A lo largo de su historia, el mercado accionario colombiano ha experimentado diversas fluctuaciones marcadas por momentos coyunturales. En particular, con la apertura económica, entre 1990 y 1994 Colombia se destacó como uno de los países con mayores tasas de crecimiento de capitalización bursátil , con un promedio de 77% anual, en contraste con el promedio global que se situó en un 13% .
No obstante, el mercado de capitales colombiano viene presentando un declive desde 2013. La evolución de las cifras de volumen negociado, capitalización bursátil y número de empresas listadas en bolsa refleja esta realidad. Esta situación resulta desalentadora, pues este mercado complementa la labor de intermediación del sector financiero y genera un impacto positivo en el desarrollo económico del país.
Ahora bien, bajo este panorama, uno de los principales bancos de inversión a nivel global emitió un reciente informe en el que advierte una posible reclasificación de Colombia como mercado frontera , según el Indicador Morgan Stanley Capital International (MSCI). Esta medida es una de las herramientas clave utilizadas por inversores para evaluar el desempeño de los mercados financieros, pues clasifica a los países en tres categorías: (i) desarrollados; (ii) emergentes; y (ii) frontera.
La más reciente edición de Banca & Economía de la Asociación Bancaria incluye el análisis de este tema bajo la dirección de Germán Montoya con un equipo de especialistas integrado por Liz Marcela Bejarano Castillo Paula Catalina Buitrago Ramírez Víctor Alejandro Prieto Albarracín
Según el documento «actualmente Colombia ostenta la clasificación de mercado emergente, compartiendo este estatus con grandes economías como China y Brasil. Esto ha traído una serie de beneficios para el mercado local, pues en 2020 fue uno de los países emergentes que más inversión extranjera directa recibió, con aproximadamente US $5.894 millones provenientes de sectores no minero-energéticos, ocupando el puesto número 23 a nivel global , circunstancia que fue interpretada como reflejo de una economía considerablemente estable.
«Es importante destacar que contar con una buena clasificación por parte del MSCI es vital para naciones en desarrollo como Colombia, pues refleja el estado en que se encuentra su mercado de capitales y el potencial de su economía. Esto determinará el nivel de atractivo para los inversores, quienes, al traer capital adicional al país, contribuirán con su crecimiento a largo plazo.»
Mercado colombiano de capitales
En el documento se analizan los más recientes cambios registrados en este campo y señala que el mercado de capitales colombiano tiene un papel crucial en el desarrollo económico del país por ser un complemento en la labor de intermediación que ejerce el sector bancario.
«En general, este proporciona a las empresas una vía para la obtención de financiamiento a largo plazo (por medio de emisión de bonos y acciones o de titularización de activos), que permite diversificar las fuentes de fondeo y, por esa vía, hacer más económico el crédito.
«Ahora bien, al analizar las principales cifras de este mercado, se observa que desde 2013 se viene presentado un declive importante. La evolución de la capitalización bursátil y el número de empresas listadas es un claro reflejo de esta realidad. Al corte de 2022, en Colombia la capitalización bursátil alcanzó 22,7% del PIB mientras que en el 2012 bordeaba el 70,7% (ver gráfica 1). Por su parte, el número de empresas listadas en bolsa en 2013 era de 72 mientras que en agosto 2023 solo había 63 .
«La baja profundidad del mercado ha generado una menor liquidez, lo que a su vez ha reducido el interés de los inversionistas por participar en él. Así mismo, contar con pocos inversionistas implica que sea poco atractivo para nuevos emisores. Esta situación es el reflejo de un bajo nivel de desarrollo que impone la necesidad de realizar esfuerzos más concretos en materia de educación financiera.
En general, el mercado accionario ha perdido transaccionalidad debido a diversos factores, algunos de ellos asociados a: (i) la alta concentración en pocos valores y agentes; (ii) la baja rotación; (iii) el reducido nivel de flotante; (iv) los amplios márgenes entre precios de compra y venta; y (v) la baja profundidad de mercado que restringe la buena formación de precios. En la actualidad, solo tres acciones hacen parte del índice MSCI Emerging Markets18: la preferencial y ordinaria de Bancolombia, y la de ISA (ver tabla 4). Aunque el país cumple con el mínimo de compañías necesarias para ser catalogado como un mercado emergente en este indicador, la salida de una acción adicional podría aumentar la probabilidad de ser reclasificado como frontera.
¿Qué pasaría con la reclasificación de Colombia?
Añade el estudio de la Asobancaria que a pesar de que los mercados frontera representan un segmento pequeño del universo de inversión global, varios estudios concluyen que el interés en estos mercados ha ido aumentando a medida que los inversores buscan mejores oportunidades de crecimiento y nuevas formas de diversificar sus carteras.
«Ahora bien, para el caso específico de Colombia, una reclasificación como mercado frontera podría conllevar una serie de efectos que, según estimaciones de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), se resumen en: (i) ser asociado con países que tienen malas calificaciones en riesgo de crédito, mayor default spread y una mayor prima de riesgo, lo que puede generar salida de inversionistas; (ii) atracción de flujos de inversión con apetito de riesgo; y (iii) salidas de flujos de capital extranjero que podrían generar una desvalorización en el ahorro pensional, una caída en la confianza del consumidor y los empresarios, así como un contagio a la deuda pública.
Conclusiones y reflexiones finales
«El concepto de mercado frontera cataloga a aquellos países con bajos niveles de desarrollo, alta inestabilidad tanto política como financiera, acceso limitado a los mercados y falta de liquidez. Este corresponde a la clasificación más baja de las tres que realiza el índice MSCI para evaluar los mercados de capitales en todo el mundo.
En general, el índice MSCI desempeña un papel crucial en el panorama financiero global debido a que ofrece importante información sobre la evolución de los mercados de capitales en distintas regiones. Para el caso de Colombia, el MSCI COLCAP es el índice bursátil insignia, pues al estar compuesto por las empresas más representativas y con mayor nivel de liquidez del país que cotizan en la BVC, se establece como el primer factor de decisión para muchos inversores que desean obtener los mayores rendimientos posibles al depositar su capital en el país.
Ahora bien, el mercado accionario en Colombia ha experimentado una disminución en su transaccionalidad debido a la falta de nuevos emisores desde 2012. Aunque actualmente cumple con los requisitos mínimos para ser catalogado como mercado emergente en el índice MSCI Emerging Markets, lo cerca que están las acciones de Bancolombia e ISA de no cumplir con los umbrales de liquidez podría llevar a una reclasificación del país como mercado frontera. Esta situación se presenta en medio de un entorno de alta inflación, una política monetaria restrictiva y riesgos asociados a posibles reformas gubernamentales.
Al respecto, aunque la literatura académica sobre las implicaciones de una reclasificación de este nivel es limitada, algunos estudios destacan que cuando esto ocurre, es posible que se incorpore una prima de riesgo en el costo de capital de las empresas, se afecte el tipo de cambio a corto plazo y se tenga un efecto negativo en la riqueza de los inversionistas debido a la posible desvalorización de las acciones de empresas nacionales. Así mismo, en Colombia los posibles impactos se enmarcan principalmente en: (i) ser asociado con países que tienen malas calificaciones en riesgo de crédito; (ii) atracción de flujos de inversión con apetito de riesgo; y (iii) salidas de flujos de capital extranjero.
Dada la coyuntura del mercado de capitales local, se ha alertado que habría posibilidad de que se inicie un proceso de consulta sobre la reclasificación de Colombia como mercado frontera. Pero, al respecto, es importante resaltar que esto no implicaría una salida inmediata del índice, tal como ha ocurrido en el caso de Egipto y Perú. Por lo tanto, aún existe la posibilidad de minimizar las falencias que se tienen para evitar que esto ocurra.
En este sentido, en el corto plazo será fundamental enfocar los esfuerzos por mantener las acciones de ISA y Bancolombia dentro del indicador. Esto requerirá de un trabajo conjunto de todo el ecosistema financiero para desarrollar una regulación flexible que se adapte a las características de las diferentes empresas, y a la creación de estrategias que promocionen los instrumentos del mercado local.
En particular, para atraer mayor liquidez, es esencial mejorar la elegibilidad en términos de acceso al mercado, para lo cual existen oportunidades de mejora en materia regulatoria, como: (i) contar con un marco normativo que promueva el desarrollo del mercado de divisas, garantice el préstamo de títulos y permita las ventas en corto; (ii) evaluar la pertinencia de flexibilizar las restricciones relacionadas con la inversión de capital extranjero; y (iii) simplificar los requisitos de registro para los inversionistas extranjeros. Así mismo, se deberá fortalecer la estructura del mercado para asegurar el funcionamiento eficiente tanto del sistema de compensación como de liquidación, y propender porque la información se divulgue de manera oportuna.
En el largo plazo, la consolidación del proceso de integración de las bolsas de valores de Chile, Perú y Colombia, acompañada de una estrategia de educación financiera que facilite a emisores e inversionistas la inmersión en el mercado de capitales, será importante para que este empiece a tener una mejor dinámica.
«En consecuencia, el país debe continuar trabajando arduamente para garantizar los mínimos requeridos a través de un constante monitoreo y el apoyo interinstitucional para promover una mayor participación de inversores que permita aumentar los niveles de liquidez necesarios», recomienda finalmente el estudio de los banqueros colombianos