Martes de la luenga lengua: Sí-síes, sintaxis, menos-más, aun-aún

Ilustración Adobe

QUISQUILLAS DE ALGUNA IMPORTANCIA  

por  Efraim Osorio López

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En pocas palabas, si es sustantivo tiene plural. 

En mis apuntes de la semana pasada escribí sobre la sustantivación de las preposiciones ‘pro’ y ‘contra’, puntualmente en la locución ‘los pros y los contras’, y afirmé que casi todas las partes de la oración se pueden sustantivar, norma que incluye los adverbios ‘sí’ (de afirmación) y ‘no’ (de negación): ‘los síes y los noes de los encuestados’. Las partes de la oración sustantivadas son variables en número, norma gramatical que no es opcional, obviada, no obstante, por el redactor de este titular de primera página de LA PATRIA: “Educación va por otros nueve sí” (5/12/2023). Y otro del interior (pág. 15): “Propuesta educativa tiene 31 sí y faltan 9”. “…por otros nueve síes”, así, y “…tiene treintaiún síes…”, de esta manera. No por ser monosílabas son invariables las palabras. Las vocales, inclusive, tienen su plural: ‘las aes, las ees, las oes, las íes, las úes’. En pocas palabras, si es sustantivo tiene plural. ***

Los adverbios de tiempo, lugar y modo deben tener una relación sintáctica con sus antecedentes, es decir, que éstos expresen el mismo accidente, por ejemplo, ‘fue en 1810 cuando…’, ‘es en ese sitio donde se reúnen…’ y ‘así es como se dice’. La violación más frecuente –frecuentísima– de esta norma se presenta con el uso de ‘donde’ en lugar de ‘cuando’, verbigracia, ‘fue en esa época donde…’. Sin embargo, leí, y quizás por primera vez, lo contrario en el siguiente consejo:   “…no hay que pelear con la tristeza, porque es allí cuando dejamos de tratarnos bien a nosotros mismos” (LA PATRIA, María Leonor Velásquez Arango, 6/12/2023). Sintácticamente, “porque es allí donde…”, aunque me parece que en ese contexto la relación debería ser de tiempo, de este modo, por ejemplo: “…porque es en ese momento cuando…” “porque es entonces cuando…”. O podría ser también de modo: “…porque es así como dejamos…”. Sea de ello lo que fuere, la relación tiene que ser lógica. ***

Como debe ser lógica también la conexión de las dos proposiciones en una oración compuesta, lógica que le faltó al editorialista de LA PATRIA en la siguiente: “No se puede permitir allí otra tragedia, menos que involucre como víctimas a menores de edad” (10/12/2023)Es la observación que hace luego de comentar la desdicha causada por un incendio en el que perecieron tres personas, dos menores entre ellas. La importancia del cuidado que hay que tener para evitar infortunios semejantes no se puede realzar con el adverbio ‘menos’, sino con ‘más’ o con una locución que exprese el mismo énfasis, verbigracia, “No se puede permitir otra tragedia, con mayor razón si involucra víctimas menores de edad”. Con el adverbio ‘menos’ se le resta importancia a lo expresado. Elemental. ***

El vocablo ‘aun’ (adverbio) tiene dos significados diferentes, precisados por la presencia de la tilde o por su ausencia. ‘Aún’ (con tilde) significa ‘todavía’ (‘persistencia en el momento de que se habla’, por ejemplo, ‘son las doce y aún no ha llegado’). ‘Aun’ (sin tilde) puede reemplazarse por ‘hasta, incluso, inclusive’, con valor concesivo, verbigracia, ‘aun los niños lo entienden’. Esto lo he tratado innumerables veces sin efecto positivo alguno, como lo demuestran los siguientes ejemplos: “…cuando aun los trabajadores no podían ingresar a los amplios espacios internos aun frágiles…” (LA PATRIA, Eduardo García Aguilar, 10/12/2023).  “Carlos Mario usurpó las luchas de mucha gente, aún sin haber votado por él…” (Ibídem, Camilo Vallejo Giraldo, 11/12/2023). En la primera muestra, el adverbio debe llevar la tilde las dos veces usado, de acuerdo con lo antes expuesto: “…cuando aún (todavía) los trabajadores no podían…”, y “…espacios internos aún (todavía) frágiles”. En la segunda, sobra la tilde, pues es parte de una oración concesiva, en la que puede ser sustituido por ‘hasta’ (inclusive): “…de mucha gente, aun (inclusive) sin haber votado por él”. Los siguientes ejemplos son la prueba irrefutable de la importancia de la tilde en nuestro lenguaje: no son lo mismo ‘se’ y ‘sé’, ni ‘ápodo’ y ‘apodo’, ni ‘prolongué’ y ‘prolongue’, ni ‘aun’ y ‘aún’…

DESCACHADAS IDIOMÁTICAS

Por Jairo Cala Otero

1.- «…el vehículo cayó 15 metros de altura; La altura en la que cayó equivale a unos cuatro pisos de altura». Con la genialidad de quien redactó estas dos frases en una información del diario El Tiempo, el mundo estará salvado dentro de poco tiempo. Ahora hasta los vehículos caen hacia arriba; y la deducción inteligente es que cuando eso sucede, es como si cayeran «cuatro pisos de altura». La subeditora de El Tiempo María Alejandra Rodríguez quiso escribir: «…el vehículo cayó desde una altura de 15 metros; La altura desde la que cayó equivale a unos cuatro pisos de un edificio».

2.- «Éste es el primer condenado por chuzadas’quien recuperará su libertad». De lejos se nota que quien redactó este titular en el periódico El Espectador no conoce mínimamente la gramática castellana. En este caso usó inapropiadamente el adjetivo demostrativo este, además con tilde (no la necesita) y el pronombre personal quien, que tampoco se ajusta. Corrección: «El hombre es el primer condenado por ‘chuzadas’ telefónicas que recuperará su libertad». Mejor aún: «El hombre es el primer condenado por interceptaciones telefónicas que recuperará su libertad».

3.- «No me diga que la persona por la que este joven se ha estado emborrachando es por usted». De un capítulo de la serie «Dulce amor», que se transmitía por el canal Caracol Televisión. Al final de esta expresión sobra la preposición por. En consecuencia: «No me diga que la persona por la que este joven se ha estado emborrachando es usted». También es posible: «No me diga que usted es la persona por quien este joven se ha estado emborrachando».

4.- «…los candidatos a gobernación, alcaldía, concejo, asamblea y JAL recorren las diferentes calles e instituciones de la capital antioqueña para darse a conocer y explicar sus propuestas». Además de descubrir que el agua moja (los políticos recorren calles para buscar incautos, perdón, votos), únicamente les faltó a los señores del periódico El Colombiano escribir jal; el quebrantamiento ortográfico habría sido absoluto en esta frase. Aquí se ignora la norma de usar iniciales mayúsculas para los nombres propios: Gobernación, Alcaldía, Concejo y Asamblea. En cambio, escriben: Gobernador, Alcalde y Concejales, que no llevan inicial mayúscula. Se escribe: gobernador, alcalde, concejales, diputados, etcétera.

5.- «Duitama aún tiene el privilegio de estar ubicada en un territorio esencialmente húmedo, por ende, bastante fértil». Expresión publicada en el semanario La Lupa, de Duitama. Cuando trasladen a Duitama, con todos sus habitantes dentro, yo quiero estar presente; me invitan, por favor. Quiero presenciar semejante acontecimiento de antología. En realidad, esa es apenas una ilusión creada por una pobre redacción; la preposición aún trastornó el sentido de la primera oración e hizo entender que en un futuro Duitama podría ser trasladada a otra zona geográfica. El idioma es sencillo, pero algunos malos redactores vuelven farragosos los mensajes que escriben. Corrección: «Duitama tiene el privilegio de hallarse en un territorio esencialmente húmedo, por ende, bastante fértil».

6.- «A tres meses del cierre de frontera, el empleo es el principal problema». De la agencia de noticias Colprensa. El giro «a tres meses de…» es equivocado, pues dice lo contrario de lo que se quiso indicar. El cierre de la frontera entre Colombia y Venezuela ─cuando la noticia se divulgó─ había ocurrido tres meses antes. Luego no faltaban tres meses para que ello sucediera, sino que, repito, hacía tres meses que el cierre había ocurrido. El error está en creer que la locución «a tres meses de…» hace referencia al pasado; se refiere al futuro. Lo evidente era que ya no había libre tránsito entre los dos países desde ese tiempo. Error dos: el empleo no es un problema, sino una solución para el desempleo; este sí es problema grave. Corrección: «Tres meses después del cierre de la frontera, el desempleo es el principal problema».

7.- «Además la Fiscalía indicó en su cuenta en Twitter que entre los aprehendidos se encuentran 16 policías y cuatro funcionarios públicos». La publicación la hizo el periódico Pulzo.com. Hay concurso de errores aquí: 1. Los policías, por ser miembros de una institución estatal, son empleados púbicos, es decir, funcionarios. En la noticia los apartaron de tal condición. 2. Todo funcionario es público; luego es redundante la expresión funcionarios públicos (no hay funcionarios privados). Hay, entonces, dos errores en las seis palabras subrayadas en la oración. 3. Faltó, además, la coma detrás del adverbio ‘además’ con que se comenzó la oración. 4. Combinar números y cifras en letras es inadecuado («16 y cuatro»). Corrección: «Además, la Fiscalía indicó en su cuenta en Twitter que entre los aprehendidos figuran 16 policías y otros 4 funcionarios civiles».

8.- «Las modelos más sexies desplegaron sus alas en el desfile de Victoria’s Secret». En español el plural de sexy es sexis, sin la entrometida ‘e’, que apareció en una publicación de la revista Cromos. Las modelos referidas debieron de bajar del Cielo porque estaban dotadas de alas, según la imaginación del acucioso redactor. Corrección: «Las modelos más sexis desplegaron sus encantos en el desfile de Victoria’s Secret».

9.- «… la juez segunda penal municipal…». En una noticia del diario El Tiempo se insistía en renunciar al uso de los vocablos femeninos y en mezclar palabras de género masculino con palabras de género femenino. Por consiguiente, se formó una discordancia de género en esta oración. Juez es sustantivo de género masculino; y el artículo determinante ‘la’y el adjetivo ‘segunda’ son de género femenino. No concuerdan, como lo indica la norma gramatical. Corrección: «…la jueza segunda penal municipal…». La noticia aludía al caso de una profesora de Nariño que usó fraudulentamente unas tarjetas débito y crédito que se encontró en una calle.

10.- «Tragedia en Francia: un niño murió y 4 resultaron heridos tras accidente de una ruta escolar». De la página de Caracol Televisión. 1.- El muerto y los heridos no se registraron «tras el accidente», sino en el accidente. 2.- Ninguna ruta sufre accidentes, todas las rutas son fijas e insensibles; sí se accidentan los automotores que se desplazan por las rutas. Corrección: «Un niño murió y cuatro más resultaron heridos en un accidente de bus escolar». En otra noticia sobre recomendaciones ante un temblor, la misma cadena de televisión anotaba: «Busque la ruta de evacuación y sígala, conservando el costado derecho». En esta frase sí usaron bien el significado de ruta. ¿Por qué les costará tanta dificultad a algunas personas diferenciar ese sentido del vocablo frente a un carro escolar?

11.- «El Gini de ingresos antes y después de tener en cuenta los impuestos que pagan las personas y las transferencias que reciben por programas sociales como Familias en Acción es prácticamente igual». La columnista Silvia Otero Bahamón, del periódico Vanguardia, no encontró la coma en su teclado, según se nota. La necesitaba dos veces. Corrección: «El Gini de ingresos, antes y después de tener en cuenta los impuestos que pagan las personas y las transferencias que reciben por programas sociales como Familias en Acción, es prácticamente igual».

12.- «…el dirigente político (Raimundo Duarte Díaz) habría lavado cerca de 1.705 millones de pesos provenientes de actividades narcotraficantes». Narcotraficante es una persona que trafica con estupefacientes, como lo define el diccionario del español. Ese vocablo no aplica para actividades, aunque sean las de un narcotraficante; las suyas son actividades ilegales, o de narcotráfico. Segundo error: en el periódico Vanguardia siguen escribiendo mal las cifras, que desde el año 2010 perdieron el punto. No estar enterados de los avances del idioma con que se trabaja también es estar «chiviados». Corrección: «…el dirigente político habría lavado cerca de 1705 millones de pesos provenientes del narcotráfico».

13.- «Hasta la próxima semana se resolvería el caos de gobernabilidad en el municipio». En referencia a Girón (Santander), donde la Alcaldía estaba acéfala, el diario Vanguardia (Bucaramanga) publicó esta afirmación. La preposición ‘hasta’ es mal usada por miles y miles de personas, como en este caso. ‘Hasta’ indica «el límite final de una trayectoria en el espacio o en el tiempo»; ejemplos: «Desde hoy hasta el lunes habrá gran bazar»; «Estará aquí desde mañana hasta el domingo». Luego en la noticia debía ser: «La próxima semana se resolvería el caos de gobernabilidad en el municipio». La preposición ‘hasta’ sobra.

14.- «Se eliminará la normativa que prohíbe al Presidente y Vicepresidenta viajar juntos». Bueno sería que también en las salas de redacción se eliminaran normas acomodaticias para redactar las noticias. Ya existen normas claras para escribir bien. En este caso, los nombres de las dignidades públicas y privadas las escriben con mayúscula inicial; la ortografía indica que esos sustantivos se escriben con minúscula inicial: presidente, vicepresidenta. Además, a esta oración le faltó el artículo determinante (la) para la palabra vicepresidenta; sin él, se dice que el presidente también es vicepresidenta. ¿Bisexualismo lingüístico también? ¡Santo Dios! Entonces: «Se eliminará la normativa que prohíbe al presidente y a la vicepresidenta viajar juntos». También: «Se eliminará la normativa que prohíbe que el presidente y la vicepresidenta viajen juntos».

15.- «“Nombre un alcalde urgente”: Procuraduría a Aguilar tras bochornosa toma de poder en Alcaldía de Girón». La Procuraduría no sentenció que fuese designado un «alcalde urgente», como lo publicó Blu Radio en su página de Internet. Pero el redactor de la noticia aplicó su propio error al negar el adverbio correspondiente. Los adverbios aclaran situaciones como la de este caso, pero no los conocen en las salas de redacción de muchos medios periodísticos. Es claro que «alcaldes urgentes» no existen. Lo que sí le dijo la Procuraduría al gobernador de Santander, Mauricio Aguilar, fue: «Nombre urgentemente un alcalde». También: «Nombre un alcalde, urgentemente».

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