¿La Federación Nacional de Cafeteros es una empresa industrial y comercial del Estado?
Más bien parece el nuevo botín burocrático del gobierno que irrespeta la voluntad de más de 550 mil familias cafeteras cuando escoge los nombres de tres personas como únicos candidatos a dirigir un gremio del que no hacen parte.
Si estatutariamente son los comités de cafeteros los que deben elegir al gerente general de la Federación, qué hacen el presidente Gustavo Petro y el ministro de Hacienda José Antonio Ocampo torpedeando la democracia que debe primar en una organización fundamentalmente creada por los cultivadores del grano y que le dio soporte a la economía nacional.
Algún día los colombianos tendrán que creer que todos los funcionarios públicos son honrrados, pero con imposiciones así?