Por Senén González Vélez
Toronto, Canadá.
A Gustavo Petro debe abrírsele un expediente por incumplimiento del deber, y por no aprender ser.
El PROGRESISMO y su ‘’logorrea’’, apenas escuchó las palabras bíblicas: ‘’HACEOS AMIGOS CON EL DINERO DE LA INIQUIDAD’’, no tuvieron en cuenta la vileza que encierra el término, (iniquidad) y por eso, salieron corriendo en busca del dinero estatal, para derrocharlo,malversarlo, dándole una interpretación acomodaticia: nunca pierdas la oportunidad para robar mañana, si lo puedes hacer hoy. O, aprovechemos el cuarto de hora para sacar lo máximo. ¡Ahí está pintada la índole de los hampones!
Así piensan muchos oportunistas que acompañan en el Gobierno, al líder de la PUREZA y del ahora todo se vale.
El poder del dinero y la codicia, le arrebataron al pacto simbólico, la fortaleza y templanza, mancillando la supuesta dignidad del Jefe de Estado, el que otrora era antorcha de la moral, y ahora es una vela sin llama, cuya parafina abrazó la mecha que sostenía su luz y la apagó.
Hoy con el cambio brusco del actuar político, se asaltó la moral y los valores, y se apartaron de la ética, para transformarse en hienas hambrientas, que deambulan en horas nocturnas y diurnas, para apropiarse de lo primero que encuentren, inclusive, hasta para quebrar los tuétanos, y el mismo honor de la patria colombiana, como también el prestigio de las fuerzas policiales y militares de la Nación, las que el monarca ha reducido a su mínima expresión e irrespetado en todas las formas.
Los duros discursos pronunciados en el Congreso, por el otrora revolucionario que se disfrazó con el alias AURELIANO del M19, en aquellos andares de los años parlamentarios, se los enfiló a los corruptos, de manera cáustica. Eran hirientes y sanguinarios, contundentes y demoledores.
En honor a la verdad, su bandera en ese sentido, eran reales, porque el país tenía y tiene un foco creciente de corruptos, empezando por la clase política, con excepciones, porque los hay honestos; porque los otros, son los mecenas de la descomposición moral y fueron tan dañinos, que contaminaron los demás espacios donde se mueve el sector económico del país. ¡No se salvó ni el poder judicial! Con excepciones, claro está.
En eso, Petro tiene razón. Pero… tal conjunción nos obliga a colocarnos en un plano adverso, que no solo condiciona, sino que crea una duda.
Por ello, no es fácil entender que el Presidente haya combatido con furia la corrupción como senador y hoy aparezca como presidente, fungiendo de socio mudo de la misma.
‘’Plega a Dios que así sea Sancho, porque del dicho al hecho, hay mucho trecho’’, decía Miguel de Cervantes Saavedra.
El Presidente habla de eficiencia, ¿cómo puede hablar de eficiencia, si ha demostrado ineptitud total?
Se justifica, para culpar a otros, sabido que es cómplice.
En ningún momento habló en la instalación del Congreso, de los proyectos de las reformas, que deberá presentar en la nueva legislatura, y más que todo lo que hizo fue un anuncio de cosas gaseosas, en que no supo qué hacer ante el parlamento, porque la brújula se le perdió, o se le trabó, ¡que se yo!
Yo vi a un títere que se estaba viendo al espejo, y no se reconocía.
¿Qué decir ahora, Gustavo Petro, si en su gobierno, hasta la sal se corroe, la ineptitud pulula y el dejar pasar vacaciona? ¿Cómo no corromperse hasta usted mismo, cuando solo ve de soslayo a sus colaboradores, que se mueren de codicia y roban, y en lugar de seguirlos con lupa para que no lo hagan, se hace el tonto, para que, honrando el sadismo del que tanto disfruta, después en un acto de carácter falso, le endosa la culpa al más pendejo, para aparecer usted como el hombre honorable?
Finalmente, por la complicidad del organismo que debe hacerles el proceso a los delincuentes, lo dilata, ¿nada ocurre?
El 20 de Julio del 2024 en el recinto del Congreso, usted pidió perdón, porque Olmedo y su asociación para delinquir lo dejó muy mal parado, y lo convirtió en el padre de la corrupción, del dejar hacer y el dejar pasar.
Ha pecado, señor Presidente, por acción y omisión, y si bien en la tierra sus socios no lo sancionan, el destino que le espera, será su verdugo.
Se le reconoce ese esfuerzo tremendo de ofrecer perdón, repito, por lo soberbio y ególatra que es. Que no permita Dios, se haya herniado umbilicalmente hablando, porque siempre la soberbia impera y dominan los egos humanos, y el protocolo, lo obliga, a regaña dientes, a bajar la cabeza.
Pero detrás de su posición de aparente sumisión, seguro se esconde algo. La estrategia del felino impera para vencer la fuerza del análisis y de la inteligencia humana, que es que los domina.
Pero … su PERDÓN, me conduce para preguntarle a la sobresaliente Fiscal General de la Nación, que es una dama que se distingue por lo ¡imparcial!, ¿cuál será su proceder entonces?, cuando el mismo Presidente al confesar que existió una enorme lesión y malversación de dineros, debe queda implicado por omisión, y por lo tanto, la Fiscal debe actuar y proceder sin tantas vueltas para acusar formalmente a los responsables, inclusive al mismo Presidente, ante la Corte Suprema de Justicia.
La omisión, repito, para efectos del derecho, no sirve de excusa para exonerarlo de su responsabilidad.
La intervención improvisada del presidente Petro, en mi concepto, fue gaseosa, que por no llevar el discurso escrito y sin agenda legislativa, con lo cual, la nave de la nueva legislatura quedo a la deriva, sin norte, ni brújula, por lo que, tiene el Congreso en sus manos en esta última parte del mandato, la oportunidad de convertirse en timonel de la Patria para el rumbo del país. Pero … eso es, sí las prebendas no cambian la verticalidad por los atajos.
La postura del Presidente en la instalación de las sesiones del Congreso, me hizo recordar la estrategia del camaleón, que cuando se ve en dificultades, se hace el muerto, el humilde y baja la testa, para salirse después por la tangente y refugiarse en las nubes de sus locas fantasías.
Aquí seria por las variables improvisadas que le brindan sus incoherencias y mitomanías.
Hoy, los escándalos por corrupción, por omisión y acción, demuestran que los equipos de su confianza son peores y más hábiles que los piratas: Morgan, Francis Drake, Leclerc y Vernon.
Eso, en cuanto a saqueos y piratería se refiere, de las arcas del Estado, pero … en cuanto a esquemas con características de mafia, en Colombia están ya al nivel de Al Capone, Lucky Luciano, Gambiano, Costello, Jhon Gotti, en fin, con muy buenas conexiones con otros países, que en ese sentido, pese a que los criollos de por acá no son tan elegantes en sus vestimentas, si están más actualizados por la tecnología, y, por lo tanto, más peligrosos.
Y… si hablamos de espionaje, y terrorismo internacional, dicen que este Gobierno tiene muy buenas relaciones.
Por ello y por el espectáculo que hemos visto en este pasado semestre, que además de bochornoso y corrupto, considero que Julio será rojo y tenebroso para Venezuela y color naranja para Colombia.
*Judas pidió perdón. Sí, pero ahora falta que se ahorque.
¡O… nos unimos, o nos hundimos y nos jodimos!
