Por Luis Felipe Carrillo,
vicepresidente senior de Ecolab para América Latina
La época navideña es un momento de reflexión, conexión y generosidad. Sin embargo, también es una temporada marcada por el consumo masivo. Desde regalos hasta alimentos y decoraciones, cada decisión de compra tiene un impacto que trasciende las góndolas y llega hasta el uso de nuestros recursos más preciados, como el agua.
Según el Watermark Study 2024, un informe anual a través del cual medimos el estado de la administración del agua a través de la importancia, el uso, la conexión con el clima y la responsabilidad entre los pobladores de 15 países del mundo, el 67% de los consumidores en Latinoamérica afirma que están dispuestos a dejar de comprar productos debido a la cantidad de agua utilizada en su fabricación. Esta afirmación, demuestra una creciente conciencia sobre la huella hídrica, que mide el volumen total de agua utilizada para producir bienes o servicios. En una región como la nuestra, donde el 90% de las personas considera esencial garantizar el acceso al agua limpia, este enfoque no es solo relevante, es urgente.
La industria y los gobiernos tienen un papel crucial en la gestión sostenible del agua, y el mensaje de los consumidores es claro: no se está haciendo lo suficiente. Desde Ecolab, como empresa líder en soluciones basadas en la tecnología, sabemos que las empresas pueden y deben ser parte de la solución. La tecnología es nuestra mejor aliada para reducir el uso de agua en las cadenas de producción sin comprometer la calidad o la competitividad, incluso, rentabilizando este cambio de matriz.
Por ejemplo, mediante la adopción de innovaciones en reciclaje de agua, monitoreo en tiempo real y procesos industriales optimizados, las compañías pueden minimizar su impacto hídrico de forma significativa. Estas tecnologías no solo son viables, sino que generan beneficios tangibles para las empresas, desde el ahorro de costos hasta una mayor aceptación por parte de los consumidores, quienes están dispuestos a pagar más por productos sostenibles.
En esta temporada navideña, los consumidores tienen el poder de enviar un mensaje claro y contundente a las marcas: la sostenibilidad importa gota a gota, regalo a regalo. Al elegir productos con menor huella hídrica y apoyar a las empresas que están comprometidas con el uso responsable del agua, todos podemos contribuir a un cambio positivo. Por su parte, las compañías deben responder con acciones concretas y transparentes, que vayan más allá de las promesas y cumplan con los estándares que el mundo actual demanda.
En estas fiestas, invitamos a consumidores y empresas a reflexionar sobre su impacto y a los consumidores a ejercer su poder de elección con conciencia. Juntos, podemos construir una economía más responsable, donde el progreso no se mida por lo que consumimos, sino por cómo lo hacemos.
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