Por Orlando Cadavid Correa
El libro de Rosita y José Roberto Cadavid Misas—los hijos del inolvidable “Argos”, el célebre cazador de gazapos que en gloria esté— lleva por título ¿“Cómo dice que se llama”?, que los hermanos resumen como “un catálogo de nombres raros y curiosos más increíbles del mundo”.
En el prólogo del libro de los Cadavid, el escritor y periodista Daniel Samper Pizano descubre lo que llama “un tesoro de sorpresas”. Sin embargo, en vez de optar por la lista alfabética interminable, el binomio prefirió agrupar los nombres por temas y capítulos. Y adobarlos con brotes de humor.
Los herederos de “Don Argos” hicieron la siguiente presentación de la obra de su progenitor:
“Entre sus múltiples pasatiempos, nuestro padre, Roberto Cadavid (Argos), tenía el de coleccionar recortes de artículos de la prensa escrita sobre temas de índole diversa que le llamaban la atención. Cierta vez, en un artículo publicado el 21 de agosto de 1983 en el diario El Mundo de Medellín, se hacía referencia a la convocatoria a un concurso de nombres raros en la provincia ecuatoriana de Manabí, la cual se ha caracterizado porque varios de sus habitantes ostentan nombres tales como Cien Pies Pinares o Puro Aguardiente Zambrano, entre otros. Posteriormente, en la sección “Lunes de Graffiti” del diario El Espectador del 6 de junio de 1987, se muestra una fotografía de una valla publicitaria del aspirante a la Asamblea de la provincia ecuatoriana de Pichincha, señor Raúl Baca Gando. Con estos dos recortes de prensa se despertó en Argos la motivación para coleccionar nombres raros, pero sin ninguna manifestación explícita de publicar un libro sobre el tema”.
Debido a que no le quedaba tiempo disponible para acometer este proyecto por sus ocupaciones como columnista de los diarios El Espectador y El Colombiano, comisionó a Rosita, su hija mayor, para que le buscara recortes similares en medios escritos. De esa época para acá ella colecciona de manera ininterrumpida, aun después de la muerte de Argos, dichos recortes, principalmente de diarios de la ciudad de Cali. José Roberto se incorporó a esta labor desde 1996, con la misma continuidad.
“Hay que anotar que en ningún momento se tuvo la idea de escribir un libro sobre este tema, sino más bien la de compartir un rato agradable con los amigos, pues está en boca de mucha gente. En cierta ocasión entablamos contacto con la periodista del diario El Colombiano de Medellín Margarita Inés Restrepo, quien eventualmente publicaba artículos sobre nombres raros, y nos preguntó si teníamos en mente escribir un libro a ese respecto, lo que nos quedó sonando. Posteriormente, tuvimos la oportunidad de llevar algunos recortes con nombres raros al programa ‘Noche, buenos días’ de la cadena radial Caracol, espacio que manejaron durante varios años los profesores Néstor Armando Alzate y Juan Manuel Serna. Ellos nos preguntaron también sobre la posibilidad de la publicación de un libro que sintetizara este trabajo. Esta misma inquietud nos la formuló el periodista Daniel Samper Pizano después de intercambiar documentación relacionada con el tema. Entonces tomamos la decisión de escribir el libro, el cual, luego de varios intentos dificultados, llega a feliz término.
Queremos hacer referencia a las fuentes de información que se utilizaron para la escogencia de los nombres que hacen parte de este libro, resaltando el hecho de que se usaron filtros muy rigurosos para que no se colaran nombres inventados. Aparte de los recortes de prensa escrita colombiana, se hizo investigación en las guías telefónicas de las principales ciudades y en publicaciones en internet, tanto artículos como videos sobre el tema.
De las fuentes consultadas en internet se destacan, entre otras, las publicaciones del publicista paraguayo José Daniel Nasta, quien ha escrito varios libros sobre el tema. Igualmente, se destacan artículos del sociólogo español Armando de Miguel y del lingüista de la misma nacionalidad Josep María Albaigés i Olivart, así como del periodista uruguayo Leonardo Haberkorn, del periodista colombiano Daniel Samper Pizano y del médico dominicano José Llibre Tello, todos ellos estudiosos del tema de los horrores onomásticos. Los nombres que hacen parte de este trabajo pertenecen a todos los países de América, con excepción de Canadá y Bolivia, y de España; además hay, con su respectiva traducción, nombres de Brasil, Suecia, Rumanía, la antigua Yugoslavia, Bulgaria, Nueva Zelanda, Japón, Malasia y Singapur”.
La apostilla: Como el tema es tan extenso, se pensó que publicar tales nombres en forma de listados tipo guía telefónica era poco amable para el lector, por lo que se decidió que su presentación intercalara, en la medida de lo posible, los nombres con su grafía original, dentro de retahílas de carácter jocoso, ya que el tema invita a ello.