Por Óscar Domínguez Giraldo
Liliput del almanaque, febrero produce cierta ternura con sus escasos 28 días. Este anoréxico mes de febrero vive en sánduche entre dos obesos meses de 31 días, enero y marzo. Deberían obligarlos a cederle cada uno un día al disminuido febrero que solo tiene tiempo de tener más tiempo cada cuatro años. Vive con nostalgia de bisiesto.
En febrero se produce el llamado fenómeno «Miracle in» pues el mes tiene cuatro lunes, cuatro martes, cuatro miércoles, cuatro jueves, cuatro viernes, cuatro sábados y cuatro domingos.
Es el benjamín, el cuba, el güipa, el guámbito del almanaque.
En sus mejores días era el décimo segundo mes del año romano, dedicado a los muertos. Los romanos le aplicaron la vasectomía y le mermaron su vitalidad porque lo consideraban un mes nefasto (gracias Wikipedia por los favores recibidos).
“Febrerito loco” le dicen los meteorólogos por su clima desobediente como los ojos de sutil estrabismo que lucía Rosa de Bolombolo, la que desvelaba al panida León de Greiff.
Sábato lamentó que una amiga suya de Santos Lugares hubiera muerto en febrero cuando hay poca gente en Buenos Aires.
Pobres los que cumplen el 29 de febrero, cada cuatro años, como Pedro Sánchez, presidente del gobierno español. Aunque pueden celebrar el 28, 29 y el 1º. de marzo.
A los fallecidos el 29, como el general Benjamín Herrera, este capricho del azar no les altera el sueño eterno. Herrera es el fundador de la más que centenaria Universidad Libre.
Belisario Betancur nació el 4 de febrero hace cien años y monedas. Abogado, periodista, católico y conservador de tuerca y tornillo, conversador de cinco estrellas, poeta de media petaca. Lo pusieron Belisario para remplazar a su hermano muerto. “Murió de nombre, fue una deliciosa eutanasia”, dijo el hombre fuerte de Amagá sobre quien su familia alista libro.
BB patentó la receta ideal para convertirse en el mejor expresidente: cerró la boca.
Según García Márquez, BB habría sido papa si no lo hubieran expulsado del seminario de Yarumal por un verso cojo contra su profesor de latín… Lo echó el rector Aníbal Muñoz Duque.
Si tiene los pocos días que tiene, «en cambio» el 14 de este mes se celebra en USA el día de los enamorados. Arriba san Valentín. Y el día de la radio (el 14) y del gato (el 20). Los cultivadores colombianos venden flores como arroz. Sin el arancel que les iba a clavar «Mano de piedra» Trump.
Es un mes plagado de vírgenes – y por tanto mártires-como santa Eulalia. ¿Qué hay detrás de un nombre? Elemental, queridos: En Eulalia hay orgía de vocales entre consonantes eréctiles. Otras vírgenes son Águeda, Apolonia, Escolástico. Bajo el paraguas de febrero nacieron los santos Agabo, Cirilo y Onésimo.
Pensando con las ganas, asumo que Monterroso escribió en honor de febrero el cuento más corto: “Cuando despertó, el dinosaurio aún estaba ahí”. (Líneas pasadas por latonería y pintura)
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