Por Esteban Jaramillo Osorio
Voto por Jhon Arias. El chocoano con indiscutida calidad, 26 años, la misma edad de Luis Díaz, a quien le disputa protagonismo internacional, se ha convertido en el eje de su equipo, el Fluminense, con el que en unos días jugará la final de la Copa Libertadores.
Es el mejor extranjero en Brasil, adaptado a un fútbol exigente, técnico, veloz, llegando a la trascendencia que, en sus momentos estelares, tuvo Freddy Rincón, cuando fue referenciado para jugar en la selección de ese país, mientras actuaba en Corinthians.
Arias es la última explosión del equipo nacional. Considerado indescartable en la alineación principal, por su crecimiento e influencia, por su llegada al gol, por su fútbol dinámico, su presencia en las dos áreas, su gambeta y su verticalidad.
Salta de posición a posición, de función a función, con la misma versatilidad.
Está en proyección. Le falta el paso al fútbol de élite en Europa, donde Lucho y otros colombianos encandilaron para ganarse un lugar, un honor.
Da gusto verlo jugar en el Brasileirao, moviendo los ejes de un club cargado de figuras, como Germán Cano, el goleador; Nino, Keno, Ganzo y el controvertido cuarentón Felipe Melo. Por allá en segundo plano, Yony González, otro colombiano en expectativa como relevista.
Aunque no tiene la trascendencia de James Rodríguez quien transita el lento camino de regreso a la gran competencia, preferido por el periodismo en las victorias de su club, el Sao Paulo, sus goleadas en contra y a favor, en sus aportaciones limitadas o no, juegue bien o juegue mal.
Arias lidera la tarea de la renovación en la selección nacional. En el paso a paso, razonado, necesario, que, con dudas, sin un total convencimiento, impulsa Lorenzo el director técnico nacional.
El salto que llevó a la Argentina al lugar donde está hoy, con todos los futbolistas comprometidos en la idea del entrenador, con sentimiento país, trabajo en equipo y respeto para su líder, el mejor.
Mi voto por Falcao a quien la selección le debe minutos para una digna despedida, sin sellar su brillante trayectoria con un empujón y una salida por la puerta de atrás, con el silencio de la ingratitud.
Mucho me gustaría verlo rematando los partidos de la selección, cuando el gol no aparezca. Pocos definidores como él.
Voto por Luis Díaz, a pesar de que con Colombia no hace efectivas sus habilidades, pero es estrella en un club de categoría como el Liverpool.
También voto por James, por la valoración que se hace a su regreso, con gran esfuerzo por encontrar su forma física, de la que años atrás se alejó. La ruta que por sus caprichos perdió. Sin la predisposición crítica, de quienes no soportan su resurrección.