Punta de lanza. Al distópico mundo del Progresismo le llegó Donald Trump, Milei y Bukele

POR SENÉN GONZÁLEZ VÉLEZ

Toronto, Canadá

No puedo negar mi simpatía y admiración por el electo presidente, Donald J.Trump.

Su elección como presidente de los Estados Unidos es beneficiosa para recuperar los principios y valores para esa querida nación de mis afectos, que seguramente, estimulará a otros para que lo emulen.

Abrigo la esperanza de que, con la presencia del corajudo Donald, se rescate la democracia trastocada por la influencia del Progresismo, que data de finales del XX, y que hoy está influenciada por el nuevo orden mundial, que convierte a ese sistema ideológico, en un disfraz peligroso, destructivo en todos los niveles y que aspira a la obtención de un solo Gobierno Mundial, en lo político, en lo económico, en lo familiar y en lo religioso. Lo que resulta una ‘’bomba atómica’’ pasiva e ideológica.

Expreso mis admiraciones por los presidentes de Argentina, Javier Milei, y del Salvador, Nayib Bukele, exponentes de la libertad y el orden, como de todos aquellos que apunten en ese sentido. Igualmente, a los militares que defienden la Constitución, y no se venden como lo han hecho los de Venezuela, que son traidores y apátridas.

Considero a María Corina Machado Marisca, como un Bolívar con faldas. Su arrestos y riesgos nos obliga moral y físicamente a apoyarla. Lo que ha hecho esa dama venezolana, además de ser un ejemplo universal, representa el amor puro por su patria, ese que deberían tener esos miserables militares vendidos de Venezuela, comprados por el soborno de las mafias.

Y me pregunto: ¿Estará pasando lo mismo con los militares y policiales de Colombia? Sería interesante saberlo, y que lo demuestren con hechos patrióticos y no con lánguidos comportamientos de comprada sumisión.

María Corina invita a los demócratas, a que recurramos a la razón pura, que representa el ser, lo que debería ser y no ser. En suma, es desechar lo absurdo, para honrar lo lógico. Ya en las condiciones y con el oscuro panorama que nos muestra, que el dictador Nicolás Maduro oficializó su condición como tal, que ejerza la ONU su papel, para que con sus Ejércitos de los Cascos Azules, saquen al monstruo Maduro, para que florezca Venezuela. O, que cumplan su palabra los que desean ganarse la recompensa, por las cabezas del dictador y de Diosdado y su recua de malhechores que gobierna esa nación. ¡Para mañana es tarde!

Ojalá que el olfato fino y felino del presidente Trump se manifieste, para enfrentar la polilla del comunismo extremo y del terrorismo que desbarató y se comió a Venezuela, y que desajusta las economías de Hispanoamérica para empobrecernos.

Para Colombia, sería de gran esperanza que Trump nos apoye. Que no nos abandone, para que no se conviertan nuestros deseos en suspiros de decepción, porque impera más el interés político, que la grandeza humana entre hermanos y países aliados.

Hombres como Javier Milei, Donald J.Trump, y Nayib Bukele continuaran la lucha que Alvaro Uribe Vélez empezó desde el inicio de su mandato en el año 2002, no solo para la protección de Colombia, sino para toda Hispanoamérica. Ojalá contagie a los demócratas y patriotas, de esta parte del continente, para recobrar lo que dio origen a la libertad, el orden, los derechos y los valores, que sin estos, no es posible tener una sociedad justa, ni un país decente y mucho menos libre.

La plaga más destructora de un país, ha sido la clase política; los derroches y la corrupción descarada, que en su mayoría provienen de esta. Es la misma que dañó a Cartagena, a Barranquilla en su tiempo, y a todo el país en la actualidad. Barranquilla se recuperó y ha prosperado, ahí la vemos pujante. Cartagena va en ese mismo norte por fortuna. Ojalá el diablo no tiente a sus gobernantes, porque el billete genera un apetito en algunos mandatarios, como el sexo en las ninfómanas.

La corrupción política tiene su centro de operaciones en el disque honorable Congreso de la República. Les llaman, Padres de la patria. ¿Abrase visto semejante deshonor putativo? ¿Que, además, es inaceptable? Hay excepciones opacadas por su condición minoritaria que, como las golondrinas, no hacen verano.

Ciertos políticos se venden de tal manera, que lucen en su esencia y ansiedad por el dinero, muy parecidos a como se vendían las prostitutas que animaban a los marinos y constructores de naves en el viejo arsenal de Cartagena, parte trasera de la Calle Larga, vía de retorno al barrio de Manga, en el inicio y gran parte del final del siglo XX.

Eran asquerosas las transacciones de venta del cuerpo y la conciencia, que se daban en la feria de las piernas abiertas. Denigrante espectáculo gratuito a la vista, para el que transitara obligatoriamente, después de las seis y treinta de la tarde. Mujeres sentadas en los escalones que tenían como espaldar las puertas de los almacenes; allí esperaban al “boga”, para ganarse la vida, y ellos, relajar el cuerpo después de una jornada de duro bamboleo de serruchos, martillos, o cargadera de bultos, vigas y tablones de maderas. Así luce nuestro Congreso en tiempos de aprobación de proyectos de leyes que presenta el gobierno. Eso es asqueroso e indigno, que mancha la buena imagen de los buenos que, si los hay, sin duda alguna, y le resta valor a las eufóricas campañas de anti-corrupción del hoy Presidente.

Así veo el actuar político, como una gráfica de tétrica macondiana, de cierto sector bastante mayoritario de la clase política de Colombia. ‘’Por la plata baila el perro’’. El político también baila. Los perros amaestrados hacen lo que su dueño les ordena por un pedazo de carne. ¿Ese es el mensaje, y… quienes son los malparidos dueños?

Políticos de piernas abiertas, dispuestos a claudicar al mejor postor. ¿Cómo puede prosperar un país así? Si Petro no se hubiese convertido en ‘’cucaracha del mismo calabazo’’, después de haberlo visto en esos ardientes debates contra la corrupción, tendría otra imagen hoy. Pero no, pudo más el vicio para vencer la virtud.

Su debilidad por la ambición y el ego lo derrotó antes de tiempo, como desprestigió también al Pacto Histórico. Su equipo de trabajo resultó ser una danza de lobos con hambre.

Tan pronto salga del poder el presidente Petro, hay que redoblar la lucha voraz, para recuperar los valores éticos y principios, como el respeto al orden natural y el derecho de nacer, hoy sometido al glamour, y la falta de compromiso con sentido maternal en la que predomina el aborto sin razones. Es decir, la misma mujer escogió el camino del placer y la libertad para evadir las responsabilidades, antes que pensar en el crecimiento de la familia y de la formación de futuros ciudadanos de bien. Con este Gobierno muchas mujeres cambiaron su forma femenina de ser y ya no se sabe, si son o no. Y… muchos hombres ¡ni se diga!

Es un imperativo, que el gobierno de Nicolás Maduro caiga cuanto antes, porque es un peligro que determina la supervivencia del Pacto Histórico, y su caída favorece, sea vivo o muerto, para la prosperidad de ambos países.

Recuerden que Venezuela con Hugo Chávez y Maduro, se convirtió en la cueva de terroristas y de narcotraficantes. Colombia espera mucho de la administración de Donald J. Trump, y… a gritos también lo pide Venezuela.

¡O nos unimos, o nos hundimos!

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Directores Orlando Cadavid Correa (Q.E.P.D.) y William Giraldo Ceballos. Exprese sus opiniones o comentarios a través del correo: [email protected]

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