por Claudio Ochoa
La Gran Vía madrileña es historia centenaria, elegancia, cultura, arquitectura, moda, gastronomía, jardines …es felicidad para los cientos de miles de turistas iberoamericanos que cada año tenemos en esta ciudad un primer hogar europeo.
Todos nos sentimos como en casa recorriéndola de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, siendo inevitable en este ir y venir desviarnos un momento hacia la vecina y familiar Puerta del Sol (que encanta a los latinoamericanos), o escapar por los laditos hacia encantadoras calles como calle Montera, calle Hortaleza, calle Fuencarral y otras; calles de Preciados y del Carmen, peatonalizadas, en donde encontraremos de todo un poco, como tiendas de modas, tecnologías, suvenires, comidas típicas, etc. Más por conocer…
La Gran Vía es en muchos aspectos es corazón de la ciudad. Sus obras iniciales fueron inauguradas en 1910, culminando en 1952, tras derribar cientos de viejas construcciones. Su extensión es de 1.362 metros, en tres tramos, con sus nombres originales: Conde de Peñalver (ex alcalde de la ciudad), Pi y Margal (presidente en la primera República española), y Eduardo Dato (presidente del gobierno español).
La Gran Vía va de sureste a noroeste de la ciudad. Contribuyó enormemente a la modernización de Madrid, como polo de desarrollo, erigiéndose allí los primeros grandes edificios de la capital, con una arquitectura ecléctica que, según Wikipedia, se refiere a “una tendencia que mezcla elementos de diferentes estilos y épocas de la historia del arte y la arquitectura. Nacido en Francia y rápidamente exportado por toda Europa y Rusia, y luego a Estados Unidos”.
Hoy nos ofrece magnífica conservación de arquitectura neoclásica, Art Decó, Art Nouveau y modernista. Amplios y bellos edificios como los de Telefónica, Grassy, Capitol, el Palacio de la Prensa, el Carrión, etc. Las líneas 1 y 5 del agradable metro madrileño tienen estación en la Gran Vía.
A CAMINAR SE DIJO
Debemos dedicar más de una jornada para intentar conocer decenas de sorpresas que nos ofrece esta hermosa parte de Madrid. La Gran Vía comienza en la calle de Alcalá y termina en la plaza de España. Vamos por su primer tramo, desde Alcalá hasta calle Hortaleza -Montera. En el punto de inicio, calle de Alcalá, está el edificio Metrópolis, de inspiración francesa e inaugurado en 1911. Con 45 metros de altura, sus plantas superiores son de estilo neobarroco francés, adornadas con estatuas que simbolizan el comercio, la industria, la agricultura y la minería. Su torre circular culmina en una cúpula de pizarra, con finas incrustaciones doradas, y soporta una fina escultura en bronce, la “Victoria Alada” que representa la Victoria de Samotracia (su original representa el arte helenístico, que reposa en el Museo del Louvre). Este edificio, de 6 mil metros cuadrados está en remodelación y en el 2025 albergará un hotel boutique, restaurantes y un club privado.
Sigamos andando por este tramo, hacia el norte, y metros adelante, a la izquierda, hallaremos otra joya, el edificio Grassy, en Gran Vía 1, cuya fachada se compone de elementos platerescos, detalles modernistas y un cerramiento superior a modo de galería hecha templete. Es un escenario apetecido por directores de cine y artistas. Aquí funciona la Joyería Grassy, que posee el Museo del Reloj Antiguo, con relojes franceses e ingleses del S.XVI. En su último piso el imponente y llamativo aviso de Rolex, en dorado y verde. Otro referente de esta vía.
EL MERCADO DE LA REINA Y EL MUSEO CHICOTE
Continuamos en la ruta y al costado derecho encontramos el Mercado de la Reina (Gran Vía 12) y el Museo Chicote. El primero ofrece cocina tradicional española con platos clásicos de todas las denominaciones de origen: salmorejo con virutas de jamón ibérico, berenjenas fritas con miel de caña, alcachofas confitadas a la plancha con jamón crujiente y crema de patata, calamares fritos a la andaluza como en Cádiz, croquetas cremosas de jamón ibérico; salmón noruego con crema de espinacas, ensalada de rúcula y tomates Cherry, tartar de atún rojo con huevo frito sobre patatas crujientes, pulpo a la brasa aliñado con aceite oliva virgen y vinagre de Módena, entre muchas delicias…
Ahí, en la vecindad, tenemos el Museo Chicote, la primera coctelería que tuvo España, fundada en 1931 por el barman y cronista Pedro Chicote, quien gracias a su habilidad para autopromocionarse alcanzó renombre internacional. Creando cocteles con nombres de afamados personajes y con su “decálogo” que en resumen ponía en práctica sirviendo y atendiendo a todos los clientes sobre todas loas cosas, y siendo prudente y reservado en el juicio, que sus deseos y sus gustos puedan merecer. Chicote mantuvo un programa radial, “El coctel del día”, en donde a la una de la tarde transmitía a sus oyentes una receta.
Aquí, algunos personajes del jet set mundial de la época, amigos de Pedro Chicote y de su bar.
Avancemos por este mismo costado, hacia el norte. Llegamos a la calle del clavel, y en toda la esquina encontraremos la gran tienda WOW Concept (Gran Vía, 18) de 5 plantas, de moda, decoración, lifestyle, etc.
SEGUNDO TRAMO DE LA GRAN VÍA, DE TELEFÓNICA HACIA ADELANTE
Luego, por este mismo costado derecho llegamos al segundo tramo de la Gran Vía, conocido como “Pi y Margal”, para encontrarnos con el monumental Edificio Telefónica (de la que fuera la Compañía Telefónica Nacional de España), inaugurado en 1929, con sus 89 metros de altura fue hasta 1953 el edificio más alto de España. Su impresionante fachada corresponde al estilo neobarroco, cuyas piedras calizas para su construcción fueron traídas en ferrocarril desde Alicante y el granito transportado desde Segovia. Este edificio soportó la guerra civil española iniciada seis años luego de su inauguración, y sus pisos superiores sirvieron de puesto de observación y los sótanos como refugio antiaéreo. Actualmente buena parte de su área está dedicada a actividades culturales y a una tienda de Telefónica.
Sigamos hacia la meta que es Plaza de España. Falta por recorrer buen trecho. Hacia la izquierda, en calle de Chinchilla, en Gran Vía 31 tenemos la tienda oficial del real Madrid, con variedad de souvenirs y la posibilidad de conocer la hermosa maqueta del estadio Santiago Bernabéu, allí exhibida. Pasando la calle Gonzalo Jiménez de Quesada encontraremos en Gran Vía 32b al grupo Prisa Radio, muy familiar para los colombianos, y un poco más adelante, la tienda de modas Zara, en Gran Vía 34, su tienda más emblemática, entre las casi 1950 que tiene en el mundo.
Andamos algunos metros y a mano izquierda, antes de llegar a Callao, ya terminando el segundo tramo de la Gran Vía, el denominado “Pi y Margall”, encontramos dos tesoros de la arquitectura madrileña de comienzo del siglo XX. Se trata del Antiguo Cine Avenida, de columnas jónicas en mármol, y espejos grabados que recubren el techo, reflejando las finas arañas de cristal, y el Palacio de la Música ,que tras “ires y venires” toma forma como nuevo espacio teatral de la ciudad .
TERCER TRAMO. CALLAO, SCHWEPPES…EL REY LEÓN
Iniciamos el tercero y último tramo de esta Gran Vía, bautizado como “Eduardo Dato” (ex presidente del Gobierno), siempre hacia el norte. Estamos en el “Broadway Madrileño”, dada la variedad de teatros de calidad que nos ofrece. Por aquí, en la espaciosa y nutrida Plaza Callao tenemos estación del metro, Cines Callao y un punto de información turística de Madrid (https://www.esmadrid.com/informacion-turistica/punto-informacion-turistica-plaza-callao). Al frente, a la izquierda nos encontramos con el reconocido aviso publicitario de Schweppes, que desde 1972 corona el edificio Carrión (de los años treinta), a una altura de 37 metros, con un peso de 600 kilogramos. A la derecha, el cine Palacio de la Prensa, en un edificio de estilo clasicismo moderno, construido en 1928 por encargo de la Asociación de la Prensa de Madrid, siendo hoy un Bien de Interés Patrimonial.
Estamos a tres cuadras del Corte Inglés de plaza de Callao, y amerita la oportunidad de desviarnos un poco a la izquierda, para degustar productos gourmet en la terraza de esta tienda (pl. del Callao, 2), con vistas espectaculares sobre la Gran Vía.
Ya satisfecho el apetito, regresemos a la Gran Vía en Callao, y sigamos por su costado derecho. Pasamos la calle de Silva y la calle de los Libreros, para llegar al Teatro Rialto, otra joya de los años treinta, en donde fue estrenado El último cuplé, “ópera magna” de Sara Montiel. Hoy alberga el famoso musical, Mamma Mía! En su segunda temporada madrileña, que basada en los 23 grandes éxitos de ABBA (como Mamma Mía https://www.youtube.com/watch?v=unfzfe8f9NI ) , pone a cantar y bailar a los espectadores (https://mammamiaelmusical.es/ ). En todo el frente, en Gran Vía 47 tenemos la tienda del Atlético de Madrid, para disfrute de los aficionados a este Club.
Hay que hacer una parada para probar unas tapas, muy cerca, a la derecha, en la calle de San Bernardo 8, metros arriba de la Gran Vía. A disfrutar en el Paraíso del Jamón, bar castizo, con mostrador tipo carnicería para tapas y cañas.
Continuemos por la Gran Vía, rumbo norte, pasamos la calle de San Bernardo, y a la izquierda veremos un gran aviso de El Rey León, es el Teatro Lope de Vega (Gran Vía 57). Este musical completa trece temporadas aquí, y siempre toca comprar con tiempo la boletería, su aforo de 1.500 sillas no da a basto. A la salida o antes del espectáculo podremos acudir a la vecindad, al Mesón Bar de Tapas El Jamón de Gran Vía (59).
En un salto llegamos a la Plaza de España, y en diagonal a ella encontramos un museo muy especial, el Nomad Museo Inmersivo, un sitio interactivo que cuenta con los últimos avances de la inteligencia artificial aplicada al arte, en la Gran Vía 78. Ahora podemos apreciar aquí la exposición El mundo de Van Gogh, para conocer la vida y obra del artista, acompañados por una banda sonora 100% original y realizada en España.
TERRAZAS PARA OBSERVAR A MADRID
Por fin en la Plaza de España y cómo no aprovechar para conocer tres de las mejores terrazas de Madrid, desde las cuales observar detalles de la ciudad en una orientación de 360 grados. El Sky Bar del Hotel Riu Plaza España es parte del edificio del mismo nombre y está situado en todo el frente de la Plaza, siendo su altura de 117 metros, en un confortable ambiente, para disfrutar de toda clase de bebidas y una pasarela de cristal, sobre la cual podremos ubicarnos e intentar mirar hacia abajo y hacia todos los lados, si no sufrimos de acrofobia. Junto están otras dos terrazas, la del Dear Hotel y la del Ginkgo Skybar.
YA, EN PLAZA DE ESPAÑA
Llegamos al final de la Gran Vía, y nos espera una bonita recompensa, la Plaza de España, de 70.000 metros cuadrados de parques plenos en olivos, y monumentos. En su centro está la escultura dedicada a Miguel de Cervantes, y abajo de ella Don Quijote y Sancho Panza, Dulcinea y Aldonza Lorenzo. Cantidades de jardines y kilómetros peatonales. En su lado oeste alberga un tesoro que supera los 2.000 años de antigüedad, el Templo de Debod, construcción egipcia donada por su gobierno a España en 1968. Fue traída, piedra por piedra, desde la Baja Nubia, Egipto.
Claro que han faltado reseñas de muchos lugares interesantes en esta magnífica parte de Madrid. Es que apenas estamos comenzando…
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En el ánimo de apreciar más este especial referente madrileño, disfrutemos de la zarzuela la Gran Vía, del compositor Federico Chueca, con libreto de Felipe Pérez y González, desde el Teatro Lírico Andaluz. Obra que retrata el revuelo social causado por los planes de construir esta arteria que abrió la etapa cosmopolita de la ciudad.