Medellín, Antioquia, Colombia y todos los rincones del mundo donde haya nostálgicos tenemos dos sentimientos en estos momentos: uno de profunda tristeza por la temprana partida de Darío de Jesús Zapata y otra de alegría porque siempre perdurará en nuestros corazones por el extenso legado que nos dejó.
Aunque fue reconocido como El Rey del Despecho, lo cierto es que fue un emperador del amor: se desvivió por su familia, por sus hijos, hermanos, madre y demás parientes, pero también dio ejemplo a todos sobre cómo con voluntad, perseverancia, tenacidad y esfuerzo se podría lograr con éxito el emprendimiento.
Comenzó con labores muy humildes y se convirtió en un empresario de orgullo para los autores y compositores de Colombia, creó un género musical, compartió con sus colegas, contribuyó para que otros hicieran sus carreras, permitió que cantaran con él en la tarima, entregó sus letras para que fuera posible abrir más oportunidades de trabajo.
Gracias a esa fuerza del maestro Darío, miles de colombianos encontraron un sustento como músicos, compositores, sonidistas, organizadores de eventos, logística, empresarios artísticos, periodistas, locutores, directores de emisoras, animadores, con otras vertientes como comidas, restaurantes y tabernas.
Colombia agradece todo su esfuerzo. Hoy el país le envía un mensaje de solidaridad a doña Olga, su esposa, y a sus hijos y les dice que Darío siempre estará en el corazón de todos los colombianos.
Viva por siempre Darío Gómez…el rey de Colombia
Guillermo Romero Salamanca
