Por Jairo Ruiz Clavijo
El 15 de febrero muere el sacerdote Camilo Torres, en combate con la 5ª Brigada del ejército dirigida por su excompañero de infancia, el general Alvaro Valencia Tovar.
Camilo Torres carecía de las condiciones físicas para la vida guerrillera, y por no tener la suficiente resistencia para cargar un fusil y le dieron solo una pistola.
Murió en su primer enfrentamiento con el ejército.
Así había justificado su decisión de entrar a la guerrilla:
La Revolución no solamente es permitida sino obligatoria para los cristianos que vean en ella la única manera eficaz y amplia de realizar el amor para todos.
Camilo Torres, como buena parte de la juventud latinoamericana fue impactada por la revolución cubana que inspiró la creación o hizo crecer la guerrilla en el continente como forma de lucha para llegar al poder.
Posteriormente y a partir del triunfo de Allende en Chile y el de Chávez en Venezuela, el castrismo declara que la vía pacífica es posible, mediante el triunfo electoral.
Esta tendencia ha progresado hasta el punto de que derecha e izquierda están empatados conforme al siguiente mapa:
Sin embargo, la extrema derecha no acepta que haya convivencia pacífica entre países con diferentes sistemas de gobierno: acaba de triunfar Gabriel Boric en Chile, y ya se disparó el precio del dólar y bajará el del cobre, como bajó el precio del estaño en Bolivia en cuanto fue elegido Evo Morales y se bloqueó a Venezuela cuando Hugo Chávez impuso impuestos a las empresas norteamericanas.
Los Estados Unidos, están actualmente gobernados por un presidente considerado de centro pero que en lo internacional adoptó una actitud radical frente al inevitable surgimiento de la China y no ha cambiado la política frente a Cuba y Venezuela.
Hay temor de que en el 2024 vuelva a poder Donald Trump, y a nivel mundial ocurra lo que pasa actualmente en muchos países donde se enfrentan candidatos de las extremas mientras el centro permanece atomizado por pequeños caudillos.