Japiberdi, Farita

Que los cumplas feliz

Por Óscar Domínguez Giraldo

Francisco Fabio Rincón Tamayo, Farita, hijo de don Hernando y doña Luciela, salud.

En nombre de Gloria, los niños, los nietos, los pájaros de Belén-La Mota y yo, saludos y felicitaciones por tus primeros ochenta y siete que cumples hoy 5 de marzo. O sea que hace siete años me pegué al fiestonón que te hizo la primera línea de tus afectos en El Retiro, en el oriente paisa (foto). Echaron la casa por puertas y ventanas. La velada con aire de tango no tuvo presa mala.

«Mucho ditirambo, no merezco esto», repetías, mientras sostenías zanahorio e insólito vaso de agua en la mano. Que te mereces el rumbón no lo discuten ni el papa de Roma ni el rabino de Jerusalén. Tampoco el mandamás de Casa sobre la Roca, el pastor Darío Silva, tu amigo y colega de labores en el noticiero Lambicolor, en tiempos de Turbay Ayala.

No viniste a calentar la banca, sino a fajarte desde temprano en este oficio que nos hermana por lo alto. Creo que desde que tomabas tetero y usabas pañales de tela, estabas haciendo periodismo: con tus pataletas de bebé “informabas” qué querías y punto. El periodismo era el sueño del pibe Fabio, activista del signo piscis como otros nacidos hoy como Felipe González, Pasolini, José Eusebio Caro, Dyango, Heitor Villa-Lobos, Chou En-lai.

Con tu taita Hernando hiciste las primeras armas en el oficio que nos da para vivir la vida y levantar pa los garbanzos.

Celebro haber sido tu compañero de ruta en muchas jornadas periodísticas, incluidos RCN radio, El Espacio, de Jaime Ardila, revista VEA, del chileno Jenaro Medina y en el noticiero del maestro Acosta. Hasta hicimos una revista sobre ovnis. Solo circuló una vez. No la leímos ni nosotros. Vos eras el director, yo el jefe de redacción.

¡Qué barbaridad! Te llaman para que escribas algo y estás ocupado llenando cibercuartillas. En los últimos años, has estado dedicado a escribir, de pe a pa, “El periódico ayer y hoy”, con tu maja opita y arma nada secreta, Leonor Mosquera.

En tus mínimos ocios escribes libros. Te agachas y se te cae uno como “Medellín dorado”,  prologado por Belisario Betancur; o te dejas venir con una crónica, un comentario sobre cine, fútbol, ciclismo, tangos, política, la religión.

¿Hay que elaborar un despacho sobre el método más adecuado para atravesar un paso cebra? Que te llamen a Villeta, tu refugio dorado de los últimos años.

Has trabajado como lengua mortal decir no pudo. Sin pisotear nunca incisos del código penal, como  lo recordó tu festivo pariente Fruko, quien te acompañó, sin sus tesos. Hizo extensivo el reconocimiento al resto de la rinconada que marcó tarjeta.

Para hacer quedar bien el destino que escogimos le rendimos reposado prolongado tributo a Baco. En alguna época nuestro himno pudo haber sido “esta noche me emborracho bien”. Hoy no estamos retirados del “tibio refugio del alcohol” sino que este ha tenido la rara amabilidad de retirarse de nosotros.

Modestia, apártate, pero lo hicimos bien en ambos campos, el laboral y a la hora de la bohemia. Nadie nos quita lo bailao. “Te acordás, hermano, qué tiempos aquellos…”.

Ahora que “caminas lerdo”, como en la canción de Piero, prefieres acostarte y levantarte con las gallinas. Vida no hay sino una, decía Perogrullo cuando se levantaban con el obvio alborotado. Cuando tocabas la temprana retirada de la fiesta en tu honor, comentaste: “Ya estoy viejito…”.

En nuestros cada vez más remotos años mozos, el harén que te arropó, Katica, tu barranquillera mujer,  y las niñas, fueron espléndidas anfitrionas. Incluyo a Hétorjairo, tu talentoso hermano. Héctor y yo te chupamos rueda y aprendimos de ti en varios escenarios laborales. Te lo dijimos en vivo. Si hasta se nos “piantó un lagrimón” en la garganta profunda cuando lo dijimos.

FeliZCitaciones porque en tu lúcido ocaso tienes quién te cuele el aire. Empezando por el matriarcado que incluye hijas, especialmente Carmen Lucía y la pilosa Marcela, a distancia Norma y Milena, la maja Leonor, hermanos, nietos, bisnietos, sobrinos, amigos, colegas, lectores… hasta el gato, mejor dicho.

Mucha gente cercana a tus afectos te hizo compañía a través de videos o del correo electrónico. Como Darío Silva-Silva, tu compañero de fórmula en Noticolor – Lambicolor, en la semántica de Lucas Caballero, Klim – en el mandato de Turbay Ayala. La noche era de ustedes a la hora de tirar línea turbayista.

El pastor Darío, mandamás de Casa Roca, en su mensaje, te envío tres regalos: Felicitaciones, bendiciones y oraciones. Supongo que tendrán mucho de qué hablar cuando coincidan en el parque principal de Villeta donde el azar – uno de los nombres paganos de Dios- los juntó en el pasado.

Dice Silva-Silva en uno de los apartes de su correo: Hay una «diosidencia» -vocablo neopentecostal digno del DRAE- : Los dos somos modelo 38 largo, ambos periodistas, e igualmente preocupados por esta patria que sigue siendo boba, pese a nuestros esfuerzos por aterrizarla a «cuanto Dios en su bondad nos dio».

“Y ya para terminar por hoy”, me alegra haber sido tu amigo, perdón, me alegra ser tu amigo y colega. Que sean hartos años más en este acabadero de ropa que es este siglo XXI, también “cambalache, problemático y febril”, hombre Francisco Fabio, el de “la barra querida de aquellos tiempos…”. (Líneas actualizadas y pasadas por latonería y pintura).

Sobre Revista Corrientes 5121 artículos
Directores Orlando Cadavid Correa (Q.E.P.D.) y William Giraldo Ceballos. Exprese sus opiniones o comentarios a través del correo: [email protected]

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*