Por Óscar Domínguez Giraldo
Alguna vez participé en una convocatoria para el cargo de editor de la revista El Malpensante. Me salí con la mía: no conseguí la chanfa. Entre paréntesis, mis respuestas, con ajustes pertinentes e impertinentes:
• Gusto por la literatura y el periodismo escrito. (Ese matrimonio literatura-periodismo me gusta hasta para hacer un trío o ménage à trois que llaman los franchutes).
• Título universitario (Aunque la moda es trepar con diplomas hechizos, mi título es el tres raspao que me puso mi profesor de literatura en la Universidad de Antioquia, Elkin Restrepo, Premio León de Greiff al Mérito Literario otorgado por EAFIT (el poeta dice que fue cinco raspao. Y los poetas, según Cocteau, son mentirosos que siempre dicen la verdad.
• Habilidad clara para escribir y aptitud para editar textos de terceros. ( Modestia, apártate, pero me tengo confianza para mejorar textos. O para tirármelos, no recuerdo bien).
• Experticia en el mundo digital y en redes sociales. (Dada mi condición de septuagenario soy de durísima cerviz para los minucias digitales. No soy tan desbocado como Trump en Twitter, pero me defiendo).
• Dominio de un segundo idioma. (Con ripios de latín, migajas de inglés, residuos de francés y restos de portugués, puedo armar el frankestein de un segundo idioma).
• Buen trato y capacidad de trabajo en equipo. (No tengo prontuario como acusador sexual de mis subalternas cuando dirigí algo. Elogio en público, aprieto clavijas en privado).
. Una maestría. (Maestro de nada, aprendiz de todo, digo con Serrat).
• Haber trabajado en el mundo editorial y/o en medios escritos. (En Colombia les exigen a las mujeres ser vírgenes con experiencia, decía Noemí Sanín. Sucede igual en el mundo editorial. Pero pongo mucha atención como los búhos y aprendo rápido).
• Un tercer idioma. (No exageramos, director, no exageremos).
• Participar en la redacción de la revista. (Pero ¿y entonces? Ahora, para asuntos de redacción conseguiré gente tesa que lo haga mejor que yo. ¿Para qué son los jefes entonces? Que trabaje la base).
• Participar en la edición de los distintos libros de la editorial Libros-Malpensante y proyectos adjuntos. (¡Haberlo dicho antes, parcero! Y como la caridad empieza por casa tengo varios libros para proponer. Necesito un socio que quiera arruinarse, perdón, que quiera llenarse de plata conmigo).
• Participar en las campañas de crowdfunding que hagamos. (¿Crowndfqué?).
• Proponer contenidos para toda la organización, pero en especial artículos para la revista y libros para la editorial. (También puedo barrer y servir los tintos cuando la señora encargada se enferme o tenga cita en el Sisbén).
Salario a convenir según el perfil del candidato o candidata. (Si no pagan billete que me dañe el cerebro, no cuenten con este negro. A propósito, ¿qué vamos a poner a hacer al director? Ahora, si el puesto no es para mí, me contento con que me sigan publicando en la revista).