por Claudio Ochoa
Inaugurado en 1941, el madrileño Hipódromo de la Zarzuela es un atractivo turístico que ofrece a los españoles y “gomosos” de la hípica en general variedad de opciones. Espectáculo deportivo, lugar de encuentro familiar, punto de gastronomía y modelo arquitectónico que recuerda una época de este país. Con una ventaja: que encanta tanto a grades como a chicos… a todas las edades.
Dista 8 kilómetros de la tradicional Plaza Mayor, por la autovía del noroeste. Su nombre deriva del monte “La Zarzuela”, en donde está ubicado. Cuenta con una pista de 1.500 metros para las competencias, una para los entrenamientos, de 1.300 metros, y otra para el trote, de 300 metros. En el 2009 fue declarado Bien de Interés Cultural, en categoría de monumento. Ejemplo del racionalismo arquitectónico madrileño, la “última obra maestra de la arquitectura del tiempo de la República”, caracterizada por el hormigón armado, amplios ventanales horizontales o fachadas lisas, sin ornamentos, según cita Wikipedia.
Desde su reapertura en el año 2005 celebra la temporada en verano con carreras nocturnas, casi cada semana. De resto, jornadas diurnas. La última del presente año será el 29 de diciembre, con carreras matinales. En la actual temporada, allí se disputarán más de 200 carreras.
VAMOS A DISFRUTAR UN SÁBADO
Estamos en un sábado, día de carreras, normalmente el hipódromo abre sus puertas a las 11 de la mañana. Llegando, directo al gran aparcamiento que puede recibir hasta 2.500 vehículos. Para los visitantes que no tienen vehículo propio, el hipódromo ofrece (ida y vuelta) bus gratuito que parte del Paseo Moret una hora antes del inicio de las carreras. Está también (en ambos sentidos) la ruta 658 de Llorente, empresa del sistema de transporte, a tomar frente al intercambiador de Moncloa.
Es el momento para alistar bebida y comida en alguna de las furgonetas restaurante que atienden en los jardines, para gozar de pulpo, ibéricos, perritos, tapas, junto a una Mahou. Entre carrera y carrera la pradera se convierte en área de picnic, es la oportunidad de renovar tapas y bebidas.
Ahora, disfrutar en la zona del paddock, en donde están preparando a los caballos para la carrera. Es oportuno estudiarlos, antes de apostar. Luego de cada carrera, los ejemplares volverán a esta área junto a sus jinetes, y serán observados otra vez por la afición, pero en un ambiente diferente, ganadores y no ganadores, casi todos sudorosos por el esfuerzo.
Los niños –hasta de 14 años entran gratuitamente– gozan del espectáculo, algunos de ellos están conociendo caballos de verdad. Para estos también hay castillos inflables en donde divertirse en cualquier momento. Hasta las 13 y 30 h. también podrán adquirir los boletos para recibir paseos en pony, en el Club Ponyturft. Los domingos se ofrece una visita guiada por el hipódromo, conociendo muchos aspectos sobre las carreras y sus protagonistas.
El hipódromo también se presta para la realización de diversidad de eventos empresariales y no empresariales. Historiadores y estudiosos hípicos pueden acudir a la Biblioteca Miguel Ángel Ribera, centro de interpretación de las carreras de caballos, que cuenta con más de mil volúmenes.
LA EMOCIÓN DE LAS APUESTAS
En la oficina de información nos explicarán las modalidades de las apuestas y en las ventanillas concretarán el favorito. Es posible apostar desde un euro.
El hipódromo informa: “Las más sencillas son las apuestas a Ganador (aciertas si tu caballo llega el primero), a Colocado (aciertas si llega entre los tres primeros) y la Gemela, en la que eliges dos caballos y aciertas si llegan en las dos primeras posiciones. Existen otras apuestas más divertidas, con mayor complejidad, y otras más arriesgadas”.
Los apostadores y veteranos en general acuden en masa al Gran Premio de Madrid, que este año fue en junio. Otra oportunidad crucial es durante el Día de los Campeones, con tres Grandes Premios, y este año ocurrió el pasado 16 de octubre. Estos aficionados prefieren gozar de la entrada Premium, que incluye servicio de catering y bar abierto, además de taquilla de apuestas exclusiva. Las terrazas de las tribunas Torroja ofrecen elaborados y exquisitos platos auténticamente españoles.
LAS CARRERAS
El hipódromo está celebrando su aniversario número 81 y el domingo 23 de octubre desde las 11 am tendrá una jornada de 6 pruebas. A lo largo de este 2022 cumplirá con 43 jornadas, otorgando 3.500.300 € en premios.
Grandes caballos han sido protagonistas en sus pistas. En la memoria del hipódromo encontramos valiosos ejemplares, como «Young Tiger», que en la primera década de este siglo ofreció 39 carreras, ganando 22 de ellas y 1.200.000 euros. https://www.youtube.com/watch?v=R0bmZxj-_NY
«Bannaby», que se retiró para ejercer como semental, luego de doce victorias y más de 630.000 euros en premios y primas. Es padre de nuevos ganadores. «Entre Copas» corrió 53 carreras, con 16 victorias, 24 colocaciones y unos 400.000 euros en ganancias.
COLOMBIA, CON POTENCIAL DE MERCADO
En Colombia existieron unos 15 hipódromos, actividad que inició a finales del siglo 19 y tuvo su momento de gloria a partir de 1954 con el Hipódromo de Techo en Bogotá, hasta cuando este cerró en 1982. Hoy no hay hipódromos en el país. Sobreviven miles y miles de aficionados, dispersos por la geografía nacional, que deben contentarse con las apuestas por Internet.
El renglón hípico tiene mucho espacio por satisfacer entre las ofertas del turismo español para Colombia. Crece y crece el número de colombianos que retornan a España tras la pandemia, hasta septiembre iban más de 420 mil turistas hacia la Madre Patria. Ahí hay una gran fuente para el Hipódromo de la Zarzuela. El hipódromo tiene la web www.hipodromodelazarzuela.es y correo [email protected]