A poco más de un mes de las elecciones, Carlos Fernando Galánse consolida a la cabeza en la larga carrera por la Alcaldía Mayor de Bogotá. El aspirante del Nuevo Liberalismo, que hace cuatro años perdió por un estrecho margen frente a la alcaldesa Claudia López, aparece en todas las encuestas por encima de Gustavo Bolívar, el candidato del petrismo, y del independiente Juan Daniel Oviedo, con los dos a una distancia considerable de todos los demás, pero insuficiente para pensar en resolver el duelo sin necesidad de una inédita segunda vuelta.
En la medición del Centro Nacional de Consultoría, divulgada este miércoles en el noticiero CM&, Galán tiene 29% de intención de voto, seguido de Bolívar con 20% y Oviedo con 17%. Después les siguen Jorge Enrique Robledo (6%), Diego Molano (5%), Rodrigo Lara (3%) y Jorge Luis Vargas (2%). La baraja de aspirantes no incluye ninguna mujer, y tampoco un heredero de la alcaldesa López, la primera “mujer diversa” en gobernar Bogotá, como suele definirse.
Son distancias similares a las que han mostrado varios estudios de opinión recientes, en los que Galán se ubica en torno al 30%, Bolívar se acerca al 20% y Oviedo aparece muy cerca, mientras ningún otro aspirante alcanza cifras de dos dígitos. Las demás candidaturas no han logrado despegar. Ni los excongresistas Jorge Enrique Robledo y Rodrigo Lara, ni Jorge Luis Vargas, el general retirado que fue director de la Policía, ni tampoco el exministro de Defensa Diego Molano, quien se ha mostrado particularmente hostil en los debates con Bolívar, al punto de que el aspirante de izquierdas ha dicho que no piensa volver a asistir.
El analista Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, resume: “Lo que hemos visto desde hace un mes, más o menos, es que la carrera parece estabilizarse con Galán a la cabeza, y que iría a segunda vuelta con Gustavo Bolívar o con Juan Daniel Oviedo, más probablemente con Bolívar”. En cualquiera de los dos escenarios, Galán, con su posicionamiento más al centro, puede recuperar los votos de los candidatos eliminados, añade: “Por lo tanto, se ha instalado en una posición de favorito”.
El panorama consolida la tendencia de quienes podrían ir a segunda vuelta. Galán, que ya obtuvo más de un millón de votos en 2019, ha congregado de nuevo al centro político ―muy golpeado en el ciclo electoral del año pasado― y recoge apoyos de distintos sectores. Es una cara conocida y confiable, mientras Bolívar busca consolidar el voto de izquierda en Bogotá, que en más de una ocasión ha puesto alcalde. En los escenarios de segunda vuelta, Galán derrota holgadamente a Bolívar.
Desde el primer momento, los sondeos han apuntado a una carrera de tres por obtener uno de los dos boletos a la votación definitiva. Oviedo, el exdirector del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, o DANE, que madrugó a lanzarse como independiente y por recolección de firmas, logró el reconocimiento que necesitaba y llegó a encabezar las primeras encuestas, pero ahora suele aparecer relegado al tercer lugar. Además, sobre su candidatura planea la posibilidad de una inhabilidad por haberle alquilado en junio una oficina al Fondo Nacional de Garantías. El Consejo Nacional Electoral podría sacudir el tablero en caso de que decidiera anular su candidatura.
En esa suerte de inercia, los temas que han marcado las últimas elecciones, como la movilidad y los debates sobre el metro, no se antojan decisivos en este ciclo, mientras que la seguridad, muy presente en la discusión pública, no depende exclusivamente de las autoridades locales. “Los debates han sido bastante lánguidos, hay un cansancio después de la emoción que acompañó las elecciones nacionales del año pasado; ha sido una campaña bastante gris”, valora Basset.
Aunque la capital suele elegir alcaldes opuestos al mandatario de turno, una suerte de contrapeso político, la izquierda congregada en torno al presidente Gustavo Petro, que también gobernó a Bogotá, no se resigna a perderla en los comicios del 29 de octubre. Pero Bolívar, su candidato, no consigue alcanzar a Galán. En el petrismo son conscientes de que todos los escenarios de segunda vuelta le son desfavorables, pero el propósito de pisar el acelerador para elegirlo en primera, como insinúa su estrategia, hoy se antoja una quimera. “En la Alcaldía de Bogotá nos jugamos la supervivencia del Pacto Histórico”, dijo a este periódico al comienzo de la campaña. Pese a los esfuerzos por suavizar su imagen, es una figura que aún despierta resistencias en una buena parte del electorado.
En primera vuelta Gustavo Bolívar tiene un voto duro importante, sigue siendo fuerte a pesar del desgaste del Gobierno nacional, pero en segunda sí le pasa factura ser el candidato de Petro, apunta Eugénie Richard, docente experta en comunicación y marketing político de la Universidad Externado de Colombia. “Es mal candidato en segunda vuelta porque no tiene para dónde crecer, mientras que Carlos Fernando Galán es el que menos imagen negativa tiene de todos los candidatos”, apuntala. “No es una persona que polariza, ni tiene un discurso muy ideologizado, sino que más bien habla de experiencia, preparación, de buena formación académica, de experiencia en la administración pública, lo que hace de él un candidato con credibilidad”, agrega. “Todo el mundo está muy prudente porque sabe que los errores se pagan muy caro a estas alturas de la campaña”, concluye.
