Por Senén González Vélez
Toronto, Canadá, 18 de noviembre de 2024
El choque entre dos o más notas en el mundo musical, generan las disonancias, y eso es lo que está ocurriendo en la oposición liderada por el Centro Democrático, en que, por una encuesta a solicitud de alguien, en la cual favorece a Miguel Uribe Turbay, y por eso, se ha formado una alharaca que, como la ropa sucia, se debió lavar en casa.
Estamos en proximidad a unas elecciones que obligan ponerle carácter, lupa, y oído a todo. No estamos en un programa de Sábados Felices, en que los sordos, escuchan mal y confunden hacer una buena y limpia oposición, con una liquida deposición. O, los chismecillos de villorrio, a lo que nos tienen acostumbrados Tola y Maruja.
No, ¡por favor!, esto es delicado, menos para reír, más bien para ponernos a llorar, si seguimos sumando egos.
Estamos hablando de la libertad, de la justicia y del orden; del país libre, por quienes nuestros antepasados dieron la vida. No es una competencia de natación, para ganar medallas de oro, plata y bronce.
Está en juego la seguridad de la Nación, de nuestros hijos, la vida y honra de los colombianos, de los policías y soldados de la Patria, la libertad de expresión, del periodismo libre, que ahora con el proyecto de ley presentado por Iván Cepeda Castro —el malo—, se considera delito la obstrucción de la paz, por el hecho de criticar al Gobierno por las vías virtuales u otros medios.
Si se le critica mal a Petro, se gana el premio de la gran prisión, de diez a quince años. Ojo, que el peligro es inminente, y el arrebato es grande. Ahora ya se inventó el golpe de estado, disque se lo dará el Congreso de la República.
Todos estamos amenazados por la implementación de una dictadura vestida de argumentos celestiales, que niega Petro, pero en el fondo, es el averno puro.
Mi admiración por las doctoras Cabal y Paloma, de paso fino y de alta talla intelectual, no las puedo negar, pero también hay respetables valores que los hay, y muy distinguidos, que me crean un gran optimismo, y me motiva por verles a todos ellos, el amor patrio contagioso, que de por sí sienten por esta bella Nación, que yo también amo, y que estamos obligados a protegerla y defenderla a como dé lugar.
Pero… una cosa es una cosa, y otra cosa es que, en estos momentos tan álgidos y complicados por los temas de las aspiraciones, estos no nos deben obnubilar para colocarnos en las nubes, y así desconocer la realidad. Eso es imperdonable que se dé, con tanto cerebro pensante y brillante que tenemos. Las discrepancias, crean incertidumbre y en lugar de unir, lo que hace es dividir.
¿Sabían ustedes que el Pacto Histórico hace ingentes esfuerzos para ir con un solo candidato, mientras en las toldas de la oposición parecieran jugar el juego de la peregrina? Si no hay unión, terminaran perdiendo todas sus piezas, y cuando les toque el turno, ya no pueden moverse. El que con fuego juega, se quema.
No estamos para eso. Necesitamos UNION. La ira o la soberbia, es mala consejera, y estas actitudes “yoístas”, no pueden servir para nadie que pretenda aspirar a manejar los destinos de la Nación. Mano firme sí, pero con frialdad, con sentido humanitario y sin miedos.
Aquí necesitamos un presidente, hombre o mujer, con inteligencia, determinación, conocimientos, agallas, y sobre, todo leal, y que esté comprometido con el país, y no con los grupos políticos, que en su mayoría tienen agentes corruptos.
Es válido y necesario advertir que si el Centro Democrático, o cualquiera otro grupo político, está pensando que el candidato de la oposición, debe tener la matrícula de un determinado movimiento político, les puedo asegurar que Petro nos derrota.
El candidato de OPOSICIÓN, debe ser producto de un consenso general, que puede ser validado por la sumatoria de firmas o votación, que quieran expresar su simpatía por determinada persona, que se destaca por sus capacidades y coherencias opositoras, y que, además, sume y no reste, totalice las mayorías para encabezar y enfrentar a Petro.
¡No necesariamente debe estar matriculada en un grupo político!
Pero si esa persona suma mayorías, dentro del contexto de las oposiciones, debe respetársele y respaldársele, porque está en todo su derecho.
Ese podría ser el caso de Vicky Dávila, que es OPOSICIÓN PURA Y DEMOSTRADA, en asocio de quien escoja como su fórmula vicepresidencia, que si podría estar vinculado a cualquier partido político. Ella tendría los méritos suficientes para aplicar, y por lo tanto, por el bien nacional, se tiene que respaldar. Igual debe ser para las mujeres y hombres que aspiren y logren las mayorías.
Lo cierto es que no nos podemos equivocar más y lo único válido en estos momentos, es que, el candidato que salga de la oposición pura, sea fino, de consenso y no basto, como paso en mala hora, con el ingeniero santandereano, Rodolfo Hernández, de nefasto recuerdo para el país, pero que en la paz descanse.
¡O nos unimos, o nos hundimos y nos jodimos!
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