Pantalla & Dial: Sin exigencia no hay excelencia

Pantalla & Dial

Por Edgard Hozzman

Pantalla & Dial ha resaltado los logros de la Cadena RCN y ha criticado constructivamente los errores de algunos “comunicadores” que desconocen lo que es hacer radio y, desafortunadamente, hacen gala de su ignorancia.

Aprendí a escuchar radio oyendo Nueva Granada, frecuencia que fue pionera de la radio del espectáculo, la radio noticiosa, la radio deportiva, la de las grandes radionovelas, la de los grandes programas de concurso y la de los inolvidables magazines.

Fue la radio de finales de los años cuarenta y comienzos de los cincuenta. En el escenario de su radio teatro actuaron las luminarias de América. Allí actuó el primer rockero que visitó a Colombia, Dyno; el tenor de las Américas Pedro Vargas, Libertad Lamarque, Los Panchos, entre otras grandes figuras de la primera mitad del siglo XX.

Carlos Arturo Rueda C., maestro y padre del periodismo deportivo, enseñó a la audiencia de RCN a amar el fútbol y el ciclismo, gracias al encanto de su narración, el carisma de su voz y a su personalidad.

Manolo Villarreal y Juan Caballero hoy son recordados como dos grandes lectores de noticias. Escuchar el informativo de Emisora Nueva Granada era una delicia por la calidad profesional de este binomio de maestros del micrófono.

Carlos Pinzón fue quien estuvo al frente de la dirección de la naciente Cadena RCN. Fue quien proyectó y catapultó a esta casa radial al liderazgo en ese inolvidable lapso de excelente radio, cuando los locutores, antes de comenzar sus intervenciones, se identificaban con el número de su licencia de locución otorgada por el Ministerio de Comunicaciones.

La llegada de Caracol Radio a comienzos del decenio de los cincuenta desplazó del primer lugar a RCN y Todelar a comienzos de los sesenta relegaron a RCN a la retaguardia.

A Comienzos de los años ochenta Gustavo Castro Caycedo rescató a RCN, y esta casa volvió a ser líder en sintonía, galardonada nacional e internacionalmente por su original parrilla de programación, y la dinámica de la producción radial de Gustavo Castro Caycedo.

Gracias a la gestión del periodista y escritor RCN logró récord de sintonía, el más alto de su historia.

Por lo anterior nos duele el difícil momento que está atravesando esta casa radial. Sabemos de la preocupación y esfuerzos de sus directivos con Fernando Molina a la cabeza. Desafortunadamente donde manda marinero el capitán es ignorado.

A los herederos de Ardila Lula les recordamos:  “Sin exigencia no hay excelencia”.

RODRIGO SANCHEZ ACHURY

Falleció el pasado 24 de agosto en Bogotá, Rodrigo Sánchez A., ingeniero de sonido, quien estuvo al frente de las grandes producciones del Canal RCN como: “Café con aroma de mujer”, “La hija del mariachi”, “Hasta que la plata nos separe”, entre otras más.

Rodrigo comenzó su actividad de comunicador en Todelar en 1973 como operador de sonido de Emisoras Monserrate y Radio Tequendama. Cuando estas frecuencias fueron adquiridas por RCN, Rodrigo fue contratado para que continuara como operador de Radio Tequendama.

Gracias a su profesionalismo, conocimientos de consolas y sensibilidad musical fue contratado por el Canal RCN.

Rodrigo se distinguió por su calidad humana, seriedad, ética y personalidad, siempre dispuesto a colaborar, descomplicado, místico de la radio y la música.

Quienes trabajamos con Rodrigo lo recordamos como un señor en toda la extensión de palabra, siempre con una sonrisa, nunca lo vi de mal genio, fue un profesional y mejor amigo. Paz en la nueva dimensión Rodrigo.

JULIO Y SU CONTERTULIA

El pasado 23 de agosto Julio Sánchez C. respondió una llamada que, según la oyente, llevaba un buen tiempo esperando para salir al aire. Cuando le abrieron el micrófono ella estaba fuera de base, motivo que aprovechó Julio para comenzar a hablar con Viviana, la oyente de Sincelejo.

Con la naturalidad que identifica a los habitantes del litoral caribe, Viviana habló con Julio de la cotidianidad de su hogar y su familia, sin quejarse de las dificultades. Con una actitud muy positiva le comentó, a la audiencia de La W, parte de su vida y sus experiencias siempre dejando entrever un agradecimiento a su existir.

Su profesión es de «costurera remendona», oficio que le ha permitido educar a sus tres hijos, los que aseguró son muy pilos.

Comentó que a su marido le perdonó la ausencia y fuga a Venezuela, la que según él fue para buscar una mejor oportunidad, la que no encontró por lo que regresó al lado de ella.

Al despedirse de Julio le dijo que lo amaba y le peleaba a la distancia, sin conocerlo, que se lo imaginaba chévere y con una buena cabellera. Fue una amable y agradable tertulia, un oasis dentro de tanta información negativa. Estas son las notas que hacen diferente a La W, esto es hacer una radio más humana.

Julio no perdió la oportunidad para dar muestra de filantropía obsequiándole una máquina de coser a través de soluciones W.

LOS NARRADORES DE FUTBOL EN TELEVISION

Hasta cuándo entenderán estos “locutores” deportivos que cuando les dan la oportunidad de narrar un partido de fútbol por televisión, deben aprovechar el evento para proyectarse y darse a conocer internacionalmente.

Carlos Alberto Morales “narró” el partido de futbol femenino Colombia-Brasil. Morales tiene la escuela de William Vinasco al que no se le entendía nada por la velocidad con que narraba. Pastor Londoño P., maestro del periodismo deportivo, le dijo a Pantalla & Dial que William no era narrador.

Carlos Alberto me recordó a los vendedores que van de feria en feria con altavoz anunciando sus mercancías, las que promocionan con el mismo tono y velocidad del narrador de Caracol Televisión, el que fatiga al televidente.

EL SUEÑO DE UNA NIÑA: LINDA CAICEDO.

Por Esteban Jaramillo Osorio.

Cuando Linda Caicedo asume su rol de figura, aflora la alegría del país futbolero. Su juego es natural, técnico y veloz. Por eso el irreprimible deseo de elogiarla y compararla, incluso con los hombres, referentes de la selección de mayores.

Tarea a la que llegan, quizás con exageración, algunos periodistas, para provocar, para explotar su notoriedad o para mejorar su autoestima.

Entiende Linda, las formas artísticas del futbol y su efectividad.

Linda Caicedo, juventud, belleza y fútbol exquisito. Foto Futbolete

Es comienzo y fin de las jugadas de ataque en sus clubes y en la selección, las que domina con velocidad y control del balón así, en ocasiones, le sobren un traslado o una gambeta, o enfrente recias marcas las que le cuesta evitar, como ocurrió recientemente con argentina y Brasil.

Sus desplazamientos veloces, que la hacen diferente, se asemejan a los del tino cuando arrancaba en Cúcuta, lo recuerdo muy bien, antes de pasar con brillo por Nacional. A los de Uzuriaga cuando iniciaba su recorrido en el Tolima; a los de Luis Sinisterra cuando pedía pista en el Once Caldas, los de Luis Díaz cuando irrumpió en Barranquilla, la sucursal del Junior, y a los de Yasser Asprilla, hoy en Watford, cuando, no hace mucho, explotaba en Envigado.

Linda juega con soltura, le gustan las fintas y gambetas y siente el placer infinito del pueblo cuando llega al gol.

Su crecimiento, porque está en formación, la lleva a enfocar su carrera con silencios, evolucionando su talento, paso a paso. Sin dejar, hasta ahora, que la celebridad devore al futbolista. Porque en su mundo el ego es un arma mortal.

Pero ojo. No exageremos. La selección Colombia, no es solo linda Caicedo. O la de mayores, solo Lucho Díaz. De ser así sería un grave menosprecio, a los otros futbolistas, chicos o chicas, que piden pista con calidad y ambiciones. Es la frase acuñada por muchos: tal futbolista y diez más, que destruye la convivencia en los camerinos, que minimiza los esfuerzos colectivos.

Recordemos que el combate con la pelota, especialmente cuando se nace en la adversidad, en la pobreza material, es duro, talla y el éxito a veces marea, como ocurrió con otros futbolistas…con otros deportistas.

Hay muchas lindas en Colombia… Muchos Luchos, esperando una oportunidad. Pero chocan ante la negativa de los dirigentes de fomentar las competencias, frente a entrenadores miopes y rosqueros, el empresario chupa sangre y la falta de dinero para pagar por una oportunidad.

Linda Caicedo, es el sueño del pibe hecho mujer. La ilusión de Colombia en el futbol. La negra de moda, que despertó nuevas ilusiones… Una niña, para muchos, la más LINDA.

INTERROGANTE DE UN LECTOR DE PANTALLA & DIAL PARA CARACOL TELEVISION

Don Edgar, buenos sus comentarios respecto de lo que pasa en este país en la parte financiera. Por lo general casi siempre estoy de acuerdo con sus planteamientos, pero tengo una duda: «¿dónde graduaron a Víctor Hugo Peña como comunicador social o periodista?». Hasta donde tengo entendido él es un exciclista como Botero, Cochise, Pachón, entre muchos más que por lograr dejar en alto el buen nombre de Colombia, ¡Caracol TV ahora lo gradúa como analista de ciclismo!

Es loable que estos deportistas colaboren, pero que no desplacen a quienes han invertido estudiando y se han formado en las aulas. Los comentarios de Víctor Hugo son oportunos, pero por favor hay muchos comunicadores que desearían tener una oportunidad. 

Le aclaro, de pronto estoy equivocado, Peña sin saberlo yo es egresado de alguna Universidad, como periodista o comunicador, le agradezco me aclare esta inquietud.

CORDIAL PARTICIPACIÓN DE GARDEAZABAL

Participo a mis lectores y oyentes el grado de DOCTOR HONORIS CAUSA EN CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS que mañana jueves 25 a las 3 pm,me concederá la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla en ceremonia a realizarse en el Auditorio de la simbólica Casa de la Cultura de La Perla, en calle 68 # 53-56.Con posterioridad a la ceremonia se efectuará un conversatorio sobre el tema “MEDIO SIGLO DE CÓNDORES CAMINO A LA ETERNIDAD” en el que participarán el exministro Carlos Rodado Noriega, Misael Blanco, gerente de Intermedio Editores de El Tiempo, Gustavo Tatis Guerra, cronista cartagenero, y el periodista pereirano Diego Luis López. Moderará el Dr. Mario Williams. Muchas gracias

NOTA DE FERNANDO CALDERON E :Y NO ES CUESTION DE PAN DE BONO

Por Fernando Calderón España.

El acoso mediático se está tornando implacable, desconsiderado y enfermizo.

Las constantes afrentas textuales y audiovisuales de los usuarios de las redes, en donde se expresan libremente y como aprendices de periodismo van desde la avidez farandulera hasta la morbosa caricaturización de los comportamientos personales y hasta íntimos de los protagonistas hoy del poder. A la inocente barbaridad de un forista se le suma la irreverencia, un eufemismo que tomó fuerza para camuflar el irrespeto.

Es posible que eso haga parte de una herencia maldita que hemos cultivado de tiempo atrás. Es como si nuestra esencia con la que estamos construidos como humanos estuviera basada en el odio y no en los versículos de un libro histórico que todos dicen seguir.

Desde 1810 y sobre todo después de 1819, una vez terminada la época en la que por un buen rato fuimos bobos, el colombiano comenzó a moldear un “adn” que dispara desde todos lados su carga violenta contra la misma nacionalidad que fuimos construyendo a la par. 

Digamos que “adn”, así con minúscula, y nacionalidad comenzaron a confundirse en medio de las distancias ideológicas auspiciadas por bandos que pasaron desde los partidarios del Rey y sus detractores, por los federalistas y centralistas del primer siglo republicano, por los liberales y conservadores hasta nuestros días en los que se enfrenta una derecha que cultivó el poder por más de 200 años con una izquierda que apenas tiene su primer acceso a él. 

A partir de ahora, el enfrentamiento será entre izquierda (o su eufemismo progresista) y la derecha (y su eufemismo CD y afines) y estará matizado por los rencores, la nostalgia, la venganza y hasta la muerte, como ya se ha probado a lo largo de toda nuestra historia triste. La guerra en Colombia no terminará pues media el dinero y sus intereses, sinónimo del poder maldito que se ha sentado en cortes, solios de próceres, bancos parlamentarios y hasta púlpitos de todas las fantasías religiosas. Futuro no habrá. Solo un presente agrio con algunos bombones de los mandatarios un poco más sensibles a las angustias humanas. Pero, el pasado si nos seguirá carcomiendo sin consideración. El presente con ese acoso brutal y sin mesura tocará tolerarlo o aislarnos de ese avance comunicacional que nos convirtió a todos en relatores del instante. Y no es cuestión de pan de bono.

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Directores Orlando Cadavid Correa (Q.E.P.D.) y William Giraldo Ceballos. Exprese sus opiniones o comentarios a través del correo: [email protected]

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