Por Senén González Vélez
Toronto, Canadá
Eso que hace Alvaro Uribe de hablar y reír e intercambiar ideas directamente con la gente de todos los estratos, es el estilo de todos los antioqueños, de ruana, o de saco y corbata, y es lo que les ha permitido a los colombianos incrementar el aprecio, en favor del ex presidente, que se refleja con los enormes niveles de simpatía.
Yo no sé por qué carajos, la arrogancia quiere atropellar la humildad, cuando la sencillez en un hombre sabio, atrae más que en un pretencioso. Todos esos políticos del país, incluyo algunos de la Costa Caribe, ¡ah! difícil que es hablar con ellos. Claro, en campaña, son mieles de abejas recentinas.
En el caso de los que provienen de las toldas de Juan Manuel Santos, Ernesto Samper y Gustavo Petro, todos son peligrosos, porque son expertos en manipular la verdad.
Advierto que soy un aficionado a la política, y por lo mismo, me falta madurez para opinar. Por ello, confieso que mi opinión de viejo, puede aparecer fuera de contexto, ante la intrepidez de las nuevas generaciones, en que la malicia es su virtud y la autosuficiencia podría ser su defecto.
Lo que sí puedo asegurar, es que cada viejo trae la sabiduría que le dio el trasegar por la vida, y que carga a sus espaldas, así tengan la forma de un morral lleno de imprecisiones que, aun así, hace combustible para dar luces. ¿Qué bueno sería que todos los ilustres adultos del país, se unan para que nos regalen su sabiduría, para superar la crisis y evitar la tragedia de Colombia que está en ciernes?
En política, desafortunadamente, prima la lógica de la antilógica, y es así como se mueven las fichas en esta ciencia de lo imperfecto. Por ello, se aparta de la exactitud de las matemáticas; en cambio, su cálculo, se basa en la corazonada y en ojos de buen cubero. Por ello, la reflexión de los adultos es oportuna. Necesitamos a muchos de esos viejos que hicieron historia. Invitémosles y escuchémosles. Así como en la Grecia, cuando se convocaba a sus sabios, así debemos hacerlo nosotros.
El mayor causante de las derrotas, es la terquedad y el EGO, que nunca se toma el trabajo de escuchar a doña humildad, patrona de las reflexiones. Por eso, a Gustavo Petro le ha ido tan mal, porque el ego, su arrogancia, su mentalidad vengativa y comunista, lo dominan. El pez muere por la boca, dice el refrán popular. Y Cristo Jesús decía: por sus actos los conoceréis. De la tozudez y perseverancia, surgen los héroes o los villanos. ¡Que contrasentido o paradoja!
Un político rodeado por la gente con humildad y sin soberbia
Es necesario al escoger el candidato único que se propone ahora en el país, que lo acompañe una limpia hoja de vida personal y pública, con principios éticos, valores y conocimientos de las cosas del Estado, que nos permita vislumbrar de ante mano, la causa y el efecto de su posible gestión publica, para prever el resultado final, que es previsible, cuando un gobierno es serio.
El caso de Petro fue previsible, dada su pésima administración en la Alcaldía de Bogotá, pero que en manos de un electorado absurdo, que se apasionó por experimentar en Colombia, lo que en la vecindad fue y es un total fracaso, que no fue otra cosa que una burrada popular de graves consecuencias, tal vez pensando en castigar a la clase política tradicional, con cuyos cientos de votos, también se hizo elegir. ¿Eso es lo que deseamos?
En el escrutinio de los valores, es un imperativo exigir el deber ser, que son los actos nuestros que deben servir de referencia para saber si estamos en presencia de una trayectoria correcta de vida. Solo es válido una sola moral, lealtad y sin dobleces. Entre esas dos causales, juicios de valores y relación de valores, está la medida exacta para escoger al candidato de oposición, que debe provenir de una oposición autentica y no simulada.
Aquí comienza, a mi manera de pensar, el gran rompecabezas, que puede ser traumático para quienes somos víctimas del sistema de la izquierda extrema, y de los “izquierdó-patas”, como dice María Fernanda Cabal, que nadan en dos aguas y hasta caminan en un pantano.
El expresidente comparte sus opiniones también con los medios locales a los cuales no les niega una o muchas respuestas
Por ello, los colombianos que estamos en contra del sistema PETRO, es imperativo entender que no estamos entre cara y el sello, para escoger el candidato único a la Presidencia de la República. Aquí debe ser una cara visible y no un sello que nos envíe al abismo para siempre.
La definición debe ser única y solidaria. Dependiendo de la mejor opción que tomemos, se salva o se hunde la Nación, que hoy es democrática, con una vida republicana inspirada en un Estado de Derecho bien constituido. Hacer otra cosa es darle la razón social, como un narco estado.
El doctor Abelardo de la Espriella, sugiere para la vice presidencia al ex Presidente, Álvaro Uribe Vélez, propuesta que registro como admirable y necesaria, para que sirva de norte en todos los sectores genuinos de los opositores, que no estén disfrazados de ingenieros de la política.
Que útil seria para la salud de la patria, que la buena voluntad que parece inspirar al doctor German Vargas Lleras, al invitar a la unión de modo vehemente, sea totalmente genuina y ajena a un interés personal. Que en este caso tan trascendental para el país, tenga la transparencia sublime y notoria, que no se aproxime, ni por asomo, a un transparente cristal que se rompe con cualquier cubito de hielo a las rocas, para que aporte su esfuerzo y sus audacias en bien de la patria, sin condiciones. ¿Será que sí?
Que tome de ejemplo, a su abuelo, el ilustre estadista, doctor Carlos Lleras Restrepo, así lo incomode por aquello de la autosuficiencia, que a veces es buena, porque expresa seguridad en sí mismo, pero es mala, cuando se aparta de la gratitud.
Como bien lo he manifestado muchas veces, no pertenezco al Centro Democrático, soy liberal independiente, jamás cercano a los cafres del liberalismo de hoy, con notables excepciones, que las hay, muy brillantes y pulcras.
Sonrisas sinceras del ex presidente con sus copartidarios
Hasta ahora veo la doctora María Fernanda Cabal, como una candidata con una interesante formación integral y doctrinaria. Pero, según al escuchar a la gente, su carisma que es imponente, no es la mejor, y dicen que hay que buscar un mejor contacto para llegarle más a la gente. Vean el estilo de Uribe Vélez.
En relación con el doctor Miguel Uribe Turbay, es excelente, y fuerte puntal de apoyo para la unión.
El caso del doctor Abelardo de la Espriella, que aparece como gran entusiasta por la libertad y el Estado de Derecho, reúne condiciones muy válidas.
El proceder del parlamentario, JP Hernández, es interesante por la forma frentera y documentada como ha mostrado su oposición contra el presidente Petro, con la sensación que es un opositor convencido, y por lo tanto, su función proselitista, que se distingue por ser muy gráfica y argumentada, sería muy útil, animando a los jóvenes.
Con la gente y con su gente, las acciones de un líder político
Referente al doctor Juan Manuel Galán, mis dudas, las disipará el tiempo. En su caso, debería estar en la oposición y apoyar al que salga elegido como candidato único; pero debe manifestarse ya, después es oportunismo. La Patria se lo agradecería.
El caso de la ex alcaldesa, Claudia López —recuerden cuando vueltas políticas ha dado —, es ver a un Juan Manuel Santos con faldas. ¡Perdón!, con pantalones; es como el camaleón. ¡No lo duden!
Dios mío en tus manos encomiendo el día y el año que están por terminar y las oscuras noches que han de llegar a Colombia en el 2025.
¡O nos unimos, o nos hundimos y nos jodimos!
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