Por: Diego Calle Pérez. (1*)
En 1968 en Medellín, Antioquia, Colombia, se llevó a cabo la conferencia episcopal de obispos Latinoamericanos como principio de la Teología de la Liberación. Muchos sacerdotes se identificaron con movimientos sociales. La relación de la teología de la liberación con la revolución de nuevos paradigmas sociales que se dieron en todos los países desde México hasta Argentina. En América latina la teología de la liberación sigue inspirando nuevos planteamientos, conceptos e ideas de la teología inculturada y la teología de la liberación de la sexualidad y la igualdad de género.
La teología de la liberación, también inspiró movimientos fuera de América Latina. En Estados Unidos, surgió una teología de la liberación negra. La teología de la liberación inspiró a las iglesias cristianas predominantemente de clase media blanca en Estados Unidos, Canadá y Europa enfocándose en cuestiones de justicia social. En los años 8O, intento contrarrestar las políticas de Ronald Reagan en América Central, la teología de la liberación ha influido en movimientos de África, Europa y Asia.
Los esfuerzos de la jerarquía de la Iglesia para controlar a los teólogos de la liberación fueron cardinales comenzando con la elección en 1972 del arzobispo Alfonso López Trujillo como secretario general de la Conferencia de los Obispos en el Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM y continuando con la política del Vaticano bajo el Papado de Juan Pablo II. La dinámica de frenar la teología de la liberación se produjo a nivel local, donde los obispos restringieron las actividades de los movimientos y organizaciones católicas.
También debemos considerar el impacto negativo de la caída de la Unión Soviética para todos los movimientos de izquierda, incluyendo de la liberación, así como el efecto de cambio democrático en países de América Latina en los años 80 y 90. La expansión del protestantismo en las últimas tres décadas, especialmente el pentecostalismo y el fundamentalismo, ha cambiado la sociedad de América Latina. El resultado de esta transformación: la Iglesia Católica, Apostólica, Romana ya no goza del monopolio religioso en América Latina. La investigación sobre el movimiento de la teología de la liberación y su impacto en los movimientos sociales en América Latina es enorme y todavía suscita debate académico en distintas disciplinas, ahí están los jesuitas y los dominicos.