Por Elizabeth Mora-Mass
Nueva York. “Cuando conocí a Juan Manuel (el juez Merchán), él estudiaba bachillerato. Nunca me imaginé que fuera a ser parte de la historia de los Estados Unidos.
Esa es una muestra de que nosotros los inmigrantes podemos llegar hasta dónde nos
esforcemos”, afirmó Humberto Suarezmotta, un conocido activista comunitario de Queens.
Es que pase lo que pase con la sentencia suspendida contra el presidente electo Donald Trump, Juan Manuel Merchán, juez de la Corte de Nueva York, ya hace parte de la historia viva
de Estados Unidos, dentro y fuera de la Unión Americana.
“Merchán ya está en la historia del planeta Tierra. Cómo un héroe o como un villano, de
acuerdo con quien usted hable. Merchán ya hace parte de los colombianos inmortales
como Gabo, Botero o Pablo Escobar”, aseguró Esperanza Mejía, una analista de
medios.
“Es un héroe”: anti-trumpistas
“Es un héroe. Su decisión demuestra que nadie está por encima de la ley. Lo que el
juez Merchán está recalcando es que, aunque Donald Trump tenga la voluntad popular
por haber sido elegido presidente, está sujeto a la ley”, explicaba un comentarista a
través de la cadena NBC.
Y continúo diciendo: “La decisión del juez de condenar sin ir a prisión a Trump
demuestra la separación de poderes de nuestro país, cuyas tres ramas: legislativa,
ejecutiva y judicial hacen nuestra democracia. Nosotros vivimos en un estado de
derecho y es lo que la ley hace respetar. Trump quebrantó la ley al pagarle a la actriz
con dinero de la campaña para ocultar su amorío”.
“Es un villano que usó la ley para impedir la reelección de Trump”: trumpistas.
Estas palabras han sido acatadas por la mayor parte de los medios estadounidenses,
aunque en los programas de economía y análisis políticos, los partidarios de Trump
acusan lo acusan de villano, de hacerle el juego al partido demócrata para aceptar la
culpabilidad por los dineros de una actriz porno, “con el único fin de impedir la
reelección de Trump”, aseveró uno de los expertos traídos por la cadena CBS para
discutir el tema.
Y agregó: “El juez (Merchán) usó la ley como un arma política contra Trump (…) Ya lo
veremos en un futuro porque estoy seguro que el caso llegará a la Corte Suprema de
Justicia y el caso será desestimado”.
Aunque éste no es el primer caso de trascendencia nacional que ha presidido Merchán,
si ha sido el más relevante. Antes tuvo dos casos muy sonados: el primero fue contra
Anna Gristina, mejor conocida como “la mamá futbolera de prostíbulo”. La llamaban así
porque de día era una delicada madre de familia y, de noche, dirigía una lujosa casa de
citas para millonarios de todos los sexos. El segundo, fue cuando unos escaladores se
treparon al Centro Internacional de Comercio.
Merchán, en el centro de la batalla entre la derecha y la izquierda
Con este panorama, Trump salió con todo contra Merchán: “corrupto y altamente
conflictivo”. “Es un juez que odia a Trump”. “Tampoco se recusó, a pesar de que hija
trabaja para una oficina de propaganda política demócrata”, aúllan sus críticos.
“El poder judicial está separado del fuero presidencial. Su decisión es una muestra de
la independencia que tienen las cortes para el cumplimiento de la ley”, repiten como
una letanía los editoriales de la nación.
“Si usted es demócrata, Marchán es su hombre. Si a usted le gusta Trump, Marchán
es un villano. Eso es el resumen de la historia, pase lo que pase con la Corte Suprema
de Justicia”, vaticinó Mejía.
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