Por Jairo Ruiz Clavijo
Aunque ya fue reseñado, mis lecturas de fin de año me obligan a regresar porque hay detalles de este acontecimiento que acabo de conocer y vale la pena reseñar para demostrar que los buenos periodistas hacen historia:
En este caso, la crónica que con el título “Los primeros estornudos del terrorismo publicó Felice González Toledo en la Gaceta N.º 46 de Noviembre de 1987 y que seleccionó Gustavo Castro Caycedo para su libro “Periodismo de ayer y hoy”
En ella cuenta dos detalles “importantes” que hicieron fracasar el golpe de estado y permitieron que el presidente Alfonso López Pumarejo regresara sano y salvo a Bogotá:
El primero, “el jefe de la revuelta no pudo encontrar una hoja de papel sellado para que e presidente autografiara su renuncia” y el otro grave inconveniente consistió en que “fue necesario aplazar la movilización de una tropa porque no fue posible acordar un precio conveniente con el dueño de un camión”
Citamos textualmente las dos circunstancias que convirtieron en sainete un golpe de estado que finalmente logró la caída de un segundo presidente por la acción de Laureano Gómez quien ya se había hecho famoso por haber hecho renunciar a su copartidario Marco Fidel Suárez, quien -por su pobreza- tuvo que empeñar el sueldo que recibiría como presidente.
(Periodismo Ayer y hoy, Gustavo Castro Caycedo pág. 227 Palomino Editores Ltda., Octubre 2007)Jairo Ruiz Clavijo