Esta semana, la Corte Nacional de Ecuador condenó a 20 personas involucradas en el escándalo Metástasis, una red de corrupción que se infiltró en los sistemas judicial, policial y penitenciario del país. La red estaba vinculada al narcotraficante Leandro Norero, quien presuntamente utilizó sobornos para mantener sus operaciones en marcha incluso mientras estaba en prisión. Entre los condenados hay jueces, fiscales provinciales, altos oficiales de policía y funcionarios penitenciarios.
La fiscal general Diana Salazar calificó la operación como “la más grande en la historia [de Ecuador] contra la corrupción y el narcotráfico”. Los fiscales alegaron que se pagaron sobornos para manipular los procesos judiciales y favorecer a los delincuentes, particularmente en casos de lavado de dinero vinculados al crimen organizado.
El deterioro global de la justicia y del Estado de derecho está permitiendo la impunidad de la corrupción en todo el mundo. Foto: Gabriel Manjarres/Pexels
Este escándalo refleja una preocupante tendencia mundial: el debilitamiento de los sistemas de justicia está permitiendo que la corrupción prospere. Como se destaca en nuestro Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de 2023, los actos corruptos como el soborno y el abuso de poder se están infiltrando en muchos tribunales e instituciones de justicia en todo el mundo. Además, cuando la corrupción se convierte en la norma, los ricos y poderosos (incluidos los delincuentes) pueden apoderarse de sistemas de justicia enteros para su propio beneficio y a expensas del bien común.
Desde 2020, la puntuación del IPC de Ecuador ha seguido una tendencia a la baja, y el año pasado cayó a una puntuación de 34 sobre 100. A principios de este año, advertimos que el país se enfrentaba a una crisis de violencia, que erosionaba la confianza en las instituciones públicas y suscitaba preocupaciones sobre la posible infiltración del crimen organizado en el poder judicial. Los fallos cuestionables a favor de los delincuentes apuntaban a graves problemas de transparencia, rendición de cuentas e integridad.
En los últimos años, Ecuador ha enfrentado un preocupante aumento de la violencia vinculada al crimen organizado. Foto: Marcos Pin/AFP
Nuestro capítulo ecuatoriano, Fundación Ciudadanía y Desarrollo, también ha estado alertando sobre la creciente amenaza que representa el crimen organizado para los luchadores contra la corrupción, los defensores de los derechos humanos y los periodistas, reduciendo aún más el espacio cívico del país. En respuesta a estos peligros crecientes, han creado el Observatorio de Seguridad, Crimen y Defensa, una iniciativa para compartir conocimientos y fomentar la participación ciudadana para enfrentar los desafíos de seguridad de Ecuador.
Si bien el gobierno ha tomado medidas iniciales, como la creación de una unidad conjunta de investigación de delitos financieros, estas están muy lejos de las reformas sistémicas necesarias. Como ha dicho nuestro capítulo, el cambio estructural es clave para reconstruir la confianza, garantizar la rendición de cuentas y proteger a las instituciones del crimen organizado.
El caso Metástasis es una llamada de atención. Ecuador debe actuar ahora para abordar la corrupción sistémica. Se necesita una reforma audaz y significativa para recuperar las instituciones y construir un sistema de justicia que sirva al bien común, no a los criminales o a unos pocos poderosos.
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