En una movida política que no puede ocultar la cola de corrupción que arrastran todas las dictaduras, un órgano oficial venezolano dejó saber, hace una semana, que la inhabilidad para postularse a cargos de elección popular que le había impuesto a la precandidata presidencial de oposición, María Corina Machado, se extendía, de 12 meses iniciales y ya fenecidos, a 15 años. Con esa jugada ilícita, Machado queda por fuera de la disputa por la presidencia para las elecciones del 2024, cuando, si permite realizarlas, Maduro tendría que disputarse el respaldo popular con los aspirantes a reemplazarlo. El rechazo continental ante la carambola autocrática se escuchó duro y fuerte. Pues bien, en Colombia, que alega ser democrática, se elimina al “enemigo” como en el país vecino. Pero solo unos pocos nos indignamos, porque no se trata de Petro, sino del dictadorzuelo que Iván Duque y la Corte Suprema instalaron en la Fiscalía.
En el mejor de los casos, la gente aquí permanece indiferente ante el habilidoso Barbosa. Hay que admitir que este ha logrado el silencio complaciente de amplios sectores políticos y judiciales, aunque no sea gratuito: les regala cargos y tratos penales preferenciales. Barbosa ha conseguido, además, el vergonzoso aplauso de una buena parte de la prensa que jadea ante las piezas procesales que le lanza, para que arme portadas exclusivas con ellas. Sea esta la ocasión para afirmar que este personaje de poco valor es tan arbitrario que ha privatizado y corrompido hasta la información: filtra los expedientes –con violación de la reserva en muchos casos– a sus aliados mientras excluye de todos los datos, aun los de libre publicidad, a los medios que lo vigilamos. Claro, Barbosa no es el jefe de Estado, pero ostenta —malamente— el cargo omnímodo del cual dependen las aperturas y los archivos de las investigaciones, manipulándolos con la complicidad de la pandilla que lo rodea. Barbosa no es Maduro, pero puede liquidar a quien quiera; puede “limpiar” a la persona que desee o enredarle la vida, si se lo propone.
La independencia y valentía de la fiscal Angélica Monsalve, a quien el país conoce por las revelaciones que hizo sobre el potente tráfico de influencias con que señorones del poder oficial y particular pretendieron doblegar sus parámetros éticos, le ha costado, hasta el momento en que escribo estas líneas, seis aperturas de procesos penales y cuatro disciplinarios (seguiremos contando): 1) Investigación en su contra adelantada por el célebre Gabriel Jaimes porque Monsalve cometió el crimen de examinar la conducta de los empresarios Ríos Velilla, los inocentes. 2) Investigación en contra de la fiscal por presunto prevaricato, a cargo de una consentida del despacho de Barbosa, Luisa Obando, por negarse a asumir un caso contra unos generales de la República con fuero, debido a que no era competente. 3) Investigación dirigida por un tercer integrante de la banda: Monsalve se atrevió a pedir que el bandido Emilio Tapia fuera entrevistado… en el caso de los Ríos Velilla. 4)Investigación por supuesta extorsión a los individuos denunciados por el denominado “narcochofer” de la Unidad Nacional de Protección, en el carrusel de los vehículos blindados. La pandilla les da credibilidad a los hampones y le abre proceso a la investigadora 5) Proceso solicitado por una funcionaria de la propia Fiscalía porque Monsalve impidió la violación de la reserva del caso… de los Ríos Velilla. 6) Proceso abierto a instancias de otra funcionaria judicial dizque porque Monsalve habló con periodistas.
A ella también la torturan con casos disciplinarios: uno, por supuestas faltas en el proceso de… los Ríos Velilla; otro, por el mismo motivo pero iniciado a instancias de Jaime Lombana, abogado del hijo de… un Ríos Velilla. Un tercero, en Medellín, en donde Monsalve ni vive ni ejerce y un cuarto, de nuevo, impulsado por Jaimes. Adivinen y acertarán: la Comisión de Disciplina Judicial, última instancia para decidir si la fiscal multiprocesada quedaría inhabilitada, como María Corina Machado en Venezuela, por 15 años para ejercer sus derechos y profesión, es presidida por el hermano del abogado de… los Ríos Velilla. Asilo político es su única salida.