Gilberto Abril Rojas, literato, periodista, poeta y académico tunjano. Cofundador de la Asociación de Escritores Boyacenses y de la Academia Boyacense de la Lengua, única filial en el país de la Academia Colombiana de la Lengua, institución en la cual será miembro de número, a partir de este viernes 13 de diciembre a las 10 y 30 de la mañana.
Abril Rojas nació en Tunja, en 1946, y ha recibido, entre otros títulos y distinciones, la licenciatura y magíster en teología, doctorado en humanidades y especialidad en Literatura Latinoamericana. Universidades de Canadá, Estados Unidos e Italia le han concedido doctorados honoris causa. Es miembro correspondiente de instituciones de escritores, de historia, de heráldica, de literatura y de derechos humanos.
Fundador de entidades como el Instituto de Altos Estudios de África, miembro de número de la Sociedad Bolivariana de Venezuela y de otras sociedades en el país hermano, al igual que en Brasil, Italia y Argentina.
Con distinciones como Diploma de Honor “Homenaje al Emperador Alfonso Iº El Batallador”, por servicios a la Asociación de Caballeros de Nuestra Señora del Pilar de Barcelona, España; Medalla del Consejo de Investigaciones Científicas y Tecnológicas, de la Presidencia del Gobierno de la República de Guinea Ecuatorial; Medalla de Oro, en el grado de Académico de la Academia San Francisco de Agripoli, Italia, por sus altos méritos en el campo profesional, cultural y social; las Medallas de San Angilberto, San Constantino El Grande y San Eugenio de Trebizonda; Profesor Honorario de la Academia Teológica de San Andrés de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana de México, en reconocimiento a su labor profesional, y otras dignidades.
El Concejo Municipal de Tunja le entregó el Diploma de Exaltación, dados sus aportes a la literatura de esta ciudad.
UN VISTAZO A SU EXTENSA OBRA LITERARIA
Una de sus características como escritor es que basa sus obras en investigaciones en fuentes primarias, que luego convierte en sendas novelas históricas, dedicadas al rescate de importantes personajes coloniales
Sus obras literarias cubren géneros como la novela, el ensayo, la poesía y el cuento. Gran promotor de la literatura colombiana en el exterior, como lo ha hecho con la revista Noti Colombia, en Barquisimeto, Venezuela, con la biografía y obra de quince escritores colombianos.
Ha novelado la vida de la tunjana, la madre Francisca Josefa de la Concepción Castillo y Guevara, en el libro “Asuntos Divinos”.
Su novela “Señor de toda la tierra”, en la que reseña la fascinante historia de la rebelión antiesclavista en las minas de San Felipe de Buría, Nueva Segovia en Barquisimeto Venezuela, liderada por el negro Miguel, coronado rey por el negro Canónigo.
En “La Segunda Sangre”, la obra sobre don Diego, el Cacique de Turmequé, Gilberto Abril a lo largo de casi quinientas páginas, se introduce en el Tunja de la Real Audiencia, que por poco fuera la capital presidencial y luego virreinal del que sería el Virreinato de la Nueva Granada. En apretadas líneas que lleva a conocer el Tunja del siglo XVI, el escritor Abril Rojas resalta la figura del gran mestizo tunjano, primer defensor americano de los derechos humanos.
Como lo dijo Enrique Santos Molano: “…Gilberto Abril consigue trazar la dimensión humana de un personaje histórico que está considerado como el precursor de los Derechos Humanos. Don Diego de Torres fue todavía más. Fue el precursor de la no violencia. Por defender sus convicciones, y los intereses de su pueblo y de su raza, no apeló a las armas, ni a la rebelión violenta. No aconsejó nunca otros métodos que no fueran los de la razón, el diálogo, la paciencia, como siglos después lo haría el Mahatma Gandhi.”
Estudiosos de su obra, como el abogado, humanista y especialista en derecho canónigo, Hernán García Olano, ha hecho una selección sobre su extensa producción, en la cual destaca: “El paraíso de las desigualdades”, “Canto a guinea Ecuatorial”, “Fin de una batalla perdida”, “Sed de sueño”, “Poesía Colombiana”, “Selección de Cuentistas Victorianos”, “Poesía joven de Colombia”, “Obra poética de Carlos Obregón Borrero”, “Poetas nativos de La Victoria”, “Selección poética”, “Hacia la corrección de los vicios periodísticos en el lenguaje”, “Canción de mayo para Antonia”, “Solicitud tardía” y el “Estudio Histórico Genealógico de la Casa Láscaris.”
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