Colombia va hacia un crecimiento económico más sostenible. El FMI ve muy positivamente las reformas de la salud, las pensiones y laboral

Miembros del directorio del Fondo Monetario Internacional, FMI, al finalizar su visita de consulta sobre la economía colombiana. Foto AFP

El Directorio Ejecutivo del FMI concluye la Consulta con Colombia correspondiente a 2023

Desde Washington el Fondo Monetario Internacional destacó en su análisis del comportamiento económico del país, tanto al finalizar el anterior gobierno como las acciones emprendidas por la actual administración, que las políticas respondieron para enfrentar los efectos de la pandemia y destacó la economía de Colombia como una de las más dinámicas de los países emergentes.

Para los directores del FMI son muy los objetivos de las reformas de la salud, las pensiones y del mercado laboral y enfatizaron que las reformas deben ejecutarse de forma prudente, y al mismo tiempo preservar la estabilidad fiscal y financiera.

La economía de Colombia-dijo el FMI- registró un crecimiento interanual de 7,5% en 2022, uno de los más dinámicos entre las economías emergentes. En este contexto de una recuperación sólida, precios altos de las materias primas y choques relacionados con el clima, el nivel general de inflación se situó en un 13,3% interanual en febrero de 2023, y el déficit en cuenta corriente creció de 5,6% del PIB en 2021 a 6,2% del PIB en 2022.

La economía colombiana está experimentando actualmente una transición necesaria hacia una trayectoria de crecimiento más sostenible. Las políticas macroeconómicas, que el año pasado tuvieron una orientación restrictiva que se prevé que continuará este año, están facilitando esta transición, junto con la ralentización del crecimiento mundial y los mayores costos de endeudamiento a escala mundial. Este enfriamiento necesario de la economía a su vez permitiría que la inflación alcance el nivel fijado como meta por el banco central a finales de 2024 y reduciría gradualmente el déficit en cuenta corriente a su promedio histórico (aproximadamente 4% del PIB), con financiamiento proveniente en su mayor parte de flujos de inversión extranjera directa.

Los riesgos a la baja prevalecen y son elevados, pero los fundamentos económicos, las políticas y los marcos de las políticas de Colombia son sumamente sólidos y apuntalan la resiliencia del país. En el plano externo, el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales podría ser más acentuado de lo previsto, con repercusiones negativas sobre los precios de las materias primas, las salidas de capital y la demanda interna. No se pueden descartar riesgos internos; será necesario que las reformas se gestionen y se sigan comunicando con prudencia y que las políticas macroeconómicas sean lo suficientemente firmes para reducir los desequilibrios internos y externos. El acuerdo de dos años en el marco de la Línea de Crédito Flexible (LCF), con acceso al equivalente de DEG 7.155,7 millones (aproximadamente USD 9.800 millones) que se aprobó el 22 de abril de 2022, proporciona reservas externas adicionales frente a escenarios de riesgos extremos de modo precautorio, lo cual afianza la ya sólida resiliencia de Colombia.

Evaluación del Directorio Ejecutivo [2]

Los directores ejecutivos estuvieron de acuerdo con los lineamientos principales de la evaluación del personal técnico. Tras una notable recuperación posterior a la pandemia de COVID-19, la economía colombiana está experimentando una transición necesaria hacia un crecimiento más sostenible. No obstante, los directores señalaron que los riesgos a la baja —incluidos los relacionados con las condiciones financieras mundiales más restrictivas y el alto nivel de inflación— son elevados. Felicitaron a las autoridades por la notable solidez de sus políticas y marcos institucionales de política, que apuntalan la resiliencia del país y están ayudando a corregir desequilibrios macroeconómicos, al tiempo que mejoran la equidad y la inclusión social.

Los directores acogieron favorablemente el significativo ajuste fiscal de 2022 y el ajuste previsto para 2023, que van más allá de la consolidación exigida por la regla fiscal. Observaron que el ajuste previsto logra un equilibrio entre mejorar el déficit y, al mismo tiempo, usar la reforma tributaria progresiva para incrementar el gasto social. Los directores felicitaron a las autoridades por su compromiso de implementar la regla fiscal hacia adelante. Estuvieron en general de acuerdo en que mejorar los saldos fiscales levemente más allá de lo que indica la trayectoria de la regla fiscal en los próximos años ayudaría a reducir las necesidades de financiamiento, a facilitar la convergencia de la deuda pública hacia su ancla de mediano plazo, a constituir reservas y a reducir de forma duradera los desequilibrios externos, aunque unos pocos directores no consideraron que fuera necesario un ajuste que vaya más allá del requerido por la regla fiscal en el mediano plazo. Sigue siendo importante mantener los esfuerzos para eliminar gradualmente los subsidios a los combustibles que generan distorsiones.

Los directores encomiaron el decisivo endurecimiento de la política monetaria por parte del banco central, que es coherente con el marco de inflación objetivo. Acogieron favorablemente el compromiso de mantener una orientación monetaria restrictiva hasta que las presiones de los precios y las expectativas inflacionarias hayan entrado en una firme trayectoria descendente, y destacaron la importancia de una comunicación eficaz por parte del banco central en este sentido. Los directores indicaron que la posición externa es sostenible, y que el tipo de cambio flexible debe seguir cumpliendo su función de facilitar el ajuste externo, siempre y cuando la estabilidad financiera no se vea comprometida. Señalaron que la Línea de Crédito Flexible sigue ofreciendo una protección externa adicional ante riesgos extremos y apuntala la confianza de los mercados. Si bien el sector financiero continúa siendo resiliente, los directores enfatizaron en la necesidad de vigilar con atención los riesgos y las vulnerabilidades emergentes. Alentaron a que se siga avanzando en la adopción de las recomendaciones del Programa de Evaluación del Sector Financiero (PESF) de 2022 con el apoyo de asistencia técnica del FMI.

Los directores vieron muy positivamente los objetivos de las reformas de la salud, las pensiones y del mercado laboral y enfatizaron que las reformas deben ejecutarse de forma prudente, y al mismo tiempo preservar la estabilidad fiscal y financiera. Encomiaron el objetivo de las autoridades de reducir la dependencia de Colombia del petróleo y el carbón, e indicaron que para lograr una transición eficaz sería necesario trazar un plan gradual y debidamente comunicado que compagine las necesidades energéticas de la economía nacional y su capacidad para generar divisas con la transición de la economía mundial a una economía de bajas emisiones de carbono. Los directores alentaron asimismo a las autoridades a seguir impulsando el programa de gestión de gobierno y lucha contra la corrupción.


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Directores Orlando Cadavid Correa (Q.E.P.D.) y William Giraldo Ceballos. Exprese sus opiniones o comentarios a través del correo: [email protected]