Buena parte, ha sido producto de las lesiones, algo natural en los deportes. Otra cuota, el bajo rendimiento ofensivo. Y, finalmente, los errores mentales y reales en los partidos cruciales, le han cambiado la fisonomía a más de un juego.
Que los Mets de Nueva York estén pasando ‘las verdes y las maduras’ con semejante nómina que tiene, cuyo costo supera los 300 millones de dólares al año, no es cosa que se pueda explicar.
Y qué decir de los Yanquis de Nueva York, con toda su tropa diezmada fisicamente y alicaída con el bateo; o de los Padres de San Diego, que han invertido una inmensa fortuna para buscar su primera corona del Clásico de Otoño; o ver en el frío sótano a los Cardenales de San Luis, un equipo batallador que está de capa caída; o mirar con profundo análisis deportivo, del por qué los Mellizos no han jugado la pelota que se esperaba de ellos; o por qué los Marineros de Seattle no están dando la batalla; y, finalmente, porque los inspirados Filis de Filadelfia, están por fuera del hilo ganador hasta este momento.
Es que no puede haber consenso posible cuando se mira con detenimiento, del por qué de las causas que han mermado la capacidad de juego de esas novenas, porque son cosas sobre las cuales no existe control alguno y se sale de las manos de los dirigentes y los capataces de las novenas. Las lesiones hacen parte del juego y de las vicisitudes que hay que afrontar en la temporada.
Lo que hay hasta el receso
Después de un fabuloso comienzo de campaña del entonces casi imbatible equipo de los Rayas de Tampa, de la noche a la mañana empezaron a ceder terreno y ahora, en este momento, los Bravos de Atlanta es la novena a derrotar. Así es el béisbol.
Casi todos los equipos han llegado a 90 partidos jugados en la temporada, y hasta el momento del receso, con motivo del Festival de Jonrones y del Juego de las Estrellas, lo que hay de cierto, es que los clasificados para la postemporada, si concluyera con las tablas de posiciones actuales de las dos ligas, dejaría por fuera a muchas franquicias que estaban señaladas para ir más lejos.
Por ejemplo, en la Liga Americana, los equipos líderes en sus respectivas divisiones son: los Rayas en el Este, con 58 triunfos y 35 derrotas; los Guardianes, en la Central, con 45 y 45; y los Vigilantes, en el Oeste, con 52 y 39.
Mientras que en la Liga Nacional, los equipos líderes en sus respectivas zonas son: los Bravos, en el Este, con 60 ganados y 29 perdidos, el mejor equipo hasta la mitad de temporada; los Rojos, en la Central, con 50 y 41; y los Cascabeles, en la zona Oeste, con 52 y 38.
Si la temporada terminara con las posiciones que hay hoy en el receso de mitad de año, a la postemporada irían por la Liga Americana: los Rayas, los Orioles, los Azulejos, los Guardianes, los Vigilantes y los Astros.
Y en cuanto a la Liga Nacional, irían a la postemporada: los Bravos, los Marlins, los Rojos, los Cerveceros, los Cascabeles y los Dodgers.
De tal manera que los Mets, los Yanquis, los Padres, los Cardenales, los Mellizos, los Marineros y los Filis, favoritos antes de empezar la campaña, para ir a la vuelta de octubre, están, en este momento, por fuera.
Desgranando la mazorca
Los Mets empezaron la campaña sin Justin Verlander, el veterano que por lesiones, estuvo por fuera largo tiempo; y sin el zurdo colombiano José Quintana, quien no ha lanzado una entrada con su nuevo equipo, por una intervención quirúrgica que lo mantiene aún por fuera de juego, pero cuyo regreso está previsto para los próximos días. Y luego, una serie de contingencias que hacen parte del juego, lo hicieron blanco fácil de sus rivales.
El zurdo Carlos Rodon, el hombre que estaba señalado como segundo en la rotación de los Yanquis, apenas se utilizó para un partido en esta primera fase de la temporada, debido a una lesión. Luis Severino no ha tenido la profundidad que se esperaba y los ‘Mulos’ dejaron ir al zurdo Jordan Montgomery y al derecho Jameson Taillon, cuyos brazos, seguramente, les está haciendo falta. Y si de complemento le agregan su pobre bateo —231 en lo que va de la campaña, número 10 en la Americana y 28 en las Grandes Ligas —, pues no hay nada que aclarar ni qué discutir.
En el Petco Park, los aficionados vieron con buenos ojos la inmensa inversión de los propietarios de los Padres, en busca de la primera corona de Serie Mundial para San Diego, pero a medida que avanza la temporada, las cosas no permiten ver luz al final del túnel. Lo tienen todo para que sea un equipo ganador, pero por el momento, los resultados, lastimosamente, no se han dado. La divisa esperaba que con Juan Soto, Manny Machado, Xander Bogaerts, y el esperado retorno de Fernando Tatis Jr., este sería el año de gozosos y no de dolorosos, como está ocurriendo.
El cubano-americano Nolan Arenado se echó sobre sus hombros a los Cardenales, ante la dorada ausencia del capitán Yadier Molina, quien le dijo adiós al juego. Pero los ‘pajarracos’ de San Luis no han respondido oportunamente a la ofensiva en todo el trayecto de lo que va del año, que con 38 triunfos y 52 derrotas, ocupan el frío sótano de la división Central de la Liga Nacional, y en muchas otras ocasiones, los errores mentales y sobre el campo, han dejado ir triunfos que, sobre la marcha, se perdieron en un abrir y cerrar de ojos.
Con proyecciones
Los Mellizos tienen un buen equipo. No lo duden. Pero ¿qué les ha pasado? Nadie lo explica. Nadie lo entiende. Su capacidad de juego, con la nómina que tiene, es para mejores resultados, algo que todavía puede ser cierto, si tenemos en cuenta que al cierre de un poco más de la mitad del calendario, apenas están a medio juego del líder, los Guardianes de Cleveland.
El año pasado, los Marineros jugaron mejor pelota que lo que han exhibido hasta ahora. Están por fuera ahora mismo de la postemporada, pero con 45 triunfos y 44 derrotas, hasta el momento, todo puede ser posible, si la ‘máquina de juego’ vuelve a encontrar el camino de la victoria, que les ha sido esquivo en más de una ocasión en esta campaña.
Foto San Diego Tribune
Y, finalmente, los Filis, una franquicia mejorada para este 2023, incluyendo la presencia del cotizado campo corto Trea Turner y del lanzador Taijuan Walker, que en el 2022 llegó a la disputa de la Serie Mundial, no está ofreciendo los resultados esperados.
¿Pueden estas novenas cambiar la situación de aquí a cuando se recojan los bates en septiembre? Es difícil, pero todavía hay camino para andar.
De otras cosas
Ciertamente el astro japonés, Shohei Ohtani, de los Angelinos de California; el venezolano Luis Arráez, con los Marlins de Miami, con un astronómico promedio ofensivo; el dominicano Elly De La Cruz, con los Rojos de Cincinnati, el hombre sensación en estos momentos de la franquicia; la magnífica labor del zurdo Shane McClanahan, con los Rayas de Tampa, y otros tantos peloteros que han brillado con luz propia, le están dando un sello de buen béisbol a la temporada de las Grandes Ligas.
Son esas otras cosas que valen la pena resaltar, cuando apenas estamos a un poco más de la mitad del recorrido de la campaña, como por ejemplo, los líderes hasta el momento, en las diferentes modalidades.
El venezolano Luis Arráez, de los Marlins de Miami, es el líder bateador de la Liga Nacional y de las Grandes Ligas, con 383 de promedio; mientras que el cubano, Yandy Díaz, de los Rayas de Tampa, es el líder en la Liga Americana, con 323 a la ofensiva.
El astro japonés, Shohei Ohtani, de los Angelinos de California, es el líder en jonrones tanto de la Liga Americana como de las Grandes Ligas, con 32 tablazos de circuito completo; y Matt Olson, de los Bravos de Atlanta, es el mejor en la Nacional, con 24 jonrones.
El cubano Adolis García, de los Vigilantes de Texas, es el máximo remolcador con 75, tanto de la Liga Americana como de las Grandes Ligas. Matt Olson, de los Bravos de Atlanta, es el líder en la Liga Nacional, con 72 impulsadas.
El venezolano Ronald Acuña Jr., de los Bravos de Atlanta, encabeza la tabla de carreras anotadas con 79 tanto en la Liga Nacional como en las Grandes Ligas. Marcus Semien, de los Vigilantes de Texas, es líder en la Liga Americana, con 70 marcadas.
El dominicano Juan Soto, de los Padres de San Diego, es líder en bases por bolas recibidas tanto en la Liga Nacional como en las Grandes Ligas, con 83 transferencias; mientras que Ryan Noda, de los Atléticos de Oakland, es líder en la Liga Americana, con 59 bases recibidas.
Kyle Schwarber, de los Filis de Filadelfia, encabeza, otra vez, la tabla de ponches, con 117, tanto de la Liga Nacional como de las Grandes Ligas, en tanto que el dominicano Teoscar Hernández, de los Marineros, es primero en la Liga Americana, con 115 ponches.
El dominicano Esteury Ruiz, de los Atléticos de Oakland, es primero en la tabla de estafadores de bases con 43 robadas, tanto de la Liga Americana como de las Grandes Ligas. El venezolano, Ronaldo Acuña Jr., de los Bravos de Atlanta, es el mejor de la Nacional, con 41 bases estafadas.
Shane McClanahan, de los Rayas de Tampa, es el mejor lanzador con 11 ganados y 1 perdido, tanto de la Liga Americana como de las Grandes Ligas; en tanto que Spencer Strider, de los Bravos de Atlanta, es líder en la Liga Nacional, con 11 triunfos y 2 derrotas.
El zurdo dominicano Framber Valdez, de los Astros de Houston, es el mejor en efectividad, con 2.51 carreras limpias por juego, tanto de la Liga Americana como de las Grandes Ligas. El zurdo Clayton Kershaw, de los Dodgers de Los Ángeles, es el primero en la Nacional, con 2.55.
Spencer Strider, de los Bravos de Atlanta, con 166 abanicados, es el líder de la Liga Nacional y de las Grandes Ligas en esa especialidad; en tanto que Kevin Gausman, de los Azulejos de Toronto, lo es en la Liga Americana, con 153 ponches propinados.
Números colectivos
Los Vigilantes de Texas encabezan la tabla a la ofensiva con 274, tanto de la Liga Americana como de las Grandes Ligas, mientras que los Bravos de Atlanta, son los líderes en la Liga Nacional, con 271, con el uso del madero.
Los Bravos de Atlanta son líderes en tablazos de circuito completo tanto de la Liga Nacional como de las Grandes Ligas, con 169 estacazos de cuatro bases. Los Rayas de Tampa en la Liga Americana, son los mejores en ese departamento, con 137 cuadrangulares conectados.
Los Vigilantes de Texas han remolcados más carreras tanto en la Liga Americana como en las Grandes Ligas, con 509 impulsadas. Los Bravos de Atlanta, con los líderes de la Liga Nacional, al contabilizar 480 carreras empujadas.
Los Vigilantes de Texas en la Liga Americana y en las Grandes Ligas, encabezan la tabla con más carreras anotadas, al compilar 531 pisadas en el plato; mientras que los Bravos de Atlanta, son los líderes en la Liga Nacional, con 499 rayitas.
Los lanzadores de los Bravos están a la cabeza de la tabla en efectividad con 3.63 tanto de la Liga Nacional como de las Grandes Ligas. Los Astros son los líderes en la Liga Americana, con 3.66 carreras limpias por juego.
Los Azulejos de Toronto con 31 juegos salvados de 39 oportunidades, es la mejor novena en esas estadísticas tanto de la Liga Americana como de las Grandes Ligas. Los Gigantes son los mejores en la Liga Nacional, con 34 juegos salvados de 44 oportunidades que han tenido.
Los lanzadores de los Medias Blancas de Chicago son líderes en ponches tanto de la Liga Americana como de las Grandes Ligas, con 885 abanicados; en tanto que los Marlins de Miami, encabezan la tabla de la Liga Nacional, con 868 ponches propinados.
Los Rojos de Cincinnati ocupan el primer lugar en la Liga Nacional y en las Grandes Ligas, en bases estafadas con 112 almohadillas robadas. Los Atléticos de Oakland, en la Liga Americana, con 111 bases robadas, ocupan el primer lugar en ese departamento.
Variedad en las estadísticas y buenas sorpresas en la temporada, como la especial actuación de los Orioles de Baltimore, en la Liga Americana, y los Cascabeles de Arizona, en la Liga Nacional, le dan un sello de garantía al béisbol de las Grandes Ligas, pero todavía nadie puede cantar victoria en esta temporada, hasta saber si llegan con sus bates a la disputa de la jornada de octubre próximo.