Por Antonio Andraus Burgos
La final por el título de la Liga Americana, que empezará a disputarse desde el próximo domingo 15 de octubre, tiene en la contienda a las dos novenas que representan al estado de Texas, por primera vez en la historia del circuito: los Astros, que tienen asiento en Houston, y los Vigilantes, que tienen como sede a Arlington. Y por lo tanto, se convierte en una inédita final.
Los Astros apenas llevan 20 años en la Liga Americana después de pertenecer 50 años a la Liga Nacional. Y en esas dos décadas, ya suman dos títulos de Series Mundiales, y entre el 2017 y este 2023, tienen siete participaciones al hilo en la disputa de los títulos del circuito, cuatro temporadas con 100 o más triunfos; seis títulos divisionales y cuatro títulos de la liga. Y en la Liga Nacional lo más cerca que estuvieron de ganar un Clásico de Otoño fue en el 2005, cuando los Medias Blancas de Chicago los ‘barrieron’ en 4 partidos.
Los Vigilantes no han conquistado un título de la Cita de Octubre desde cuando hacen parte de la Liga Americana, empezando como franquicia desde 1961 con la distinción de los Senadores de Washington — distinto al que acogió a los Mellizos como expansión del circuito —, y ya como Vigilantes desde 1972, en Texas, hasta la fecha. Cuentan con siete títulos divisionales y dos coronas de la liga.
En dos ocasiones, los Vigilantes han llegado al Clásico de Otoño, pero en ambas perdieron y las dos, en este siglo. En el 2010, cuando lo jugaron ante los Gigantes de San Francisco, precisamente dirigidos por Bruce Bochy, quien es ahora el adiestrador de ellos, ganando uno de los cinco partidos jugados; mientras que en el 2011, se enfrentaron a los Cardenales de San Luis, perdiendo dramáticamente la corona en siete desafíos.
De menos a más
La final inesperada en la Liga Americana de Béisbol. Foto El Espectador
Nadie puede olvidar que en el 2021, los Vigilantes perdieron 102 partidos en la temporada regular y que apenas el año pasado contabilizaron 94 derrotas, por lo que verlos resurgir este 2023, con 90 triunfos y 72 reveses, es una clara demostración de que todas las ‘piezas del rompecabezas’ adquiridas, de la mano de un hombre que transpira béisbol por todos sus poros, como lo es Chris Young, su gerente general y ex jugador de Grandes Ligas, encajaron de manera precisa para cosechar el sabor a miel que están disfrutando, incluyendo la de sacar de sus aposentos de invierno a un estratega de mil batallas, como lo es Bruce Bochy.
Dusty Baker y su tropa, llegan para defender el título de la liga que conquistaron hace un año, pero adicionalmente, en procura de conservar el trono de la Serie Mundial, a lo que una vez mas aspiran con todas las de la ley.
Por su parte, Bruce Bochy y sus muchachos, contemplan con mucho entusiasmo no sólo salir adelante frente a los Astros para conquistar la corona del circuito, si no ganar por primera vez la Serie Mundial, que le ha sido esquiva desde cuando la franquicia juega en la crema y nata del mejor béisbol del mundo.
Las dos novenas terminaron en igualdad en la tabla de posiciones del Oeste de la liga, con 90 victorias y 72 derrotas, pero el primer lugar lo consiguieron los Astros por haber ganado las series que sostuvieron los equipos.
Los Vigilantes ya han ganado 5 partidos en lo que va de la postemporada, superando nada menos y nada más que a los Rayas de Tampa en la ronda de los comodines, en dos ocasiones, y a los Orioles de Baltimore, ganador absoluto de la disputada división Este de la Liga Americana con 101 triunfos, en tres seguidos, en la vuelta divisional. No han perdido ningún juego hasta la fecha.
Mientras tanto, los Astros superaron a los Mellizos en la serie divisional, con 3 victorias y 1 derrota, pero están conscientes de que necesitan que ‘la pólvora se humedezca’ en esta fase de la postemporada.
Poder vs. poder
Sobre el papel, la nómina de lanzadores de los Astros se exhibe más fuerte, encabezada por el experimentado Justin Verlander, anunciado para abrir el crucial primer juego este domingo; seguido por los dominicanos, el zurdo dominicano Framber Valdez y Cristian Javier, el mexicano José Urquidy y Hunter Brown; y en el fantástico taponero de postemporada, Ryan Pressly, quien tiene marca de 13 juegos salvados en la misma cantidad de oportunidades, con 53 abanicados en 40.2 de actos laborados y 2.43 de efectividad.
Foto Primera Hora
Nathan Eovaldi y Jordan Montgomery, son los pilares de los Vigilantes, porque con Jacob deGrom no cuentan, y con Max Scherzer, hay expectativas para su retorno, pero sin confirmación por el momento, de que pueda estar disponible.
Si tenemos como punto de referencia la actuación de la temporada de ambas novenas, no hay mucho que decir: 90 y 72, son las cifras de las dos, igualdad que lo dice todo. Si bien en el mano a mano los Astros tuvieron ventaja, ganando 9 y perdiendo 4 ante sus rivales de Estado, en la postemporada las cosas pueden cambiar.
El poder ofensivo de los ‘siderales’ se afianza con los latinos, con el venezolano José Altuve; en los cubanos Yordan Alvarez y José Abreu; los dominicanos, el torpedero Jeremy Peña y el novato receptor Yainer Díaz; el hondureño Mauricio Dubon; el boricua Martín Maldonado; y desde luego, Alex Bregman, Kyle Tucker, Chas McCormick y Michael Brantley.
Y por los lados de los Vigilantes, con menos latinos en su nómina, pero con Marcus Semien, Corey Seager, Mitch Garver, el cubano Adolis García, el novato Evan Cárter, el dominicano Leody Taveras, Nathaniel Lowe, Josh Jung, Jonah Heim, y paremos de contar, tienen con qué hacer la diferencia y voltear la torta de lo que fue la temporada y lo que es la postemporada.
Los Vigilantes batean para 282 en la post en sus 5 partidos jugados, con 7 cuadrangulares, 29 remolcadas y 2.20 carreras limpias por juego de sus lanzadores; mientras que los Astros, en sus 4 encuentros desarrollados, batean para 261, con 10 tablazos de circuito completo, y 3.25 de efectividad de su cuerpo serpentinero.
En esta clase de series tan cerradas y cortas, cualquier cosa puede suceder y, en el fondo, se convierten en un enigma. Y hay muy pocas opciones para distinguir, a ojo de buen cubero, al ganador de la misma.
Si nos preguntan, diríamos que la experiencia de los Astros puede ser decisiva a la hora de nona; pero que la contundencia con que vienen jugando los Vigilantes no se puede desechar.
Esa tarea se las dejamos a ustedes, amables lectores: escojan al ganador.