A nivel mundial, los gobiernos corruptos atacan implacablemente a quienes se atreven a exponerlos y desafiarlos, ya sean organizaciones de la sociedad civil, periodistas, activistas o denunciantes. Ahora más que nunca, es crucial que la comunidad global anticorrupción trabaje estratégicamente para garantizar que los corruptos no tengan dónde esconderse y se comprometa a defender a sus defensores.
Este fue el tema central de la 21ª Conferencia Internacional Anticorrupción (IACC) celebrada la semana pasada en Vilnius, Lituania, donde más de 2.000 participantes de 140 países se unieron a la conversación.
Durante cuatro días, la conferencia proporcionó una plataforma para debates orientados a soluciones para enfrentar las amenazas interconectadas a la seguridad global, construir redes y crear nuevas estrategias para luchar contra la corrupción. El evento concluyó con una poderosa declaración comprometiéndose a enfrentar las amenazas globales y defender la integridad.