Bogotá –
El presidente Gustavo Petro aprovechó la alocución de la mitad de su mandato, este 7 de agosto, para insistir en la necesidad de un gran pacto sobre lo fundamental que le permita cumplir sus principales promesas de campaña. “He hecho un llamado a los partidos políticos, a los empresarios, a las organizaciones sociales para que nos sentemos a construir un gran acuerdo nacional en torno a la reforma a la salud, la reforma a los servicios públicos, la implementación del acuerdo de paz y la lucha contra la corrupción”.
Su insistencia en la búsqueda de este consenso ayuda a despejar las dudas frente al camino que quiere tomar el presidente en sus últimos dos años de Gobierno. Es diciente que haya escogido la figura del acuerdo por la vía institucional y no haya vuelto a hablar de una asamblea constituyente, de la movilización social para forzar las reformas o del poder constituyente. La búsqueda de este pacto entre diferentes, que había sugerido el pasado 20 de julio en la instalación del tercer año de Congreso, coincide con la estrategia que ha trazado su nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien ya ha tenido reuniones con distintos partidos políticos para dialogar sobre las reformas sociales.
El presidente hizo su alocución desde un pequeño negocio de comida típica en el municipio de Ventaquemada, Boyacá. Ya se ha vuelto costumbre que Petro haga sus discursos más importantes desde algún lugar simbólico y distinto a la Casa de Nariño. Esta vez escogió el local de doña Blanca Lucy Junco, una madre trabajadora, de 43 años de edad, que vende amasijos, arepas y envueltos. “Fue por el aliento que me daban personas como ella, que hace dos años asumí la presidencia de Colombia, el más grande honor y privilegio para un ciudadano”, dijo Petro al iniciar su discurso, antes de enumerar los que ve como los principales logros de su mandato. Hace unas semanas dio una rueda de prensa similar para anunciar la firma de la reforma pensional, esa vez desde la casa de un anciano pobre de 89 años llamado José del Carmen Estepa. Utilizó esta misma estrategia en la recta final de su campaña a la presidencia, cuando fue a visitar los hogares de pescadores, mineros y campesinos empobrecidos para prometerles que su eventual Gobierno les mejoraría las condiciones de vida.
“Durante mi campaña prometí impulsar un cambio para nuestro país, un cambio para hacer de Colombia una Potencia Mundial de la Vida, y recibí el respaldo de más de once millones de colombianos. Hoy quiero compartir con ustedes algunos de los principales logros de este mandato”, continuó el presidente, que hoy tiene una aprobación cercana al 35%. Según el primer mandatario de izquierda en la historia moderna del país, su principal conquista ha sido reducir la pobreza: “Hemos logrado sacar de la pobreza a más de 1.600.000 colombianos. En la pandemia, Colombia alcanzó una pobreza monetaria de 40%, y hoy estamos en 33%. Esto ha sido, en gran medida, gracias a que este Gobierno ha subido el salario mínimo y los ingresos de la gente más pobre”.
Petro también resaltó la aprobación en el Congreso de la reforma pensional, que permitió el aumento del bono para millones de ancianos desprotegidos. “Hoy, más de 500.000 adultos mayores de más de 80 años se benefician del aumento del bono pensional de 80.000 a 225.000 pesos. A la entrada en vigencia de la reforma pensional el año entrante, serán más de 3 millones de viejos y viejas que lo recibirán y tendrán una vejez digna”. El presidente afirmó que en estos años se han reducido el desempleo, la inflación y la deforestación, que en 2023 bajó en un 54%. “La mejor cifra en 23 años, y en la selva amazónica un impresionante 61%. Estamos cuidando el pulmón de la tierra luego de décadas en las que los gobiernos le dieron la espalda”.
Además de resaltar las cosas buenas, Petro aprovechó para culpar a su antecesor, el derechista Iván Duque, de ser el responsable de muchos de los problemas que hoy aquejan a Colombia. “La situación fiscal que encontramos no fue la más favorable. Los dineros recaudados con la reforma tributaria que se aprobó en el primer año de gobierno, y que no gravó a las personas naturales de escasos recursos, se destinaron para el pago de una deuda pública que adquirió el expresidente Iván Duque y al déficit del fondo de estabilización de combustibles”. El presidente Petro recordó que su gobierno eliminó el subsidio a la gasolina, que en los últimos años significó gastos por cerca de 40 billones de pesos, casi 3 reformas tributarias. “Eso también lo dejó Duque”, insistió Petro.
Durante la alocución, Petro también le envió un mensaje directo a la junta directiva del Banco de la República, un ente independiente, para que baje las tasas de interés: “Ahora lo que necesitamos es que el Banco de la República entienda que las tasas de interés deben bajar al mismo ritmo de la inflación. Una menor tasa incentiva sectores como la vivienda, el comercio, la agricultura y el turismo”. El mandatario recalcó los pocos logros en materia de seguridad de su Gobierno, en el que no han prosperado a la velocidad que se esperaba los procesos de paz con la guerrilla del ELN y con las disidencias de las extintas FARC. ”En lo que va del año, hay una disminución del 5% de los homicidios comparado al año anterior”, dijo Petro. Y añadió: “En el 2024 ha aumentado un 23% las incautaciones de cocaína. Llevamos 1.500 toneladas incautadas desde que llegué al Gobierno, que tienen un valor de 42.000 millones de dólares”.
Petro, sin embargo, dijo poco sobre los escándalos que han marcado sus dos años en el poder. No se refirió a ninguno en concreto, pero reconoció que el flagelo de la corrupción ha logrado permear las instituciones. “A nosotros en el Gobierno nos ha permeado y era algo que no debía haber pasado en el gobierno del cambio”.