Martes de la luenga lengua: Lenguaje incluyente, esperar, entre, cuan-cuán, se-sé

Imagen Siglo XXI

QUISQUILLAS DE ALGUNA IMPORTANCIA

  por  Efraim Osorio López

eolo1056@yahoo-com

…frases que demuestran que el ‘lenguaje incluyente’ es, además de ‘inútil’ y ‘traicionero’, ‘nocivo’ y ‘farragoso’. 

Como dicen los paisanos, el veterano y buen columnista de El Tiempo Pedro Medellín Torres anocheció ‘bueno y sano’ y amaneció apestado por el lenguaje incluyente. Prueba de ello, este párrafo de su columna del Día de los Inocentes (2023): “No sólo lo decía para sobrellevar la molestia que le causaba la irresoluble mediocridad de uno (a) que otro (a) de los altísimos (as) funcionarios (as) públicos (as) con los que ocasionalmente interactuaba”. ¡Uf! ¿Cómo diantres se lee esto en voz alta? Y ¡qué tal que columnistas y escritores en general escribieran de la misma forma! La lectura dejaría de ser placentera para convertirse en tortura. Y digo que esto le sucedió de la noche a la mañana, porque, que yo recuerde, él nunca antes había escrito de manera tan absurda, manera que trató de conservar en todo el artículo. ‘Trató’, porque, como este inútil lenguaje es ‘traicionero’, fue incapaz de sostenerlo, por ejemplo, en la última frase del párrafo transcrito olvidó escribir ‘con los (as)…’. Y en el resto de la columna, entre muchas otras muestras del detestable lenguaje, encontré frases escritas como Dios manda y el buen castellano lo exige: “…de los mejores y más capacitados (que hay muchos)…”, “…que no logra que los mejores…”, “Los nuevos son personas…”,“Están convencidos de que sin los baquianos…”. “…por parte de amigos y familiares…”, frases que demuestran que el ‘lenguaje incluyente’ es, además de ‘inútil’ y ‘traicionero’, ‘nocivo’ y ‘farragoso’. ***

El verbo ‘esperar’ (del latín ‘sperare’ -‘tener esperanza, confiar, esperar’) es transitivo, razón por la cual, y como lo he anotado muchas veces, su complemento directo se construye sin preposición alguna, verbigracia, ‘esperamos como niños la Navidad’. No obstante, y quizás por la influencia del inglés (‘to wait for’ -‘esperar’), muchos introducen el complemento con la preposición ‘por’, por ejemplo, en este titular de LA PATRIA: “Plaza Alfonso López Pumarejo espera por su cóndor” (Movida, 28/12/2023). Castizamente, “…espera su cóndor”. ***

En castellano, el oficio de las preposiciones es introducir los complementos del verbo de la oración gramatical, no modificar adverbios. Es, por esto, incorrecta la locución ‘entre más’, más común de lo aceptable. Un ejemplo, nada más: “Entre más cambios se vea obligado a hacer un alcalde, menos continuidad de los procesos logrará” (LA PATRIA, editorial, 29/12/2023). Correctamente, porque ‘más’ es adverbio, así: “Mientras más cambios…”.  O con ‘cuanto’, pero como al adverbio le sigue un sustantivo, ‘cuanto’ debe concordar con él en género y número, de esta manera: “Cuantos más cambios…”. El Diccionario panhispánico de dudas (2005) anota: “Con la excepción de México y el área centroamericana, donde es normal entre hablantes de todos los niveles, la norma culta general rechaza el uso de ‘entre más’ por ‘cuanto más’”. Y don Manuel Seco dice que “debe evitarse en la lengua culta”. Sí, en el lenguaje culto, que debe cultivar todo escritor que se respete. ***Cuan-cuán. Del primero enseña el diccionario de M. Moliner: “Adv. Con valor comparativo, equivaliendo a «tan… como» o «todo lo… que», se usa en la expresión «cuan largo»: ‘Estaba tendido cuan largo es’”. El segundo, con tilde, es un adverbio exclamativo que sirve para ponderar una cualidad, buena o mala, de las personas o cosas, por ejemplo, ‘no calculó cuán grande fue su disparate’. Norma que debió aplicar el autor de Oasis en la siguiente oración: “La gratitud nos lleva a mirar lo positivo y nos ayuda a reconocer cuan privilegiados somos” (LA PATRIA, 31/12/2023). “…reconocer cuán privilegiados somos”, así, es decir, ‘qué tan privilegiados somos’. En la misma sección escribió: “Se agradecido” y “Se compasivo”. En estos dos consejos, ‘sé’ lleva tilde, porque es la segunda persona del singular del imperativo del verbo ‘ser’. Lleva también tilde cuando es la primera persona del singular del verbo ‘saber’, verbigracia, ‘sé que no sé’. No lleva tilde cuando es el pronombre personal de tercera persona (acusativo o dativo -‘se peinó’, ‘se lo dijo’) o es parte de los verbos exclusivamente pronominales (‘se suicidó’). Elemental

DESCACHADAS IDIOMÁTICAS

Por Jairo Cala Otero

1.- «Queman recibos en protesta por tarifas de energía». Titular en una emisión del noticiario de Caracol Televisión. ¡Con razón los usuarios de ese servicio se niegan a pagarlo! Para el redactor de tal titular el asunto es apenas de recibos, no de facturas. Un recibo es un sencillo documento que se expide para certificar que se ha recibido un pago. Las empresas de servicios públicos no expiden recibos, envían facturas para cobrar los consumos hechos por los usuarios. Aquel titular debió ser: «Queman facturas en protesta por tarifas de energía». ¡Así sí habrá abundancia de luz, tanta que alcanzará para alumbrar a quienes maltratan el español!

2.- «Es urgente el control sanitario de los sitios y además el control del ruido, que ya hace insostenible la tranquilidadde los residentes del sector». Del abogado Miguel Ángel Pedraza, columnista del diario Vanguardia. No tiene errores gramaticales, pero sí un vicio de forma y de concepto. La insostenible para cualquier ser humano sensato es la intranquilidad, es decir, el alboroto, el ruido, el desorden…La tranquilidad es la deseable, la que reclaman muchos ciudadanos agobiados por la intranquilidad que genera el caos. Enmienda: «Es urgente el control sanitario de los sitios y además el control del ruido, que ya hace insostenible la intranquilidad de los residentes del sector». También: «(…) y además el control del ruido, que es insoportable para los residentes del sector».

3.- «Se trata de Orlando Antonio Cuero Ramírez un hombre de 33 años». Además de «engullirse» la necesaria coma detrás del apellido Ramírez, quien redactó esta oración en la revista virtual Kienyke cayó en una redundancia. No es necesario decir que Orlando Antonio es un hombre. ¿No se nota, acaso, su sexo por el nombre masculino? Corrección: «Se trata de Orlando Antonio Cuero Ramírez, de 33 años…». La economía en las estructuras oracionales es una de las características de esta belleza idiomática llamada español (o castellano, es igual).

4.- «Dejan en libertad a jóvenes que publicaron supuesto video de violación en Facebook». Por la manía de anteponer a todo relato la palabra supuesto, en un exagerado blindaje contra eventuales querellas judiciales, muchos periodistas emplean mal ese vocablo. Así ocurrió en este titular del periódico El Espectador (Bogotá) en el que está mal empleada esa palabra. Lo supuesto no fue el video ─ porque este fue real, evidente ─ sino la violación. No quedó prueba fiable de si, efectivamente, se trató de una violación, o si, por el contrario, fue una muestra amañada de tal delito. Entonces: «Dejan en libertad a jóvenes que publicaron en Facebook video de una supuesta violación sexual». Es preciso que la sintaxis cambie para que no se entienda que la supuesta violación ocurrió en Facebook, lo cual tampoco es cierto, ni lo será nunca. 

5.- «Expertos de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, por su sigla en inglés) de EUrecomendó la aprobación del primer fármaco para prevenir el VIH». Encabezado de una noticia publicada por la agencia de noticias española EFE, desde Washington. Ofrece una discordancia de número gramatical y la errónea abreviatura del nombre de aquel país norteamericano. Primero se habló de expertos (plural), y luego se usó el verbo recomendó (singular). Y antes de llegar allí se escribieron las letras EU, que no significan Estados Unidos; su abreviatura correcta es EE. UU. (con espacio después del punto detrás de la segunda E). ¿Por qué esas vocales son dobles? Porque el nombre es plural: Estados (EE) Unidos (UU). Lo mismo que FF. AA. (Fuerzas Armadas); FF. NN. CC. (Ferrocarriles Nacionales de Colombia, «descarrilados» por pésima administración del Gobierno colombiano).

6.- «En ausencia de (…) apareció Teófilo Gutiérrez con su oportunismo». Comentario de Javier Hernández Bonnet en Caracol Televisión, alrededor de una jugada futbolística del conocido integrante de la Selección Colombia. Cabe decir que por la nula consulta de un buen diccionario se cae en equivocaciones semánticas, como la del comentarista Hernández. No es lo mismo oportunismo que oportuno, ni que oportunidadOportunismo es el aprovechamiento en beneficio propio de alguna circunstancia, mientras que oportunidad es el momento propicio para hacer algo; y oportuno es lo que se hace en el momento apropiado. Aquella jugada de Gutiérrez no fue un oportunismo, pues no beneficiaba sólo al jugador sino a todo el equipo; fue una acción oportuna. Así que Hernández Bonnet debió decir: «En ausencia de (…) apareció Teófilo Gutiérrez con oportunidad». O también: «…apareció oportunamente Teófilo Gutiérrez».

7.- «En su inspección a los establecimientos de hospedaje y alojamiento certificó a 25 de los 84 hoteles registrados en el Puerto Petrolero». ¡Moñona! En su página de Barrancabermeja el diario bumangués Vanguardia publicó esta nota sobre controles de las autoridades a los hoteles barranqueños. En primer lugar, no es necesario repetir vocablos que significan lo mismo, como es el caso de alojamiento y hospedaje. Además, usaron mayúsculas iniciales para el apelativo puerto petrolero, como se le dice también a Barrancabermeja. Esas dos palabras no constituyen un topónimo, por lo tanto, no son un nombre propio, caso en que sí llevarían mayúsculas iniciales. A renglón seguido, la noticia agregaba: «Estos establecimientos que ayer fueron abalados y que cumplieron con los requisitos de rigor, como tener renovado el registro…». Con ello se completa la moñona, porque avalar se escribe con uve (ya no se le dice ve chiquita, ni ve de vaca a esta letra). Después de esa palabra mal escrita debió ir una coma porque hay un inciso en la oración («y que cumplieron con los requisitos de rigor»). Expresión corregida: «En su inspección a los establecimientos de hospedaje, certificó a 25 de los 84 hoteles registrados en el puerto petrolero».

8.- «Publicada a las 12:10 A.M.» En los diarios colombianos se advierte con esta frase sobre la hora de publicación de las informaciones en sus páginas virtuales. Pero hasta en eso se comete error. La hora correcta es 00:10 a. m. (con letras minúsculas, punto y separación). En cambio, A.M., como aparece en la mayoría de los periódicos, significa Amplitud Modulada, una frecuencia de radio. Veamos: después de las 12 de la noche (cuando termina el día al completarse su ciclo de 24 horas) comienza uno nuevo. Luego desde el segundo siguiente no hay una hora todavía (60 minutos), por lo que se cuentan sólo los segundos y minutos que van transcurriendo hasta ese momento; cuando se completan 60 minutos, obviamente, ya habrá transcurrido una hora. Por eso: 00:10 a. m. significa cero horas y diez minutos del nuevo día; 00:30 a. m. son los primeros 30 minutos; 01:00 a. m. es la primera hora del nuevo día; así, sucesivamente, hasta completarse otro ciclo de 24 horas. Corrección: «Publicada a las 00:10 a. m.».

9.- «Seria, solemne, sin conecte con la gente en la radio, lo valioso de María Jimena es su pluma…». De un comentario de Iván Gallo, columnista de la página Las 2 Orillas. Desconectado quedó el término ’conecte’, que es imperativo del verbo conectar; no es un sustantivo. Corrección: «Seria, solemne, sin conexión con la gente en la radio, lo valioso de María Jimena es su pluma…».

10.- «El periodista Iván Parra, oriundo de Armenia, Quindío, falleció debido a problemas renales que lo aquejabadesde hace varios años». Este subtítulo en el periódico Vanguardia (Bucaramanga) falló por una discordancia de número gramatical y una inconsistencia en el tiempo verbal. Veamos: 1.- El sustantivo problemas está en plural, pero el verbo aquejaba está en singular; no concuerdan. 2.- El verbo aquejaba está en tiempo pasado, pero hace está en presente; no hay consistencia en el tiempo verbal. O sea, obviamente esos problemas ya no pueden aquejar más al periodista Parra porque falleció. Corrección: «El periodista Iván Parra, oriundo de Armenia, Quindío, falleció debido a problemas renales que lo aquejaban desde hacía varios años».

11.- «¿QUIERES ENCONTRAR TU PROPÓSITO DE VIDA? CONOCE CÓMO HACERLO DE LA MANO DE LOS 12 DIRECTIVOS DE LAS EMPRESAS MÁS ASPIRACIONALES DEL PLANETA EN EL MAYOR EVENTO VIRTUAL…». Además de aparecer como gritones (escribir en mayúsculas sostenidas significa gritar), en un boletín publicado por la telefónica Claro usaron una extraña palabra: aspiracional. Es fútil el lenguaje rebuscado. Tan fácil que les hubiese resultado escribir aspirantes, o que aspiran, que son vocablos castizos para designar a quienes aspiran a algo. Faltó, además, una coma detrás de la palabra planeta. Corrección: «… de las empresas con aspiraciones del planeta, en el mayor evento virtual…».

12.- «…pensó que iba a ser derrocado por las movilizaciones ciudadanas, y detonó un Toque de Queda». De un comentario de Germán Eduardo Vargas, articulista del periódico La República (Bogotá). Suelen decir quienes abusan de las mayúsculas en palabras que no las necesitan que «son para resaltar la expresión». Esos son argumentos tan pobres como los más de 6 millones de colombianos que no tienen ni un mendrugo para comer a diario; son salidas cojas de los ignaros en materia lingüística. Aunque quieran justificarse, la norma ortográfica manda que llevan inicial mayúscula solamente los nombres propios; toque de queda no lo es. Además, no se sabe por qué razón Vargas considera que un toque de queda es un artefacto explosivo. Entonces: «…y provocó un toque de queda».

13.- «Allá no se me quedó una camiseta negra olvidada?». Tres errores hay en tan corta expresión de uso frecuente entre muchísimas personas. Veamos: 1.- Falta el signo de interrogación al abrir la oración. 2.- Se niega aquello por lo que se pregunta. Entonces, ¿para qué sirve la pregunta? 3.- ¿Cuáles serán las camisetas olvidadas? ¡Pobrecitas ellas! Como se ve, la falta de sintaxis genera expresiones absurdas. Corrección: «¿Allá se me quedaría olvidada una camiseta negra? Otra forma sin pregunta: «Quiero saber si allá dejé olvidada una camiseta negra».

14.- «Cañas aprovechó para manosearle en varias ocasiones y partes del cuerpo…». Técnicamente se llama oración agramatical aquella que es confusa, que no se ajusta a un sentido inteligible. Ese fenómeno ocurrió en una noticia judicial del diario La Patria, de Manizales, alrededor de abusos carnales de un hombre con una niña de 8 años. Corrección: «Cañas aprovechó para manosearle, en varias ocasiones, las partes íntimas del cuerpo…».

15.- «Estudiante fue asesinado por ladrón que tenía anotaciones por cinco delitos distintos». Que se sepa, en ningún país las leyes judiciales contemplan que pudiese haber un delito duplicado o triplicado; cada delito es único, por lo tanto, bien distinto de otros delitos. Por esa simple razón, de lógica común, el redactor de esta frase en Noticias Caracol Televisión se equivocó al referirse a «cinco delitos distintos». Lo que sí se da es que una persona tenga varios antecedentes por un mismo delito, o por varios delitos. Mejorado: «Estudiante fue asesinado por ladrón que tenía anotaciones por cinco delitos». 

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