Israel insiste en que nadie va a cambiar sus planes para la guerra en Gaza pero, al mismo tiempo, no ha querido que las diferencias surgidas con Estados Unidos en las últimas horas por la gestión de la guerra vayan a más. En medio de la polémica, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, han asegurado que se bastan como Estado para enfrentarse a la actual contienda. El presidente, Isaac Herzog, por su parte, se ha deshecho en elogios con el “mayor aliado” de Israel. Mientras, desde Washington, la Casa Blanca ha insistido en que aún tiene la esperanza de que Israel no lance una gran operación a gran escala en Rafah que el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, considera que podría acabar siendo contraproducente y beneficiando más a Hamás.
El primer ministro de Israel ha afirmado este jueves: “Si tenemos que estar solos, estaremos solos. He dicho que, si es necesario, lucharemos con las uñas”, ha defendido el mandatario en la víspera del Día de la Independencia de Israel, convertido en estado gracias a la ONU en 1948. “En la Guerra de la Independencia, hace 76 años, éramos unos pocos contra muchos. No teníamos armas. Hubo un embargo de armas a Israel, pero con gran fuerza de espíritu, heroísmo y unidad entre nosotros, salimos victoriosos”, ha comentado sin referirse de manera explícita ni a Estados Unidos ni a su presidente, Joe Biden, que, una vez más, expresó su descontento con la manera en que está gestionando el conflicto armado y advirtió que dejará de suministrar armas si las tropas entran en Rafah. “Hoy, somos mucho más fuertes. Estamos decididos y unidos para derrotar a nuestros enemigos y a los que quieren destruirnos”, ha agregado en su discurso el primer ministro.
Este jueves las diferentes delegaciones negociadoras que se habían desplazado a El Cairo han regresado a sus lugares de origen, especialmente las de las dos partes en conflicto, Israel y Hamás, alejando la posibilidad de un alto el fuego inmediato que enderezara la crítica situación que se vive en Gaza.
Otros miembros del Gobierno israelí han lanzado mensajes similares antes que Netanyahu. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, ha apelado a sus “enemigos” y “amigos”. De esta forma, Israel se ha mostrado decidido a seguir adelante con o sin ayuda extranjera en los diferentes frentes que mantiene de norte a sur. “Desde aquí les digo a los enemigos de Israel y a sus mejores amigos: el Estado de Israel no puede ser sometido, ni su ejército, ni el Ministerio de Defensa, ni los altos mandos de Defensa. Nos mantendremos firmes, lograremos nuestros objetivos, golpearemos a Hamás, destruiremos a Hezbolá y traeremos seguridad”, señaló Gallant en su discurso durante una ceremonia en la víspera de que su país celebre el Día de los Caídos.
“Cueste lo que cueste, aseguraremos la existencia del Estado de Israel y recordaremos bien la directiva que firmamos hace apenas una semana durante la ceremonia del Día de Conmemoración del Holocausto, las palabras ‘Nunca más’. Para mí, no es solo una directiva, es un plan de trabajo. Así es como funcionarán los responsables de Defensa y así es como funcionará el ejército de Israel”, añadió en declaraciones recogidas por The Times of Israel.
“En Gaza han muerto civiles como consecuencia de esas bombas y de otras formas de atacar centros de población”, dijo Biden el martes a la cadena CNN cuando los muertos en Gaza rozan los 35.000 durante una guerra en la que su país es el principal suministrador de dinero y armamento de Israel. Se refería a un envío de 3.500 bombas a Israel que su país mantiene congelado, pero que ha servido de mensaje para una decisión de calado mayor. Biden afirmó en esa entrevista que la invasión de Rafah “es simplemente un error”. “Si entran en Rafah, no suministraré las armas”, añadió, citando las bombas, proyectiles de artillería y demás armamento ofensivo.
Poco después de esas palabras, el portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, ha explicado la decisión de Biden. Kirby asegura que las conversaciones con el Gobierno de Netanyahu se mantienen y que Washington todavía tiene esperanzas de que Israel no acometa una operación terrestre a gran escala en Gaza. “Vamos a seguir trabajando con ellos para desarrollar enfoques alternativos que pensamos que tendrán una mejor oportunidad de éxito estratégico, una mejor oportunidad de eliminar la amenaza a la que el pueblo israelí todavía se enfrenta: Hamás”, ha dicho. “Israel aún no ha lanzado tal operación. [Biden] estaba hablando de lo que sucedería en el futuro si lo hiciera. Ésa es una elección que Israel tiene que tomar”, ha insistido.
Biden considera que un ataque a Rafah con miles de víctimas civiles no ayudaría a la derrota sostenible y duradera de Hamás. Washington está ofreciendo otras alternativas a Netanyahu. Entre ellas, ayudar a Israel a asegurarse de que la frontera entre Gaza y Egipto no pueda ser utilizada para el contrabando de armas y armamento hacia Hamás. Kirby también ha señalado que pueden ayudar a perseguir a los líderes, de la organización, incluido el actual número uno, Yahia Sinwar. “También podemos trabajar para establecer una estructura de gobierno alternativa a Hamás porque, como ya hemos dicho muchas veces, sea cual sea el aspecto de Gaza tras el conflicto, no puede parecerse al que tiene ahora con Hamás al mando”, ha añadido Kirby, que también ha ofrecido colaborar para crear espacios seguros y bien dotados para los refugiados.
El ministro israelí de Seguridad Nacional, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, no ha desaprovechado la ocasión para criticar a Biden y, al mismo tiempo, a Netanyahu. En un escueto y contundente mensaje en X ha afirmado que Biden ama a Hamás. El primero en responderle de manera directa ha sido el presidente de Israel, Herzog. Durante la conmemoración de la victoria sobre el nazismo hizo un llamamiento a “evitar declaraciones y tuits infundados, irresponsables e insultantes que dañan la seguridad nacional y los intereses del Estado de Israel”.
Diplomacia del jefe de Estado
Además de contestar a Ben Gvir, el jefe del Estado apostó por la senda de la diplomacia en las relaciones con Estados Unidos. “En el contexto de las noticias de esta mañana, es importante para mí decir que incluso cuando hay desacuerdos y momentos de decepción entre amigos y aliados, hay una manera de aclarar las disputas y es la responsabilidad de todos nosotros”, señaló. “Esta es una oportunidad notable para agradecer a los aliados del Estado de Israel también hoy, y especialmente a nuestro mayor aliado, Estados Unidos de América. Quiero dar las gracias al presidente Biden, que es un gran amigo del Estado de Israel, y que lo demostró desde el primer día de la guerra”.
Tras estas palabras, el opositor Yair Lapid pidió al primer ministro que prescinda del titular de Seguridad Nacional en el Gobierno. “Si Netanyahu no despide a Ben Gvir hoy, estará poniendo en peligro a todos los soldados del ejército y a todos los ciudadanos del Estado de Israel”, escribió en su perfil de X.
Biden, inmerso como candidato demócrata en un complicado año electoral, se enfrenta también a la guerra en Gaza como un asunto interno. Las acampadas de protesta en defensa de los palestinos se multiplican y el candidato republicano, Donald Trump, no desaprovecha la ocasión para ponerle en aprietos. En las últimas horas, en medio de la negativa a enviar las armas, el republicano ha acusado al presidente demócrata de situarse al lado de Hamás, de la misma manera que ha hecho Ben Gvir. “Lo que Biden está haciendo con respecto a Israel es vergonzoso”, ha dicho Trump a las puertas del tribunal donde está siendo juzgado en Nueva York. “Si algún judío votó a Joe Biden, debería avergonzarse de sí mismo. Ha abandonado totalmente a Israel”, ha añadido.
“Los argumentos de que de alguna manera estamos abandonando a Israel chocan con la realidad”, ha replicado Kirby, recordando que Biden visitó Israel pocos días después de los ataques del 7 de octubre y ha prestado toda clase de apoyo militar desde entonces, incluido el destinado a protegerse del ataque de Irán con drones y misiles. “El argumento de que de alguna manera no estamos dispuestos a ayudarles a derrotar a Hamás, simplemente no se ajusta a los hechos”, ha concluido.