona se caracterizan por el dominio del Merlot y el Cabernet Franc, mientras que a la izquierda -nuestro Tour vinícola llegará la próxima semana- es el paraíso de la uva Cabernet Sauvignon. Podríamos decir que Côte de Beaune es el reino de la uva Chardonnay y su rey es el Gran Cru Montrachet, mientras que el Pinot Noir es imperial en la Côte de Nuits y los vinos del Dominio Romanée-Conti el súmmum de calidad y refinamiento.

El parque de Wellington, cuya entrada es la puerta real que se observa en la fotografía con la botella del Meursault 1er Cru del Domaine Pierre André, proveniente del viñedo Les Charmes y de la fantástica añada 2009 , se construyó en 1960 en la zona que ocupaba el taller de fundición de cañones del ejército británico en la parte baja de mi barrio, Woolwich Arsenal, que fue bombardeado por los aviones alemanes en la segunda guerra mundial en su ofensiva sobre Londres. Es un espacio austero y abierto a eventos públicos en el verano (no en esta época de Covid-19) muy cerca de mi centro médico, y al cual me gusta ir a descansar, leer y pensar. Su puerta es original y data de 1856.

Fue construido para honrar al comandante irlandés Arthur Wellesley -Primer Duque de Wellington (1814)- quien venció al emperador francés Napoleón en la batalla de Waterloo, en Bélgica, hace 205 años (junio 18,1815), dando fin a la llamada Guerra de los cien días, y después de lo cual se estableció en Europa una etapa de relativa paz, históricamente conocida como Pax Britannica. En  el parque hay una estatua del Duque de Wellington que estaba antes en la Torre de Londres pero en 2005 fue trasladada. El Duque de Wellington fue luego “Maestro General de Artillería” entre 1818-1827 y hoy en el parque hay una estatua suya que fue trasladada en 2005 desde la Torre de Londres.

La relación de Wellesley con Colombia hoy es muy cercana. Lady Charlotte Anne Wellesley es hija del aristócrata y político Arthur Charles Wellesley (9° Duque de Wellington), miembro de la Cámara de los Lores británica. Lady Charlotte es la esposa del multimillonario colombiano Alejandro Santo Domingo, quien, como expliqué en la tercera etapa de este Tour 2020 con Vinos de Francia, es propietario en un 20% de la bodega que produce en Pomerol el más famoso vino de Burdeos, el Gran Vino Petrus.

De etiquetas, Climats y margas  

Como expliqué al ingresar en Borgoña, la característica fundamental de sus vinos es la elegancia y delicadeza en el paladar y la fuerza y carácter que los suelos y cada parcela de tierra les aportan. Descubrir el secreto de su calidad no es fácil pero hay pistas.

Entre los vinos blancos más agradables y connotados que no implican desembolsar una fortuna, los Meursault 1er Cru, son un valor seguro y muy apreciado en la cocina de restaurantes de primer nivel. En Meursault no hay viñedos Grand Cru, pero sí varios Premier Cru de gran prestigio, entre los cuales sobresalen en orden de importancia los Climats de Perrières al este, Les Charmes y Genevrières. Entre ellos producen la mayoría de los vinos blancos Premier Cru de Meursault, 100% de la uva Chardonnay. Los mejores suelos para las vides están a una altura promedio de 260 metros y están formados por margas jurásicas (rocas duras, de color gris, compuestas principalmente de carbonato de calcio y arcilla en similar proporción) y calizas de magnesio. De ellas surge el carácter mineral

No se asuste si encuentra un Meursault tinto. Su producción está autorizada pero es apenas el 2% de los 2.5 millones de botellas anuales. Normalmente los vinos tintos de Meursault se venden con las etiquetas de las denominaciones Blagny o Volnay.

Y para entender las etiquetas, recuerde que los vinos se nombran Meursault Premier Cru + el nombre del viñedo, en este caso, Les Charmes. También se pueden etiquetar simplemente Meursault Premier Cru, que significa que es una mezcla de varios viñedos Premier Cru dentro de la denominación de origen. Son en este caso de nivel y precio ligeramente inferior. Los Premier Cru constituyen la cuarta parte de la producción total. 

No olvide además que en Borgoña las clasificaciones se basan en el viñedo, a diferencia de Burdeos donde los Cru se catalogan según la propiedad, es decir que son las bodegas las que reciben la denominación Premier Cru, no los viñedos. Así, en Borgoña es posible encontrar en un mismo viñedo varios productores.

De manera que si se quieren probar los mejores vinos de Borgoña o de una sub-zona, no hay que memorizar el nombre de la bodega sino la localización del viñedo!

Elegancia femenina

Nada fácil comprender tantos matices. Por ello es entonces importante descubrir y conocer buenos productores que le garantizarán calidad. El sitio web de los Vinos de Borgoña tiene la lista completa de elaboradores y es una invitación muy amable para aprender el universo de estos famosos vinos.

Yo descubrí hace más de una década los vinos del Domaine Pierré André y han sido un deleite. Conocí además a su anterior enóloga, Ludivine Griveau, la creadora de todos los vinos que presento esta semana a lo largo del Tour. Y también a la nueva, Caroline Frey, a su vez propietaria. Su historia es para mañana.

Fue Ludivine quien me presentó los viños del Domaine Pierre André durante Vinexpo 2007. Estuvo al frente de las vinificaciones y la dirección de todos los vinos hasta finales de 2014, cuando se produjo el cambio de propiedad. Graduada en agronomía y enología, su vasta experiencia se inicio en 2001 con Nadine Gublin, la más importante enóloga de Borgoña. Nadine es desde 1990 la directora responsable de los vinos del Domaine Jacques Prieur y de la Maison Antonin Rodet.

Después del aprendizaje bajo su mentoría, Ludivine asumió en 2004 la producción de los vinos de la Maison Corton-André como enóloga principal y trabajó además en la revitalización de la famosa marca Reine Pédauque. Estos vinos fueron los primeros Borgoña que yo c0nocí y se vendían en los años 80 en Colombia. Con Florence Garnier estudiamos las posibilidades de su regreso al mercado.

En 2015 Ludivine asumió el reto más importante de su carrera. Fue contratada para remplazar al gran enólogo del histórico Hospices de Beaune, Roland Masse, quien llegó a la edad de retiro. A Masse, un bourgiñon muy amable y sincero, lo conocí en Suiza en agosto de 2011 cuando participamos como catadores en el importante concurso Mondial des Pinots, único de este tipo en el mundo.

Confieso que durante esos cuatro días compartiendo con Roland  aprendí más del Pinot Noir y de los vinos de Borgoña que en toda mi vida como catador internacional. Masse nos deleitó con explicaciones muy concretas y puntuales sobre la uva, su carácter, sus expresiones, y de paso nos ofreció una magnífica cata con dos botellas espectaculares en formato doble (magnum) de vino tinto producido con viñas antiguas del Hospice, ambas de la añada 1996: un Corton Grand Cru de la Cuvée Docteur Peste en la que las vides más viejas eran de 1940 (70 años) y un Pommard 1er Cru Epenots; la cuvé Dom Goblet, de viñas de Pinot Noir de más de 50 años.

Con Roland mantuvimos desde esa ocasión un buen contacto porque yo había descubierto los vinos del Hospice de Beaune en mi primer viaje a Borgoña en 2005 y aún conservo de aquella visita una botella magnum de un Beaune 1er Cru 1999 de la Cuvé Guigone de Salins, producida a partir de viñedos en pendiente pronunciada. Masse me dijo en Suiza que la longevidad de este vino es una de las más destacadas de todos los que producen. La compré en la tienda del Hôtel-Dieu, el antiguo hospital de caridad y sede del Hospice en Beaune, para celebrar mis primeros 20 años de casado. Se cumplieron en diciembre pasado y aplacé su descorche para este año.

Hospices de Beaune es uno de los barcos insignia de Borgoña y Ludivine tiene a su cargo 23 bodegas que cubren 60 hectáreas de viñedos, principalmente Premier y Grand Cru en Cotê de Beaune y Cotê des Nuits, y también en Pouilly-Fuisse en Macon. Además, los vinos son la imagen del Hospice de Beaune que cada año desde 1859, realiza el tercer domingo de noviembre la mundialmente famosa subasta de caridad en el Hôtel-Dieu. Con Ludivine también mantenemos contacto y la elegancia que he encontrado en sus vin0s de estas dos etapas, me da la certeza de que su trabajo ahora con los vinos del Hospice de Beaune es exitoso. Es la primera enóloga en la historia del Hospice, fundado en 1443 por Gigogne de Salins y su esposo Nicolas Rolin como Hospital de caridad.

Normalmente, el vino Meursault es cítrico y fresco con una ligera influencia de la barrica de roble, que se siente después de varios años en la botella y se traduce en notas grasas y olor a mantequilla y vanilla. Pero para darle mayor elegancia a sus vinos y favorecer más expresión de la uva, Ludivine utilizaba la barrica en un 25% de la uva. Este Meursault 1er Cru, Les Charmes 2009 de su época en el Domaine Pierre André, está muy bien logrado y fue perfecto para acompañar nuestras tilapias colombianas provenientes de la represa de Betania y exportadas diariamente a Londres. Salteadas en mantequilla, limón con un toque de menta seca y curry, acertaron el maridaje.

EXCUSAS: Al publicar la etapa 10 y presentar el vino de Pommard 1er Cru el martes, cometí un lamentable error que estuvo durante 10 horas al aire; títulé etapa 11! Me jugó una mala pasada el hecho de que escribí un Blog el día lunes de descanso y confundí el conteo con días y no con las etapas. Espero que no me vuelva a ocurrir y agradezco a quienes me lo informaron. Salud!

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