Si Duque es ilegítimo por lo de la ñeñepolítica, Arturo Char sería por lo de la merlanopolítica. ¿Cuál la diferencia?
Por Octavio Quintero, El Satélite
El senador Petro invita a la desobediencia civil en rechazo a la ilegitimidad de la elección de Duque como presidente, en virtud del fraude que se va configurando mediante la investigación conocida como ‘ñeñepolítica’.
Pues, resulta que el propio senador, junto con los que le sigan la idea, se les presenta una linda oportunidad de enseñar con el ejemplo, en caso de que el senador, Arturo Char, sea elegido este 20 julio nuevo presidente del Congreso.
El candidato de Cambio Radical, proveniente del clan Char, está incurso en la investigación que adelanta la Corte Suprema de Justicia (CSJ) sobre el caso de la exparlamentaria, Aída Merlano, ya condenada y prófuga.
La influencia política de CR, y el poder económico de la familia Char, seguramente han ejercido presión sobre la CSJ porque el caso, abierto en febrero de este año, no ha avanzado, y una versión libre que debe presentar fue aplazada por la Corte para el 27 de julio: ¿raro?, después de la elección de presidente del Congreso. Seguramente Petro, y todos los decentes que aún quedan en la política colombiana, tienen reservas, no políticas sino morales, sobre una eventual presidencia del senador Char.
Obedecer órdenes de un indiciado, a este nivel y bajo las circunstancias conocidas, a más de ser inmoral, convierte al obsecuente en cómplice… Sería, para graficar el hecho, como cuidarle el botín a un atracador, mientras va por más.
La desobediencia civil, en este caso, podría basarse en el principio de ‘objeción de conciencia’, amparado por la C/Constitucional (C-728 de 2009), como argumento válido de carácter ético que lleva a una persona o colectividad a incumplir u oponerse a disposiciones oficiales que serían avaladas, en este caso, por un indiciado.
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Si Duque es ilegítimo por lo de la ñeñepolítica, Arturo Char sería por lo de la merlanopolítica. ¿Cuál la diferencia?
